Carlos Taso Zenón: Sí, que decidimos hacer, preparar un campamento en el
centro, donde estaban todos esos artefactos explosivos sin explotar, y nosotros
sabíamos que la Marina sabía que estaban allí. Lo sabíamos. Entonces
decidimos hacer ese campamento en el centro. Estuvimos tres meses, casi tres
meses trabajándolo, y preparamos unos caminos que solamente los directivos, la
gente más cercana del monte David sabía dónde estaba y cómo llegar a eso.
Porque de día nosotros, para entrar a ese campamento... Imagínate, de día,
¡de día! teníamos que poner una línea de pescar --aquí viene lo de
pescador--, poníamos la línea de pescar y nos dejábamos llevar por la línea
de pescar. Esa línea de pescar se tendía derechita, claro, el que la pudiera
coger con la mano y te dejabas llevar por ella poco a poco, y esa línea te
llevaba derechita al campamento sin que tuvieras que dar un paso ni para un lado
ni para otro, que no fueras a pisar una bomba. Así de delicada la cosa. De
noche quitábamos la línea. Lo que hacíamos era que poníamos esa línea por
lo menos cien pies más distante del campamento y entonces a esas líneas le
añadíamos latitas de refresco con piedritas adentro y se las pinchaba con la
tapita esa de la d'eso a la línea, que si venía alguien, que si venía alguien
y tocaba la línea --porque los postes quedaban bajitos dentro de la hierba, y
la línea, parte de la línea las dejábamos alta sin el pote-- pero si tú
tocabas la línea en una esquina, los potes sonaban. Una vez que los potes
sonaban esa era la alerta para nosotros. Entonces ya teníamos, por si acaso
lograban ellos entrar a ese campamento, teníamos ya otras áreas por donde
[ININTELIGIBLE] acomodarnos al tercer campamento, que sí estaba difícil de
encontrar. ¿Entiendes? Estrategia militar. Por eso yo hablo de los distintos...
Ahora te estoy diciendo a ti esas estrategias, pero yo ni siquiera en el libro
las menciono yo creo que así, porque son estrategias militares. Y esos son los
estilos de lucha que este servidor conoce y la gente que está conmigo, y por
eso siempre fuimos exitosos. Pero por eso también siempre cada vez que nos
cogían en el Tribunal Federal... ¡que nunca nos pudieron arrestar!, ya no
existe, en el área, nunca. Bueno, [ININTELIGIBLE] la última vez que llevaron
al alcalde, pero de ahí en fuera, nunca en el área a nosotros, y en el agua
con las lanchas tampoco. A nosotros nunca se nos pudo arrestar ni en el agua ni
en el área. Entonces... ¿Ajá?
Entrevistador: Pero cuando usted mencionaba que hubo esa falta de comunicación,
que hubo compañeros que quizás en el... Como no estaban... ¿Que hubo como que
una serie de entregas o arrestos, o algo así? Le pregunto por curiosidad,
podemos también ya... Porque usted ya me ha contado un montón de cosas. Pero
un poco que... Usted menciona la palabra, incluso, en el libro "sabotaje" de...
Debido a que la estrategia de uno de los grupos era dejarse arrestar...
Carlos Taso Zenón: Todos los grupos.
Entrevistador: ¿De todos los grupos?
Carlos Taso Zenón: Menos nosotros.
Entrevistador: ¿Menos ustedes?
Carlos Taso Zenón: Sí, porque inclusive, este, en la información que tengo,
porque yo no estaba, es que Noel Colón Martínez tuvo un choque con Ismael.
Porque cuando vienen arrestar en el área donde estaban los hostosianos, Ismael
empezó a llamar por un megáfono a todo el mundo, que saliera todo el mundo y
se amontonara. Y Noel le dijo "Mira, ¡que busquen la gente! ¿Cómo que nos
amontonemos para que nos lleven a todos amontonados?" Y Roberto Ramírez hizo lo
mismo en Justicia y Paz, con la gente que estaba sentada acá, que todo el mundo
se amontonara. A la Marina se le hizo facilísimo. A Rubén fueron y lo cogieron
con su gente y cuando... ¡Fíjate! Que cuando hacen los arrestos
[ININTELIGIBLE] a nosotros estaba seteaíta, ese día que van a hacer los
arrestos el único que estaba en el área del Monte David era Cacimar, y yo me
comunico con él rápido, porque yo veo la televisión a las cinco de la
mañana, que ya, que ya estaba viendo los arrestos. Llamo a Cacimar "Cacimar,
está pasando esto", me dijo "Ya yo lo sé y me estoy moviendo", porque
teníamos un four track pa eso. "Y voy rumbo al sitio", y vamos, "Pues muy bien.
No te preocupes, que en algún momento yo salgo para allá arriba". Cuando
están los federales, ¡eso así de federales por todos lados!, porque están
arrestando a todo el mundo, todos los campamentos y hay federales por agua ¡y
por todos lados! Y mi hijo, solito, se queda arriba y se mudó para campamento,
y la Marina sabía que había alguien que se había quedado, porque fueron a
buscarlos, porque el puesto de observación lo están viendo todo el tiempo.
Pero cuando lo van a buscar, que él ve los vehículos que van acercándose, él
se va, y la Marina tampoco encontró el four track en el campamento. ¿Qué le
dice? Mira, se fue. Entonces la Marina no sabe qué va a hacer con él y ni
dónde lo va a buscar, porque él, inclusive, llegó un momento en que él dijo
"Como aquí hay que jugárselas frías", cogió el four track a cierta distancia
y lo esbarrancó. Y ellos encontraron el four track esbarrancao, pero no sabían
dónde está el que andaba en él. Que había que subir los montes del caray. Y
entonces, ese mismo día por la mañana de los arrestos, yo salgo a... Porque yo
iba a acompañar a mi hijo. Claro, me encuentro con Pedro en la Esperanza, el
hijo mayor, me dijo "¿Pa dónde tú vas?", y yo "Voy pa esto y esto", y me dijo
"Pero, ¿qué pasa? ¿Por qué no me llamaste?" Porque yo no podía comprometer
toda la familia. ¿Entiendes? ¡Coño! ¡Yo quiero tener todos mis hijos allí!
Y se montó en la lancha conmigo y cuando llegó allá, pues, fue el que se
tiró y se quedó con Cacimar. El boicoteo fue peligroso. También lo voy a
decir por primera vez. Cuando se quedan los hijos míos, Ismael... La prensa que
tuvo [ININTELIGIBLE] Ismael Guadalupe... Y él sabía que se habían quedado, y
sabía que la estrategia de nosotros era esa. Todo el mundo sabía que era la
estrategia. La prensa, yo se lo había dicho "Nosotros... A mí no me van a
arrestar, ¡a mí me tienen que buscar! Yo no voy a ponerme las manos aquí, que
me pongan las esposas y seguir caminando conmigo, ¡que me busquen! Que hagan su
trabajo". La presa le pregunta a Ismael Guadalupe que si había quedado gente
arriba. Ismael Guadalupe "No, se de, se... Desalojaron a todo el mundo." Mi
hermano, y al otro día por la mañana empezaron a bombardear, y mis hijos
estaban ahí. ¿Viste? O sea, eso yo no se lo puedo [ININTELIGIBLE: ¿perdonar?]
