Interview with María Velázquez 2004 B
Vieques Struggle: A Digital Video Archive

Juan Carlos Rodriguez

Entrevistadora: ¿...que tenía contacto con Zenón?

María Monte Carmelo: Sí, sí, con Zenón. Sí, Zenón, desde muy joven le
gustó la mar y la pesca. Yo tenía un hijo pescador, que era luchador también,
sí, él se llama Elí. De hecho, está por fuera, porque él está cuidándome
el otro que tengo maldito. Que yo diría, si a mí me preguntarían si yo
volviera a la lucha, que era lo que le dije antes... Yo diría, yo lo pensaría
y nada, nada, nada me detendría de yo volver a vivir años sin luz, sin agua,
sin carreteras, mi nene pasando por unos problemas que hasta los maestros en la
escuela hasta lo abochornaban "¡Esos zapatos tan enfangados! ¿De dónde tú
vienes? ¡Ave María, tu pai es bien loco y tu mi mai!", y qué se yo. Pero nada
de eso me duele tanto como haber perdido a mi hijo. Yo perdí un hijo, que
murió, pero ese que murió se fue a descansar. Papá lo decidió así, el mayor
mío. Él murió en septiembre. El desahucio aquí, el intento, no hubo
desahucio, el intento de desahucio fue el 14 de abril del 89, y mi nene muere el
10 de septiembre de ese mismo año. Pero el que perdí, que se me le fue su
mente, era un, que el primer testigo que tengo de que el nene mío era 4.0 en la
escuela, ¡un baloncelista tremendo! Jugaba básquetbol, un atleta, corriendo no
había quién le ganara, es mi hijo Andrés. Mi hijo Andrés, cuando los
militares vinieron... Él siempre tenía todas sus cosas en maletas,
acomodaditas, y entonces, pues, todo lo de él se le quedó, y él no ha vuelto.
Y aquí psiquiatría en Puerto Rico es, como te digo, que me da tanta pena
decirlo de los nuestros, no sirve. Psiquiatría aquí, no te trabajan bien. Las
mujeres que tienen postpartum, los drogadictos, los que padecen de depresión, a
todos le dan lo mismo: Haldol y Benadryl.