nunca, nunca. Y él sabía que estaban adentro, porque él tiene un radio de los
mismos que yo tengo, que teníamos la misma frecuencia. Que inclusive su esposa,
Norma, le dijo una vez a Aleida, a mi esposa, que un día oyó a mis hijos
llamándome, que como al octavo día de estar allá arriba... ¡Después de los
campamentos!, al octavo día todavía están adentro y nos reemplazábamos,
entraban a la una de la mañana, a las dos de la mañana... Y había una fila de
federales pendientes a quién entraba y quién salía. Nosotros siempre
buscábamos la vuelta y entrábamos. Norma oyó en su radio, que es el mismo,
con el que lleva la misma frecuencia, en la casa, que Ismael tenía un radio en
su casa y Norma está oyendo al hijo mío cuando me está diciendo "Viejo, es el
octavo día, yo creo que nos vamos a tener que entregar, porque nos quedamos sin
agua. El agua que me queda, ya para la tarde no me sirve". Y Norma se echó a
llorar en su casa. Después ella se lo dijo a mi esposa "Aleida, tú no tienes
ni idea lo que yo sufrí cuando yo oí a tu hijo diciéndole al papá de que no
tenían agua, y que nosotros sabíamos que estaban allá arriba". Tan es así,
que otro golpe que le dimos en la cara a la Marina es cuando la secretaria,
cuando la fiscal de EE.UU., la Marina le dice que está todo limpio, la fiscal
¿cómo lo sabía? Desconocemos, pero la fiscal le dijo "No" --y eso salió en
la prensa-- "Ustedes están equivocados. En el área de bombardeos todavía hay
gente". Que ahí es que viene entonces los diálogos con Harry Andúser [FON],
nuestro abogado, lo llama Guillermo Gil, el fiscal federal, y dice "Mira, Harry,
háblate con Zenón, que los muchachos están allá adentro, hay una orden de
arresto para ellos. Y si no bajan pronto, los vamos a declarar prófugos de la
justicia. Y son muchachos jóvenes, nosotros no queremos hacer esto, bla,
bla..." Y Harry le dijo "Mira, este es el teléfono de Zenón. Llama a Zenón a
la casa". Y aquí me llamaba Guillermo Gil "Pues mira, Zenón, los muchachos
tuyos están allá arriba, yo sé que están allá arriba. Nosotros vamos a
hacer un arreglo para que los bajes". Y yo le dije "¿Tú vas a hacer un arreglo
pa qué? ¿Pa que yo los baje y te los ponga en las manos? ¿Pa tú
arrestarlos?", "Eh, no, mira, va a haber un FBI, un agente del FBI en el
campamento García, tú vas allí y él va a estar allí, y lo acompañas al
área donde están los muchachos". Yo le dije "Mira, si yo llevo al FBI a donde
están los muchachos, ellos me van a desheredar, me van a desheredar
inmediatamente. Así, 'Hasta hoy tú eres mi papá', porque tú no conoces, tú
no tienes una idea del compromiso que tienen esos muchachos, a pesar de lo
jóvenes que son. ¿Tú tienes hijos jóvenes?", "No, no tan jóvenes, pero
tengo hijos", "Pues mira, enséñale a tus hijos lo que son principios y moral,
porque los míos sí yo les enseñé eso, y esa es la razón por la cual yo no
puedo llevar al FBI allá arriba. Ustedes búsquenlos. Sí, están allá arriba,
búsquenlos". Y ahí fue que entonces ya al duodécimo día... No, tengo que
contarte la anécdota de Yabu. El octavo día ese, que se quedan sin agua, mi
esposa, que ya Carlos Weber, del 11, la había entrevistado, y me llamó aparte
y me dijo "Zenón, vela a tu señora, que está por explotar". Él como, medio,
la nota, ¿tú sabes?, cuando la está entrevistando. Me dijo "Vélala, que
está por explotar". Pues cuando entraba una llamada aquí, yo salía para
atender la llamada afuera, ahí, para que la d'eso fuera mejor, la frecuencia, y
mi esposa era pegada de mi espalda, porque quería saber qué está pasando con
los hijos. Mi esposa pasó el Día de las Madres sin sus hijos. Eso es lucha,
eso es compromiso. Cualquier otra madre dice "No, no, yo quiero tener mis nenes
aquí en casa". No, mi esposa pasó Día de las Madres sin sus hijos, sufriendo
aquí con nosotros. Ese día que me llama para lo del agua, yo le dije "Pues,
mira, trata de resistir un poco". ¡Un padre diciéndole a los hijos que
resistan en el área de bombardeo sin agua! Eso es compromiso, porque yo adoro a
mis hijos. Esos son mis cachorros. Me fui como a las tres de la tarde en la
lancha y di una vuelta, y vi que la vigilancia era brutal. Yo dije "Señor,
¿cómo yo le hago para yo traerle agua a los muchachos?" Y vine, me acosté, yo
dije "Bueno, por lo menos..." Yo le dije a ellos "Mira, si por la mañana la
yegua blanca no la han oído que ha llegado por ahí..." [ININTELIGIBLE] que era
una clave, que era la lancha. "Pues, hagan lo que ustedes crean. Lo dejo en sus
manos. Pero voy a tratar, voy a hacer lo indecible porque les llegue agua. O si
quieren bajar, los bajamos", "No, no, no. Nosotros vamos a estar dos o tres
días más si nos traen agua". ¡Están solitos en el monte, brother, en el
área de tiro! Pues yo me acosté un rato a descansar y como a las 9:30 de la
noche estoy pensando salir a la una de la mañana, que normalmente el militar se
cansa y tiene que dormitar un poquito, y aprovechar esto. Y cuando me levanté a
las diez, no encuentro a Yabu, y yo dije "Anda, pal cara..." Y busco en mi
guagua, y no está la guagua. Y "Aleida, voy para La Esperanza. Yabu no está
aquí y mi guagua no está aquí. A mí me está que Yabu salió para llevarle
agua a los muchachos, y me preocupa". Yabu cuando eso tenía, ¿qué? 17 años,
18 años. Cuando llego a La Esperanza, la lancha no estaba, se había ido. Esa
es lucha. Y yo sentado en la arena y mi esposa, como hasta las tres de la
mañana, esperando a ver si Yabu bajaba... Si lo mataron, ¿qué pasó?, si lo
golpearon... ¿Ves la diferencia? No es romanticismo, no ir allí al punto al
campamento García, y a decir "Mira, aquí estoy". Y Yabu llegó allá arriba
con otro compañerito que consiguió. Cuando bajó de arriba, yo lo veo con las
camisas desgarradas y todo eso, y yo dije "¿Qué pasó?" Yabu tuvo una
escaramuza con unos marinos y lograron... Porque cuando los muchachos vieron la
lancha, bajaron, porque de arriba se oía, bajaron a la orilla de la playa y se
tropezaron con... Habían como cuatro marinos luchando con Yabu para arrestarlo,
y ellos --esto lo digo, porque ya esto pasó-- buscaron palos y garrotes, y se
formó la de San Quintín y los marinos tuvieron que echar, y los muchachos se
llevaron el agua y se quedaron. Así fue que se llevó agua allá arriba. Eso es
lucha, eso es lucha. Y, ¡nada! Pero en el monte allí pasamos hambre en muchas
ocasiones, llevábamos comidas por... En una ocasión llevaron --estas son de
las cosas que no se te pueden escapar-- llevaron... a [ININTELIGIBLE]
Encarnación le habían hecho un donativo de un camión de verdura, viandas y
cosas, para llevar a los campamentos. Y en el norte, donde estaban los
campamentos, la vianda, los plátanos y todo, en el tumbo del marullo
perdiéndose, y nosotros en el monte allá no teníamos nada que comer. Pero era
una guerra que había contra ese monte. ¿El qué? Egoísmo, egocentrismo, celo
más que otra cosa.
Entrevistador: Y [ININTELIGIBLE]... bastante, bastante fuerte. Yo le iba a
preguntar, don Taso, en términos de... En términos... Hay un detalle, quizás
nos vamos un poquito, un poquito al pasado, a la cuestión del arresto de los
21. Fue una historia que en el '98, cuando yo estuve aquí, usted nos contó, y
la compartió con nosotros. Cuando la vi en el libro... ¡Bueno!, conocía la
historia y, pero también usted decidió narrarla de una forma muy particular, y
fue de la siguiente... Fue, digamos, que a través de un corte de prensa, porque
usted como tal no ofrece testimonio de esa ocasión. Mi pregunta es: ¿por qué
decidió huir del arresto de los 21?, y dos: ¿por qué decidió dejar que el
corte de prensa narrara esa ocasión, y quizás no ofreció un testimonio
directo de la ocasión?
Carlos Taso Zenón: Bueno, primero, que posiblemente la prensa nunca se me
acercó para eso, pero usaste una palabra ahí que yo detesto, es la palabra "huir".
Entrevistador: Ah, bueno, bueno. Huir no, perdón, digamos se le escabulló, se
le escabulló.
Carlos Taso Zenón: Tampoco fue... Porque allí, cuando empiezan los arrestos,
nosotros... Hay una gente en tierra y habemos otros que estamos en el agua,
porque tenemos las embarcaciones. El que tú estés en una embarcación no
quiere decir... No puedes estar en tierra con tu lancha. Y de hecho, gracias a
que estamos en el agua, pudimos rescatar a una de las personas que nos tiraron
al agua esposados. Ismael se pudo haber tirado, porque yo le gritaba "Tírate",
porque nosotros todo el tiempo nos quedamos ahí, en nuestras embarcaciones.
Están haciendo los arrestos en tierra, pero nosotros nunca abandonamos la gente
que estuvo allí. De hecho, si nosotros nos vamos de allí, ¿cómo iban a
regresar acá abajo el resto de la gente que no fue arrestada?
Entrevistador: ¿Y fueron cuántos? ¿Cuántos fueron?
Carlos Taso Zenón: Arrestaron 21. Pero el arresto fue selectivo, y yo creo que
yo lo narro.
Entrevistador: ¿Cuántos, este...digamos, personas participaron en la
actividad? Para tener una idea de... Carlos Taso Zenón: Habíamos como
alrededor de... Yo diría que 150 personas. Y arrestaron 21 y no arrestaron UN
pescador. O sea, arrestaron un pescador, se llamaba Iván Davis, y cuando se
dieron cuenta de que era un pescador en la Corte Federal, el hombre se
desaparece y nunca apareció para nada. O sea, apareció en Vieques, pero nunca
le formularon cargos. Porque la idea no era arrestar un pescador... A Carlos
Zenón no lo querían arrestar, y a ningún pescador en aquel momento. Porque lo
que querían era presentar de que eran la gente independentistas y comunistas,
por eso arrestaron gente del PSP y del Partido Independentista Puertorriqueño,
Y yo sí, yo creo que lo digo en el libro, yo lo narro, que fue un arresto
selectivo. Ellos no quisieron arrestar ni del PNP, ni populares. ¡Allí habían
de todo, habíamos 150 personas!
Entrevistador: ¿Usted lo narra ese evento, en el libro?
Carlos Taso Zenón: Sí.
Entrevistador: OK.
Carlos Taso Zenón: Entonces, como te dije, fueron selectivos. Me preocupó a
mí esa palabra. Yo, ni... Yo no huyo a los combates.
Entrevistador: Yo lo que le quería decir no tanto de que usted huyó, sino de
que usted le hizo el trabajo difícil a personas que... A agentes, digamos, del
orden público, que están allí para tener, digamos, una labor de arrestar o
demás y quizás yo por eso planteaba de como ustedes quisieron hacerle una
labor difícil, en término de los arrestos en Monte David, si eso, digamos, ir
al pasado de, era parte de una tradición, eso es lo que...
Carlos Taso Zenón: No, lo que pasa es que, mira, aquí
Entrevistador: O los momentos son diferentes, quizás, y quizás...
Carlos Taso Zenón: No, y además, en el Monte David ellos no pueden entrar en
una barcaza a arrestar a nadie, tienen que entrar por tierra. Aquí te entraron
una barcaza, y nosotros con las lanchas estamos tratando de impedirte que la
barcaza llegue a tierra. ¿Entiendes? Cosa que no lo logramos, no pudimos. La
barcaza llega a tierra y tira la aparata esa a la orilla, y ahí empiezan los
arrestos. Por eso es que nosotros... Porque los pecadores que estamos en el
agua, estamos en el agua. ¿Entiendes? Y lo que pensamos fue empezar, porque
dentro de... Tengo que admitirte que hubo cierto pánico, porque no todo el
mundo iba preparado para ser arrestado. Y empezó gente a tirarse al agua. ¿Y
qué pasa si Carlos Zenón y unos pescadores no están en el agua para recoger
la gente que se está tirando al agua? Hubiese sido una desgracia. ¡Cuántos
jóvenes y..! No muchachitos, pero gente joven, que posible no sabían nadar, se
tiraban al agua y se nos podían ahogar. Nosotros empezamos a recoger la gente y
a ponerlos en un cayo que está allí al lado. Recogerlas y llevarlas allá,
recogerlas y llevarlas allá. Y de allí bajamos con las embarcaciones, que se
llevaron los 21. Bajamos pa el pueblo, en la entrada del pueblo vimos un,
encontramos un vehículo militar que había allí, que venía, paramos la
caravana, cogimos el vehículo militar, lo viramos patas arriba en el mismo
medio del pueblo, de la calle... ¡Nada! Y eso va, prácticamente en lo que pasa
con los arrestos de los 21. Pero, por favor, muchacho, eso no... Lo que pasa es
que yo estoy en una embarcación y si estoy en una embarcación, pues no puedo
estar en tierra. Y estoy en una embarcación, preocupado por los que se están
tirando al agua. Porque era una masa de gente tirándose al agua. Te repito, no
todo el mundo quería ser arrestado. Aparte, de que hay una pelea, hay unas
peleas, hay unos compañeros, un compañero que nosotros le decimos Dondo, hay
un compañero Majuí [FON], estaba Isabel Rosado, que nos la tiraron al piso y
la tenían pincha... Carmen Pérez, peleando con granos, con d'esos de arena.
No, no, allí... ¡Si yo veo a esas mujeres peleando y yo huyo, yo tengo que
divorciarme incluso de mi mujer! ¿Entiende? ¡Eso es lo más bochornoso! Y
aquellas mujeres estaban peleando. Gente de nosotros peleando a palo limpio y
cuanta cosa había. Y mientras tanto, nosotros recogiendo gente que estaban
tirándose al agua por montones. ¡Eran ciento y pico de personas!, y alguien
las tenía que recoger.
Entrevistador: Bueno, yo le pido excusas, ya que el recuento que yo pude leer
esta mañana del libro fue el recuento noticioso, en el cual básicamente lo que
menciona era algo así, como de que "Among those who got away, was Fisherman
Association president Carlos Zenón, and Toñín Medina". Como que la prensa la
caracterización que hicieron fue, aquellos que pudieron evitar el arresto.
Carlos Taso Zenón: Fíjate, y el único que lo hace es el "San Juan Star",
¿verdad? Entrevistador: Yo creo que sí.
Carlos Taso Zenón: Está en inglés.
Entrevistador: Claro.
Carlos Taso Zenón: O es un "Vocero" de la Marina, mira a ver.
Entrevistador: Era Manny Suárez.
Carlos Taso Zenón: Ese es el "San Juan Star".
Entrevistador: "San Juan Star". Sí.