Entonces, ¿qué sucede? Que de Villa Borinquen era parte de Monte Carmelo.
Monte Carmelo se convirtió en Monte Carmelo, porque en 1978 le da un infarto a
mi esposo, lo llevo para EE.UU. Me dijeron "¿Usted no tiene familia en Santa
Cruz, o familia en EE.UU., cosa de que al él salir de donde él está, pues
puede volver... ¿Entiende? Puede sentirse mejor, porque aquí ve sus
herramientas..." OK, y entonces yo pensé, yo tengo hermanas en la Florida, voy
a la Florida. Y me fui a la Florida a fines de mes. A Carmelo lo operaron en
agosto del '78 y yo me fui en diciembre, con toda la familia. Fuimos allá, y
aquí dejamos la casita de madera, y habíamos tirado un piso de cemento a la
parte atrás de la casa en el 1976, que con eso yo se lo enseñé a la Marina,
cuando regresó 10 años después. Entonces, ¿qué sucede? Que cuando llevo a
mi esposo para allá... Allá también, que no te voy a comentar de esa. En otra
ocasión te la comento, porque si me meto en ese detalle, ¡olvídate! Allá
hicimos iglesia hispana. Porque no habían iglesias hispanas, y entonces, pues,
fuimos nosotros... ¡Porque hay que enseñarle a los niños de Dios! Y yo soy
una persona y mi esposo también, que nosotros no creemos en las religiones en
distinción, como la Iglesia Pentecostal, la Iglesia Metodista, la Iglesia
Adventista, la Iglesia Católica, la Iglesia Testigos de Jehová, la Iglesia
Bautista, y todas las demás. ¡Todas! Todas son de Dios, porque todas están
buscando un camino, está buscando a jehová, y creen en el Padre, en el Hijo y
en el Espíritu Santo, pero dentro de todas tienen sus organizaciones, que cada
una dice "No, ¡aquel está mal! No, no, no, tú no guardas el sábado, ¡tú
estás mal! Tú te vas para lo otro, para el infierno", entonces los
Pentecostales "No, no, no, tú te vas para el infierno". ¿Tú mandas a las
personas para el infierno? No, ninguna de esas personas va para el infierno,
porque dice la Biblia que Papá Dios aquel día van a haber sorpresas en el
Cielo, y Él va a decidir. Porque un católico, por más pentecostal que sea
este pentecostal, un católico puede tener hasta más amor que esa persona. Y
Papá Dios es amor. Tú sabes, que si nos metiéramos en religión... Y nosotros
pusimos la Iglesia Hispana. Conseguimos un sitio... Y todo porque empezamos a
cantar unos coritos en la casa, como "Nosotros somos los mensajeros del
Señor..." unas cositas cristianas. ¿Qué pasa? Que de allá viene un viejito y
una viejita americanos "I know that in English, can I sing it?", porque es la
misma tonada y nosotros "Seguro, ¿cómo que no?". Y era un sitio de racismo, y
nosotros nos ganamos esas personas. Con el racismo, nos los ganamos para
nosotros acá. Bueno, dos años estuvimos allí. Cuando nos vinimos lloraron,
porque primero no nos querían allí. Era un sitio de ancianos, y estos, los
siete hijos míos, y nosotros los puertorriqueños que de por sí somos un
poquito alborotosos, empezamos a gritar "Mira, muchacho, ¡ven acá!", y ellos
miraban... ¡Y nos los ganamos! Yo dije "Tú te le acercas a ese viejito, y le
dices 'Sir, ¿yo lo puedo ayudar a llevar ese paquetito a su casa?'" Gente en
una bicicleta, ¡ancianos! Y entonces te van a decir "Vete para allá, ¡vete
para tu casa!", tú le dices OK y te vas, no te le malcrías. Y el otro te va a
decir "¿Qué, tú quieres chavos, verdad? ¿Verdad, que lo que estás buscando
es chavos?", tú dices "No, no, no. No quiero chavos. Es para ayudar". Porque
nosotros en Puerto Rico, acostumbramos a ayudar a los ancianos. Entonces poquito
a poquito nos los vamos ganando. ¡Chacho! Después ellos los llamaban "No, no,
no quiero chavos", "No, ¡tienes que cogerlos". A una señora se le cayó la
ropa lavando, y yo mandé a mi nena a ayudarle a tenderla, de lejitos. Yo dije
"No te le pegues mucho, que te vaya a tirar con algo". Y así nos los ganamos,
fíjate. Pero que allá dejamos aquella iglesia establecida, la Iglesia Hispana.
Y le pusimos una bandera de Vieques, y una bandera ameri... Estaba la americana,
la de Vieques, la de Puerto Rico y la de la religión. Estaban cuatro banderas.
Nos llevaron a la Corte. Sí, por la bandera puertorriqueña y la de Vieques.
Porque podíamos tener la americana y la de la iglesia, la de la cruz. Entonces
nosotros le ganamos el caso. Carmelo "No, no, no. Donde quiera que nosotros
vamos, nos identificamos que somos puertorriqueños, para que los hispanos..."
Era la Iglesia Hispana, le pusimos la Iglesia Hispana, tampoco le pusimos
Iglesia Puertorriqueña, era la Iglesia Hispana. Entonces, ¿qué pasa? Que los
hispanos, aquí hay cubanos, hay dominicanos, hay de (Inteligible) y Venezuela,
¡hay diferentes! Así es que nosotros queremos que los hispanos que no saben
inglés, vengan a la iglesia, pero queremos identificarles que somos
puertorriqueños. Y el puertorriqueño, donde quiera que va, identifica de qué
pueblo es, por eso es que esa bandera de Vieques está ahí. Y ganamos el caso y
nos dejaron las banderas. La cuestión de que después fuimos a un chinal, y
subimos de cuatro centavos que le estaban pagando a los mexicanos... ¡Trabajan!
Los cogen de abuso, ¡daban pena! Y entonces, pues, nos fuimos al chinal a
bregar con ellos y le ganamos. Hicimos una huelga, y ellos no querían "No,
porque don Carmelo. Nos van a mandar para México, porque esto es ilegal,
nosotros estamos ilegales". Y Carmelo "Eso no tiene nada que ver. Ustedes
cállense la boca, que el que está protestando soy yo". Y les buscamos 10
centavitos, terminamos después de la huelga con diez chavitos. Que era en una
canasta. Bien, pues allá nos metimos, y después Carmelo les interpretaba en
Corte a los mexicanos. Y veíamos los rótulos que decían en inglés "Hay
baterías para las personas...", y ellos como no saben inglés, no lo leían.
Nosotros nos metíamos a los sitios "Mire, ¿qué dice aquello allí, que...? Yo
tengo un amigo que tiene...", "¿Y usted de dónde es?", "De Puerto Rico" "¡Oh!
¡Ah!", ya somos... Entonces, y le ayudamos mucho allí. Que donde quiera que
hemos ido, hemos ido a servir. Y entonces, me junté con Carmelo, que le gusta
eso y a mí también, y eso lo que nos ha mantenido 41 años. Entonces, ¿qué
sucede? Que volviendo otra vez al rescate de tierras, aquí nosotros le
decíamos a Zenón, cuando en el '76, estábamos rescatando las tierras, en
verdad no necesitábamos mucho de los pescadores, porque los pescadores bregaban
por el mar y ellos tenían ya sus organizaciones. Y había una pugna siempre
entre los del norte y el sur.

Entrevistadora: ¿Cuál es esa pugna?