Carlos Taso Zenón: Sí. Claro, Toñín Medina es otro líder pescador, y yo soy
otro líder pescador y nos tenían que poner en esa posición incómoda. Pero
nada, allí no hubo, este... Además, ¿"Among those" qué? Si allí nadie ha
podido ir pa ningún lado, lo más lejos que podían llegar era tirarse al agua.
Allí nadie podía correr por una una carretera, lo que había era una orilla de
playa y el agua. Y to el mundo pal agua.
Entrevistador: ¿Y fue en ese arresto que luego se toma a Ángel Rodríguez
Cristóbal y lo llevan a prisión y...?
Carlos Taso Zenón: En ese mismo.
Entrevistador: Wow. Veo, veo. Y en términos así, de los nuevos, digamos, retos
que tiene la situación viequense, cuéntenos un poquito del futuro, un poquito
de los problemas que aquejan a Vieques hoy día. ¿Cuáles son las expectativas
de lucha? ¿Cuáles son, digamos, también las perspectivas de lucha y también
los objetivos que se quisieran alcanzar eventualmente.
Carlos Taso Zenón: Objetivo es ver un Vieques desarrollado en su totalidad.
Pero especialmente empezar a desarrollar la parte oeste, que ya nos han dado
cuatro mil y pico de cuerdas de terreno, y todavía no se han hecho nada con
ellas. Y tratar de rescatar de Pesca y Vida Silvestre el terreno que tenemos en
la parte este. Respecto a lucha, hay una sola estrategia, una sola. Ahí no hay
que sumar uno más uno, ni buscarle cinco patas al gato. Hay una sola
estrategia. Que yo [ININTELIGIBLE] allá arriba, al puesto observación y haber
ido al cayo yo allí, pues yo me recojo doscientas, trescientas personas, entro
por el gate, el frente al gate, sin sacrificarme mucho porque entro en vehículo
--ellos te dejan entrar en vehículos-- y entro con mis casetas de campaña, y
entro con toda el agua que voy a necesitar, y entro con todo el apertrecho que
necesito, y entro a las playas que ellos... Las únicas que te dejan llegar, y
que te dicen que a las 6 de la tarde tú tienes que estar fuera de allí.
¡Sencillo! ¡Entro! ¡Ellos no te pueden prohibir! A las 8 de la mañana te
dejan entrar y entro, y voy preparando el terreno en el área donde ellos ellos
dicen que tú... Hasta las 6. Cuando llegue las 6 de la tarde, digo "Bueno, yo
lo siento mucho, pero yo me tengo que quedar". ¡Eso es sencillo! Ahí lo tienes
todo y no tienes que hacer más na. Porque con Pesca y Vida Silvestre ya tú no
puedes ir por el agua, es decir "Pues me metí allá arriba", pues, te metes
allá arriba y ellos te dejan. ¿Y qué hiciste? Nada. Eso a ellos no les duele
para nada. Las estrategias de lucha son, hay que darle al enemigo donde le
duela. A Pesca y Vida Silvestre se le forma un peo si tú coges 200, 300
personas, te metes a las playas que ellos te permiten entrar a las 8 de la
mañana, y a las 6 de la tarde tú les dices "Yo no voy pa ningún lao, yo me
voy a quedar aquí 2 o 3 días. Sácame". Tienen un tostón. Te tiene que
arrestar o si te dejan ahí, que se preparen, que van a haber dos o tres mil
personas en dos o tres días allí adentro metidas. ¡Y ya se chavó Pesca y
Vida Silvestre! Tan sencillo como eso. O sea, si aquí no hay que estar...
Ahora, si ya te empezó a doler el cuero un poco de los cantazos que te han
dado, y pues, ¡admítelo, coño! Porque somos humanos, somos humanos.
A mí, yo pienso que... Yo no creo que yo he terminado con la cárcel federal.
Yo no creo que yo he terminado, y eso siempre ha estado bien claro en mi mente.
Pero vuelvo y te repito, tú tienes que tener... No sé cuántos seres humanos,
yo no quiero sonar aquí distinto a nadie, porque posiblemente hay un montón,
pero no sé cuántos hay en esta isla que quieran más a mi gente que yo, y a
Vieques. Fíjate, yo lo que creo, no culpo a la nueva generación. No culpo a la
nueva generación, porque la nueva generación lo que ha visto son los últimos
acontecimientos, y la nueva generación ni siquiera sufrió los embates de las
expropiaciones. Que eso fue la cosa más inhumana que se puede hacer con un
pueblo. Este... Yo vi, yo pude presenciar los viequenses con sus maletitas y sus
bultitos, en ocasiones cogiendo barcos de vela y dejando a sus hijos y su
familia atrás para ir a buscar el sustento a Santa Cruz, y eso es destruir la
familia. Muchos de ellos, porque no todo el mundo podía bajar todos los días a
Santa Cruz, ni una vez en el mes, ni en el año. Muchos de ellos eran jóvenes y
se enamoraban por allá, y ahí, mira, esa familia se destruyó. Yo viví eso y
eso yo lo tengo muy claro en mi mente. Esa es la diferencia entre sentir,
porque... Mira, te repito, es que estar en una cárcel no es fácil. Mire, mi
hermano, ¡eso no es fácil! Tú ir a dormir en el Monte David, cuando yo tengo
una cama tan buena en mi casa, encima de las piedras, comiéndome quizás 2
salchichitas con un buche de agua, porque tengo que velar que el agua no se me
acabe, ¿ah? Cuando lo tengo todo en mi casa, la nevera cerquitita ahí. Tú
tienes que amar tu gente, tú tienes que amar tu pueblo, tú tienes que... Yo me
meto en el otro ser humano que sufrió, que lo vi sufrir. Ahora mismo con esto
de las tierras, yo soy como el entrometido, yo estoy de cabeza peleando con la
cuestión de la invasión de terrenos. ¿Por qué? Porque tenemos 12,500
viequenses en Islas Vírgenes, que la mayoría de ellos estoy seguro que quieren
volver a su tierra. Y si permitimos esto, ¿qué va a quedar para ellos? De eso
es que estamos hablando. No estar con los coqueteos políticos y a ver qué
más, qué me puede dar el alcalde, o qué puede hacer el alcalde por mí. ¡El
alcalde que se vaya al carajo, si eso lo que hace es vivir del pueblo! Perdona
la palabra, pero es que me molesto. ¿Entiendes? ¡Es mi gente! Es el tecato que
está por ahí, que no tiene trabajo; es el que tiene que ir a diálisis a la
isla grande, que todos los días de madrugada lo tienen que llevar, para traerlo
por la tarde, ese sufrimiento; son los pacientes de cáncer, que tienen que ir
todos los días a la isla grande a chequearse y a sufrir, y a lo mejor tienen
que ir a coger quimioterapia al otro día, y al otro día y al otro día... ¡De
eso es que estamos hablando! Estamos hablando de la parte humana, y eso yo lo
vivo. Eso yo lo vivo, eso está en mi corazón y está en mi mente. Y por eso
lucho como lucho. Y no... Mira, si el hombre más feliz de la tierra en este
momento soy yo, cuando yo voy para la parte oeste, y yo veo hasta los pro Marina
disfrutando de la parte oeste, cuando antes no podían hacerlo. Pero yo digo
"Gracias a eso..." y nunca se lo he dicho a nadie personalmente, ¡nunca! Ni lo
diré. Pero yo sí pienso, yo sí sé, que gracias a que se dio una lucha como
la que se dio, y gracias a que mis hijos cogieron cárcel, gracias que yo cogí
cárcel, gracias que mi esposa ha sufrido lo que nadie... Es más, ¡más que
yo! Porque esa sí se queda aquí encerrada, pendiente a qué es lo que va a
pasar con... Sufriendo. Esa ha sido la que ha estado ahí, en ese mueble que
está ahí al lado, ver los federales entrar, apuntándole con escopetas largas,
con armas largas a uno de sus hijos para sacárselo preso. Mire, mi hermano, eso
no es fácil. Pero, si de verdad queremos un Vieques libre, tenemos que ser
serios, tenemos que ser honestos. Y yo creo que... No sé en esta etapa, te lo
digo con toda sinceridad, tiene que haber un aborto de la naturaleza, para que
pueda haber una comunicación sincera, porque yo no creo en la hipocresía. Si
se me acerca y me dice "Mira, Zenón, yo quiero trabajar contigo", o "Yo quiero
hacer esto, quiero hacer lo otro, ¿qué podemos hacer?" Coño, vamos a
sentarnos ahí y hacer como yo hacía... Las estrategias nuestras, aquí venías
y tú buscabas debajo de mi cama, y en ese mattress estaba todo en papeles. Eso
no era, eso no era "Vente y vámonos allí". No, no, no, no, no, no, no... ¡Mire!
Entrevistador: Y una pregunta, don Carlos, quizá de alguna manera este momento
ha sido, quizás, el momento donde vemos una mezcla de furia y ternura, como
dice la escritora que recopila su testimonio. Esa parte más humana que se abre
con una lucha, ¿cuáles son los desafíos? Desafíos, tanto para seguir hacia
adelante con una lucha que pueda lograr redes de comunicación buena, y
también, digamos, la vida cotidiana de las personas que hoy día están
sufriendo todavía la presencia de lo que fueron 60 años de Marina, lo que van
a ser más años de la presencia de Fish and Wildlife. Cómo un poco... Con esa
parte humana, esa parte humana, qué hace falta, ¿cuáles son los desafíos, y
además, cómo se pueden resolver los mismos?
Carlos Taso Zenón: Mira, yo no creo... Yo soy un soñador, yo soy un soñador.
Aparte de ser un soñador, yo soy una persona, no sé si es por la edad, pero yo
llevo ya como alrededor de 10 años, que a mí me gusta consultar la almohada.
Yo no puedo dormir ocho horas a pata suelta. Yo a las 2, 3 de la mañana a veces
me puedo levantar, orar un poquito, porque también lo hago, porque creo en Dios
sobre todas las cosas. Y respeto a los ateos, pero yo creo que por creer en Dios
estoy vivo, estoy aquí. Aparte, pues, soy un soñador pero no soy un soñador
fantasioso. Yo creo que eventualmente nosotros vamos a tener una universidad en
Vieques. Creo. Porque esa es otra cosa que me duele mucho. Todos los días,
cuando tú vas a coger esa lancha, tú ves el montón de jovencitos que tienen
que coger esa lancha por la mañana y cogerla por la tarde, para ir a estudiar y
para regresar. Y muchos de ellos que no pueden hacer eso, los padres con miles
sacrificios, gente pobre, gente chavaíta, que tienen que hacer de tripas
corazones para conseguir un hospedaje en la isla grande, tienen que pagarle
gastos de estadía... Hay que pagarle sus comidas y sus cositas a estos
muchachos. El problema de los libros. Porque no todo el mundo coge una beca, y
aunque coja una beca no lo resuelve todo. Y a mí me consta como viequense que
soy, vuelvo y te repito, nacido y criado aquí, de la mucha gente que se queda
en sus casas comiendo poco y no muy bueno, por tal de que su hijo tenga una
buena preparación académica, y tiene que pasar por todos esos escollos, pues
porque no tenemos una universidad en Vieques. Yo creo que si empezamos... Y eso
es parte de lo que tenemos que empezar a tener bien claro en nuestras mentes,
empezar el desarrollo ya. Que empiece a llegar gente, que empiece a venir la
gente que está en Santa Cruz, para que la Universidad de Puerto Rico, ni el
gobierno de Puerto Rico tenga la excusa de decir "No ponemos una universidad en
Vieques, porque no es suficiente estudiantes como para tener una universidad en
Vieques". Pero un teatro es mínimo y este pueblo ni siquiera tiene un teatro.
¿Entiendes? Nuestros jóvenes no tienen nada, cuestión para deportes. Nosotros
pensamos en que podemos desarrollar... Tenemos un campeón mundial, que, dicho
sea de paso, yo lo entrené como por cinco años. Yo entrené boxeadores como
por 30 años. Yo he hecho de todo un poquito.
Entrevistador: ¿Quién es ese campeón?
Carlos Taso Zenón: Dieppa. Nelson Dieppa, campeón mundial. Entonces, pues,
como te dije, soy un soñador. Yo creo que todavía, que la salud se puede
mejorar muchísimo. Un pueblo educado y con buena salud, es un pueblo fuerte.
Pero un pueblo sin salud y enfermo, sin la preparación académica que debe
tener, pues, para nosotros mismos estamos mal. Y yo creo que dentro de mi
sueño, está una universidad para Vieques; dentro del sueño está ver los
viequenses que se fueron de la isla de Vieques, que tienen familias todos aquí
todavía, verlos regresar por ahí, tener su propio hogar y compartir con
nosotros esta isla. Que para eso fue que luchamos, para compartir esta isla con
todo el mundo, no solamente con los viequenses. Nosotros somos regionalistas por
naturaleza, pero sin embargo, yo siempre he dicho que Vieques es Puerto Rico y
Puerto Rico es Vieques.
Entrevistador: Don Carlos, y, este... Usted comenta al final de su libro, usted
termina su libro con unas palabras que son que, de alguna manera hacen eco con
lo que hemos estado hablando hoy. Es la cuestión del abrazo. Usted dice que
algún día le gustaría salir a la calle y encontrarse en un abrazo con alguna
gente. ¿A quién abrazaría? ¿Qué, qué...? ¿Cómo de alguna manera podemos
interpretar ese final de su libro como, digamos, como sueño suyo? ¿No?
Carlos Taso Zenón: Es difícil. Lo dije ahí, pero es difícil. Es difícil,
bueno, porque... De hecho, yo quisiera poder abrazarme con todo el mundo, porque
aquí el enemigo es la Marina, no somos nosotros mismos. En una ocasión tuvimos
una reunión en el fortín --esto hace como alrededor de dos años y medio,
tres-- y se estaban discutiendo una serie de cosas, y tuvimos un pequeño roce
dentro de esa reunión, Ventura y yo. Y la señora Miriam Sobá, que nosotros le
decimos Chiquita Sobá, se paró y dijo "Caramba, esto yo creo que no debe ser,
porque los dos son tremendos luchadores. Esto, lo otro, bla, bla, bla..." Y yo
tuve la valentía de decirle a Chiquita "Mira, Chiquita, ven acá", y ella se me
acercó, y le dije "Mira, dile a Ventura que si quiere que nos demos la mano,
porque él no es mi enemigo. Tenemos unas diferencias bien, bien fuertes, pero
realmente en toda esta cuestión el enemigo es la Marina, y contra ese monstruo
es que necesitamos toda la unión y la ayuda posible". Ah, y le dije "Después
que saquemos la Marina, pues nos arrancamos las cabezas, pero mientras tanto..."
Eso le dije.
Entrevistador: Y ahora, ahora que sacaron la Marina, sigue Wildlife, siguen
también... Otro problema que estamos viendo es la cuestión de la especulación
de tierras, que usted lo mencionó horita. Ayer yo tuve la oportunidad de
compartir un ratito con María y con Miguel Ángel Reyes, de Monte Carmelo.
Digamos, ¿cuáles son esos nuevos retos que ocurren una vez el enemigo se va, y
hay entradas de otras fuerzas? Digamos, ¿el mercado...? Este tipo de fuerzas,
¿el dinero....?
Carlos Taso Zenón: Mira, también tenemos que tener mucho cuidado con esto.
Aquí hay muchos norteamericanos que hace años que están aquí, y que, y que
han aprendido nuestras costumbres y prácticamente comparten en igualdad de
condiciones. Ese tipo de actitud nosotros no la rechazamos, pero sí lo que nos
preocupa es, que dentro de los que han venido en los últimos años, ha habido
gente que no es distinto a la cuestión de la Marina: te compran un terreno, te
ponen una buena verja e inmediatamente tú ves los mismos rótulos que ponía la
Marina, "Do not enter", "No trespassing", y si son cerca de la playa, pues más
rápido. Por la mala suerte que aquí el gobierno central nunca ha hecho su
trabajo, Recursos Naturales... ¡Aquí han habido norteamericanos que se ha
apoderado de playas! ¿Entiendes? ¡Y nadie dice nada! Ese tipo de cosas, a
nosotros nos preocupa. Yo creo que la cuestión de la invasión de terreno, en
este momento tenemos que... Yo los veo a todos por igual en este momento, los
recién llegados, los que están llegando. Ahora no estoy diciendo que aquel es
bueno o aquel es malo, yo creo que todos vienen porque lo que pasa es, que se ha
tirado una propaganda por la internet de algunos Realtors que ya hay en Vieques
--que antes no habían--, diciendo que ahora que la Marina se fue, que vengan a
Vieques, que esto es, se le llama ahora el Paradise Island, o sea, la isla del
paraíso. Y me molesta que, ¿por qué están llegando ahora y por qué no
llegaron cuando necesitábamos que estuvieran aquí también? Para ver si los
metíamos de cabeza en el área de tiro también, a parar el bombardeo. Este...
Pero más que eso, no está viniendo a comprar gente humilde, porque si viene
gente a comprar por diez y doce mil dólares, todavía yo tengo la esperanza que
baje alguien de Santa Cruz con diez o doce mil pesos y pueda comprar también.
Pero cuando viene uno y compra por 40 y 50 mil, el de Santa Cruz, el viequense
de allá arriba, que es pobre todavía, no puede hacer eso. Y yo creo que eso
nos está acaparando el sitio de nuestra gente, ese tipo de... Y de hecho,
estamos pensando, y no está descartada la estrategia y la vamos a decir, yo no
tengo problema con eso, porque ya no es un grupito, que vamos a velar a todo ese
norteamericano que venga y ponga una verja, y haga cualquier cosa ahí y se
vaya, porque lo que quiere es venir una vez al año a disfrutar de nuestras
playas y a traer los perros, como están haciendo algunos, que no los llevan a
su área donde viven ahora, pero sin embargo, los llevan a las playas que
tenemos nosotros, que usan los viequenses, llevan los perros a ensuciar las
playas y a chavar la cosa. Ese tipo de gente, lo hemos pensado unas cuantas
veces, de conseguir los compañeros jovencitos por ahí que no tienen nada, e
invadir. Invadirles. Y que vengan, cuando ellos vengan, pues se encuentran,
porque ya hay una casa, una gente, entonces pues... La Marina tenía más fuerza
y peleamos con ella, y no están bombardeando a Vieques.
Entrevistador: Ajá. Y, en términos de su, de... Primero, la actitud de la
administración municipal con respecto a la venta de terrenos, la actitud del
gobierno de Puerto Rico, ¿cómo usted ve...? ¿Ha habido cambio entre la Marina
y, digamos, estas nuevas ocupaciones? ¿Hay una actitud diferente?
Carlos Taso Zenón: Mira, los dos gobiernos, tanto a nivel central como a nivel
local, han estado arrastrando las patas respecto a toda esta cuestión de cómo
controlarlo. Hoy está en "El nuevo día", un artículo, creo que en la página
82, ellos están hablando ahora de crear un mecanismo para evitar...¡¿Pero y
por qué no lo hicieron antes?! ¿O es que no hemos tenido la experiencia de
Culebra? ¡Si tenemos la experiencia de Culebra! Desde el 1975 a Culebra lo
están invadiendo medio mundo. Los culebrenses allí apenas tienen nada. De
hecho, ya son extraños en su propia tierra, que es lo que va a pasar aquí
eventualmente. Pues hoy, creo que en la página 82 de "El nuevo día" aparece el
Comisionado de Vieques --que no sé por qué le están pagando un salario de
$90,000.00 dólares a ese hombre aquí, porque ese hombre no hace nada, ni
compone nada en Vieques-- ahora está hablando de que se va a crear un mecanismo
a nivel central para, inclusive, los que tienen propiedad, ellos van a buscar
una forma de que para vender, tiene que saber cómo y a quién le van a vender.
No sé hasta qué punto eso es legal, porque una vez que tú tienes tu
propiedad, yo me imagino que tú puedes vendérsela al que te dé la gana. Pero
hoy están hablando de empezar a bregar con un mecanismo. Esto se ha aguantado
un poquito, pues, porque hemos visto una... Ha habido una gente que nos estamos
metiendo, especialmente a Villa Borinquen y estamos llevando el mensaje fuerte,
de que, mira, no vamos a seguir permitiendo esto. Y ya fuimos a donde el alcalde
y le dijimos "Mire, señor alcalde, usted se va a buscar un problema". Inclusive
le pedimos al alcalde que nos proveyera y no nos lo quiso proveer, un sistema
que ellos tienen de, como unos mapas donde están localizados los lotes, para
nosotros saber cuáles son los lotes que no están, que no han sido todavía
[ININTELIGIBLE] por nadie, para empezar a meter parejas en esos lotes, porque ya
esto se hizo una vez. Nosotros, antes de Hugo, en el '88, nosotros le
quitamos... Eso es otra cosa que... Esa historia quisieron narrarla en
"Claridad" una gente y no la supo narrar, porque no la conocía. Era por hablar. ¿Entiendes?
Entrevistador: ¿Cuál fue esa historia?
Carlos Taso Zenón: Nosotros en el '88 decidimos --un grupo pequeño, un grupo
pequeño-- que había mucha gente en Vieques que no tenían, jóvenes, parejas,
que no tenían un sitio donde hacer una casa. Y aquí se me acercó un muchacho
que le apodaban Poeta, el nombre es Antonio Figueroa, y él se buscó dos
personas, y se fue por la parte suroeste de la isla y empezó a invadirle
terrenos a la Marina. Cuando empezaron a apretarle las tuercas, él vino hasta
casa y me dijo "Zenón, necesito ayuda", le dije "¿Qué pasa?" Me explicó lo
que estaba pasando y yo le dije "Mira, pues vamos a dividirle la fuerza a la
Marina. Que tenga que pelear por dos flancos". Esa es estrategia. Me dijo
"¿Qué tú sugieres?", yo le dije "Bueno, eso es bien sencillo, tú te vas por
el suroeste y yo me voy a [ININTELIGIBLE] un grupo por el noroeste". Entonces,
él le cogió 300 cuerdas por el suroeste y yo le cogí 300 cuerdas por el
noroeste. Y empezamos a ubicarnos y a meter gente, le cercamos. Medíamos, esto
no era a güipipío tampoco, era, medíamos "Te toca... El lote tuyo es tanto
por tanto, media cuerda", como esto. Y medíamos "No cojan aquí porque aquí va
una carretera". Una cosa bien planificada, ¿entiendes?, bien planificada.
"Aquí no, porque aquí va una escuela". Te digo, yo soy soñador, pero sueño
cosas que yo creo que se pueden. Y nada, llegó un momento que hubo casas que ya
tenían su pozo séptico y toda esta cosa. ¿Qué pasa? Que en el '89 viene
Hugo, y Hugo nos azotó... A esta isla la azotó duro, fuerte. Pues, tuvimos que
recogernos y lo que... Yo fui uno que me quedé sin casa. Entonces, yo tenía
que atender mi familia y mi casa. Y la gente, cada cual estaba bregando con lo
que podía. Y mientras tanto la Marina se aprovechó, lo que hizo fue que echó
los portones, los gates más acá, pusieron una vigilancia, cercaron bien,
entonces se nos hizo imposible regresar a recuperar los terrenos. Pero
[ININTELIGIBLE] nosotros eran 800 cuerdas.
Entrevistador: Y este proyecto de recuperación de terrenos, ¿estaba bastante
cercano a lo que estaba haciendo Carmelo anteriormente, o...?
Carlos Taso Zenón: Mira, más o menos, para hablarte franco, cogimos más o
menos lo de Carmelo como modelo. Porque a Carmelo también lo ayudamos. Carmelo
hubo ocasiones que mi esposa y yo dejamos a los nenes durmiendo solitos, que
tenían 2 y 3 años. Carmelo llamaba "Mira, se me están metiendo los federales
aquí", y no sé si te dijo eso ayer, pero que una vez nos metimos y tuvo que
quemar un camión allá arriba y medio mundo, y echar hasta las abejas a esta gente.
Entrevistador: No, María no nos contó eso. [Risas] Si lo quiere contar.
Carlos Taso Zenón: No, no, chacho. En algún momento, si tú ves los paneles,
te lo cuente. Y siempre estábamos pendientes, pero había un grupo, no era un
grupo tan grande. Carmelo con su gente y contaba con nosotros. Cualquier cosa,
llamaba y yo arrancaba. Una noche, nunca se me olvida, llamó aquí como a la
una o dos de la mañana, que se le estaban metiendo los federales allá arriba,
y Aleida me dijo "Vamos a tener que dejar los nenes durmiendo. Esperar que no
estemos más de una hora y [ININTELIGIBLE]" Y arrancamos y dejamos a los nenes
durmiendo a la una. ¡Eso es lucha! Eso es tú querer hacer algo por tu gente y
tu pueblo. A Carmelo no lo podíamos dejar solo, y pensamos "Los nenes puede ser
que se despierten y caminen por el cuarto", porque el cuarto se lo dejamos
encerrado. Pero, permiso.
Entrevistador: Yo creo que es mi teléfono, perdóneme. Aló. Bien y tú mami,
¿cómo estás? Mira mama, estoy en una entrevista, yo te llamo ya mismito.
Bien. Bye. Era mi mamá. [Risas]
Don Carlos. le quería, le quería también preguntar un poco de... ¿Quiere
coger un breiquecito?
Carlos Taso Zenón: No, no.
Entrevistador: ¿Está bien? Tenía otras preguntas un poco sobre... Usted
menciona en un momento dado a Dámaso en el libro como desobediente civil.
¿Habría diferencia entre la labor de Dámaso, lo que fue Dámaso como
desobediente y Dámaso como alcalde? Si le pregunta no le llama mucho la
atención, quizás...
Carlos Taso Zenón: No, no hay problema, no hay problema... Mira, yo no creo que
yo, no sé en ese libro si yo pongo a Dámaso como desobediente civil. Después
tú lo chequeas de nuevo. Dámaso nunca fue desobediente civil. Nunca. Nunca en
su vida. Él hace... Narra que una vez a un amiguito de él le dieron un tiro en
la cabeza. Eso fue cierto, y que él sintió muchísimo eso, pero eso no fue
haciendo desobediencia civil, eso fue en el área civil, fuera del Campamento
García. Pero eso lo averiguas más tarde por ahí con la gente, ¿sabes?
Después que yo no te esté metiendo un paquete. Pero Dámaso nunca fue
desobediente civil. La única vez que Dámaso hace desobediencia civil, es
cuando fue al área de tiro. Y para ir al área de tiro... Eso se lo puedes
preguntar a él. A él, a él personal. Vete ahí derechito, a la boca del
caballo, como dicen por ahí. Él vino a esta casa a decirme que quería hacer
desobediencia civil y yo me pregunto, ¿y por qué vino aquí? ¿Por qué no fue
a Justicia y Paz? ¿Por qué no fue donde Olivieri, que estaba el Cayo Yayí?
¿Por qué no fueron los hostosianos? ¿El partido independentista? Habían doce
campamentos. Distintas organizaciones, mejor dicho, y llega aquí. Y eso mismo
que te estoy diciendo le dije "Pero [ININTELIGIBLE], ¿por qué tú vienes
aquí?" y me dijo "Porque ustedes son las únicas personas que me pueden llevar
al área de tiro". Porque no era entrar por la verja, él quería ir al área de
tiro. Y yo le dije "Mira, yo no tengo ningún problema. Vete y chequéate con
Nelly..." Porque Nelly, la esposa, y mi esposa, se tratan como si fueran
hermanas. "Vete y chequéate con Nelly, si Nelly te dice que no hay problema,
pues viene por aquí de nuevo", y lo planificamos. Y se fue por ahí como un
muchachito cuando le haces un regalito, contento. Y como a la hora llegó, me
dijo "Hablé con Nelly y me dijo que no hay problema". Coño, pues vamos a
planificarlo, en dos semanas. Y ahí lo planificamos. Esto se convirtió en el
cuartel de las estrategias y de todo. Dos hijos míos quisieron ser voluntarios
para acompañarlo, que eso le costó cárcel a ellos, porque los cogieron. A lo
último, a ellos los cogieron allá arriba. La única vez que los cogen a
Cacimar y a Pedro. Yo envié al hombre de "La voz de Vieques" con él. Pérez
Martín, un militar que conocía el área. Tú sabes, no era... Te digo, esto no
era, no es un güipipío. Mis cosas son siempre... Tienen que ser así. Tú
está bregando con el aparato militar [ININTELIGIBLE]. Y esa gente tiene su
gente de Inteligencia, ellos tiene todo y tú tienes que estar preparado para
eso. Y lo llevamos al área de tiro, al área de bombardeo. De aquí se llamaba
a la gobernadora, ella comunicaba aquí. Y aquí se hacía todas las
diligencias, la familia de él venía, se sentaba ahí todo el día para saber
cómo estaba, qué era lo que estaba pasando en el áre, porque siempre
manteníamos una comunicación. Y de ahí es que Dámaso... El Puerto Rico
conoce a Dámaso por primera vez, y alguna gente de Vieques. Porque nunca lo
habían conocido como luchador, tú sabes. Y nosotros entendimos "Coño, esto es
bueno, hay que ir a hacerlo. Pues, ¡qué carey!" Lo que me molesta hoy día, es
que él se aprovechó, él supo, verdad... Mira, si Dámaso aprovecha ese
momento después que sale y hubiera sido meridianamente inteligente y demuestra
a este país que lo que hizo lo hizo no por cuestiones política partidistas, yo
no creo que Dámaso... Que en este país hubiera personas una persona más
respetable que Dámaso, pero la gente ya se está dando cuenta de que... Se
dieron cuenta cuando salió de la cárcel. Cuando salió de la cárcel él
decía "No, que yo voy para Vieques, que si Sila..." Tan pronto la gobernadora
lo llamó, de allí mismo donde estaba en el campamento que teníamos frente a
la cárcel, de allí fue a parar a la falda de la gobernadora y ahí, hasta
ahí, ahí se chavó. Y hoy día tenemos una diferencia seria. ¿Por qué
tenemos diferencia? Porque cuando, antes de él ser alcalde, la persona que más
criticó --también lo averiguas afuera y le preguntas a él-- a las distintas
administraciones que pasaban por ahí que, que lo que hacía era robándose los
chavos, era yo. Yo hacía programa de televisión de dos horas, a veces, para
que le llegue a la alcaldesa de Vieques que se estaba robando los chavos. ¿Y
por qué yo hacía eso, si yo no soy político, ni tenía aspiraciones a ser
nada? Pero se estaban robando los chavos de un pueblo que está chavao, que
necesita salud, que necesita un montón de cosas, y se estaban robando el
dinero. Y yo tenía que denunciar los que se estaban robando el dinero, para ver
si los sacábamos de allí y poníamos a alguien. Y la sacamos de allí y
pusimos a alguien, desgraciadamente, pues, Dámaso está haciendo lo mismo. No
te lo estoy diciendo porque me lo imagino, es porque nosotros los conseguimos...
Siempre a mí me traen las cosas, las evidencias, [ININTELIGIBLE]. No hay
razón, no hay razón por la cual le tienen que estar pagando $313,000.00
dólares a un abogado. Que ahí lo tenemos en un informe del Contralor, ya lo
tienen pinchado con $47,000.00 pesos que se robó. De eso es que estamos
hablando. Entonces, yo Dámaso, pues, yo lo llevé allá arriba, esto y lo otro,
??por eso yo no se lo voy a prohibir?? Le estoy haciendo unas críticas y él se
ha sentido incómodo y me declara su enemigo. Pero yo no tengo problema, ¿sabes
por qué? Porque horita cuando termine contigo, la señora termina de cocinar
ahí, me siento, como tranquilo y si no hay agua, pues voy a abajo y me llevo la
olla. Yo como aquí y bebo en la quebrada. Dámaso no me da comida. ¿Entiendes? Bien.
Entrevistador: Don Carlos, una preguntita que sí, quizás, para recoger...
Usted, el testimonio suyo del libro "es una travesía de la memoria y el
pescador narra los peligros del mal y la calma de las aguas". ¿A qué ahora le
teme y en qué confía el pescador de lo que va a surgir en está, va a seguir
surgiendo en esta lucha? ¿Y cómo el pescador, de alguna manera, sigue
informando esa, ese lugar de las aguas? ¿Esa calma o turbulencia? por eso
Carlos Taso Zenón: La preocupación mayor ahora del pescador, increíblemente
no es ni siquiera el bombardeo, la preocupación del pescador en este momento es
el hecho de que se están haciendo unos estudios y ya empezaron a encontrarse
uranio en el agua. Eso tiene que ser bien preocupante.
Entrevistador: ¿En el mar?
Carlos Taso Zenón: En el mar. En el mar, en la parte sureste de Vieques se
encontró uranio. Entonces, el muestreo una vez, ahora fueron de nuevo y
encontraron que se está regando. Pues eso tiene que ser bien preocupante. ¿Por
qué? Porque puede llegar un momento en que la plataforma de pesca del área de
Vieques quede contaminada de manera tal que saque al pescador del agua para
siempre. Eso es preocupante. Y la otra preocupación es el gobierno. Ahora mismo
el Departamento de Recursos Naturales... No sé si estabas en Puerto Rico ya, le
hicimos un piquete no hace mucho en la isla grande, metimos 600 pescados.
Entrevistador: Ah sí, yo estaba, yo estaba.
Carlos Taso Zenón: Pues, le hicimos una... ¿Por qué? Porque están preparando
un tipo de reglamento, mira, que va en detrimento del trabajo del pescador. Si
el pescador es una persona humilde, pobre, chavá. No le pongas restricciones,
no le pongas... ¿Entiendes? Y si tienes, si le vas a restringir algo, pruébale
de que... ¡Porque también nosotros somos conscientes! Porque, mira,
increíblemente la gente desconoce que el mar, eso es una tala. ¡Eso no es
distinto a tierra! La gente desconoce eso, pero eso no es distinto a tierra. Yo
pesco una plataforma, y la pesco y la pesco y la pesco y la pesco, y va a llegar
un momento en que no va a haber nada para mí ni para nadie, porque eso no es un
manantial de peces. Igual es acá, tú siembra maíz o una cuerda de terreno y
cosechaste un buen maíz, y el otro año cosechaste maíz bastante bueno, el
otro año ya es menos bueno y para el cuarto año estás consolidando lo que
nosotros decimos por acá el cocorrón, que es una mazorquita así de chiquita.
Porque lo sobre sembraste, y aquí si lo sobre pescas, pues es más o menos lo
mismo. Pero nosotros los pecadores tenemos esa conciencia bien clara, estamos
claros en eso. Pero no vengas a aplicarnos un reglamento que tú lo adoptaste de
la Florida, porque las costas allá son distintas y las plataformas de pesca en
Puerto Rico son distintas. Entonces, tú me vienes a aplicar un reglamento que
adaptaste ahí, que va totalmente, es bien... Es un matador para el pescador
puertorriqueño. Y ellos han insistido, y a través de los años han hecho eso.
¿Cuántas toneladas de...? Aquí entran, están entrando alrededor de, creo que
son 22 toneladas de pescado frisado anual, anual. ¡No! 200 toneladas de pescado
frisado anual. ¿Por qué? Y nosotros estamos teniendo problemas para vender
pescado fresco, porque el gobierno de Puerto Rico aparentemente está teniendo
una ganancia en este pescado que están importando de distintas partes del mundo
aquí, y entonces no está llevando una campaña educativa al país de lo que es
pescado fresco del país. ¿Entiendes? Prefieren que el hombre, que el
[ININTELIGIBLE], que el ciudadano que desconoce, que va al freezer y ve un pez
allí coloradito allí "¡Contra, mira qué bonito!", ¡pero mírale los ojos!
Si le ves los ojos hundidos, por favor no lo cojas, que ese ya ha pasado como
por 50 freezers. Y cuando tú vayas y lo pongas en tu caldero, en tu d'eso, tú
lo que estás comiendo es paja, ¡eso es leña! Eso no compara con una sierra
que yo saque, vaya y la lleve, a los dos días ya se la están comiendo. Pero
ese tipo de educación no se está, no se le está llevando al país, y no es
pura equivocación, porque el sentido común te dice que si tú de verdad
quieres echar la pesca de Puerto Rico hacia adelante, hacer lo que se llama la
verdadera pesca comercial, tú tienes, como gobierno, educar al pueblo. Y este
nunca lo han educado respecto a la pesca, el pescador, a la pesca fresca de
Puerto Rico. Y se le sigue atosigando... Nosotros le vendemos al país, creo que
son 6 toneladas de pescado fresco en el año, y se importan 22. 200, perdón,
200, pescado frisado. O sea, ese es un escollo para el pescador. En el futuro si
esto no cambia, la cosa se está poniendo, se va a poner feíta. Y con Vieques,
si las aguas se nos siguen contaminando, el futuro de la pesca en Vieques
está... Esperemos que eso del uranio sea algo que esta gente ha dejado, porque
ahora mismo en la barcaza [ININTELIGIBLE] [Video se corta] en las aguas cerca
del Monte David, que tiene como 500 "drones" adentro, la Marina nunca ha querido
tocarla y eso eventualmente se empieza a deteriorar, y es posible que estos
"drones" contengan uranio y eso es lo que está pasando y se está regando. Que
aunque tenga 500 "drones" no es tan malo si es eso, porque en algún momento,
pues ¡qué carey! Yo no sé cómo puedo terminar, pero...