María Monte Carmelo: ¡Ay, Dios mío! Es una pelea. Una pelea entre... La pugna
de los del sur y el norte. Lo que pasa es, que ellos quieren mandar, los del
sur, pues, no quieren que los del norte vayan a aquellos pesqueros, y entonces
los que se van por acá dicen que aquello son los pesqueros de ellos. Cosas
entre ellos, que no sé, la pugna entre... Pero, que en el '86 cuando nosotros
regresamos, me fui en el '78 para allá, regresamos en el '80, y cuando
regresamos, pues, Carmelo operado, todavía delicado, yo con mis nenes todos pequeños...

Entrevistador: ¿Regresaron aquí mismo?

María Monte Carmelo: Sí. Yo dije "Carmelo, se nos va a hacer difícil vivir
allá arriba en el monte, porque imagínate tú, el camino se tapó, no hay esto
no hay lo otro..." Entonces, pues, "Pero, vámonos para allá". Y ya, pues,
regresamos aquí, pero teníamos una casita en los Bravos de Boston, que era
donde teníamos el agua, y allá íbamos, buscamos los drones de agua, y una
noche se metió... Y a veces, cuando nos cogía la noche y no podíamos venir
para acá, porque el pickup la rueda se le rompió e un tocón. Cuando nosotros
tumbábamos una d'estos, los tocones se quedaban, a menos que tú no lo saques
con un pico, y nos reventaban las llantas de los carros... Bueno, la cuestión
es, que a veces nos quedábamos allá, y había un vertedero en la parte...en la
playa, al lado de la playa, ¡bello! Hoy por hoy está cerrado, hicieron otro. Y
muchas personas... Y está cercado y cerrado, y muchas personas no saben por
qué está cerrado. Eso está cerrado, porque ahí cayeron 5 bombas de los
americanos y encontraron tres nada más. Las otras dos están allí. Cerraron el
vertedero, ¡si ahí prendían fuego! Y la gente iba a echar basura. Y la
bulldozer, pues, está "rebuzneando"... Explota una bulldozer allí cuando
choque con eso, ¡olvídese! Hay dos bombas allí enterradas que no las pudieron
sacar, y por eso es que cerraron el vertedero. Pero antes de cerrar ese
vertedero, cuando nos quedábamos en los Bravos de Boston, el viento soplaba, le
pegaban fuego... ¿Quién le pegaba fuego? No te sé decir, pero le pegaban
fuego al vertedero y entonces todo ese humo se metía en casa de los Bravos de
Boston, cuando nos quedábamos allí a dormir. Y Carmelo, pues, padece de asma y
se asfixiaba "¡Ay, Dios mío, no puedo estar aquí! Mira, María, ¡vámonos!"
"Vamos a rescatar", me decía él "la tierra al lado de allá del vertedero" Y
así lo hicimos, nos levantamos un domingo y fuimos en el '82... Ya teníamos
acá, pero fuimos en el '82 para rescatar otro sitio, para cuando no pudiéramos
subir para allá arriba, pues estar allá, pero al lado de allá del vertedero.
Y ese sitio se llama Bastimento. Rescatamos allí una montañita... Siempre nos
han gustado las montañitas, en lo alto. Y entonces rescatamos más allá del
vertedero y ese sitio, hoy por hoy, se llama Villa Borinquen. Nos quedamos allí
desde el '82, '83, '84, '85, entre yendo y viniendo hasta acá. Hasta que un
día Carmelo me dice "María, vamos a quedarnos definitivamente en Monte
Carmelo". No era Monte Carmelo, en Villa Borinquen. Allá arriba. Nosotros le
llamábamos a esto aquí el Cerro Negro.

Entrevistadora: ¿Por qué?

María Monte Carmelo: Porque de lejos tú lo mirabas y habían tantos
árboles... Habían tantos árboles y estaba tan, como, ¡qué se yo! Una sombra
tan linda, que se veía oscuro. Y le decíamos el Cerro Negro de tan oscuro que
se veía de allá. Y me dijo "¿Estás dispuesta a pelear conmigo otra vez con
la Marina?" Porque ya las personas que estaban allí se fueron.

Entrevistadora: ¿Y cuándo es que ustedes fueron a corte, más o menos?

María Monte Carmelo: Nosotros habíamos ido a corte cuando esto era Villa
Borinquen, una sola vez... Tres veces, pero por Villa Borinquen, cuando era
Villa Borinquen. Cuando regresamos en el '86, a definitivamente no volver allá
abajo, sino a quedarnos a traer el agua, a conseguir agua, a buscar la
construcción que habíamos empezado en '76, de cemento. Estamos desde el '72,
pero en el '76 empezamos a construir en cemento, al ver el viento que había.
Entonces, cuando estamos aquí en el '86, pues, se nos tira la Marina encima, a
nosotros nada más, porque ya no había más nadie. Por ahí para allá no
habían carreteras. Era esta casa, y nosotros hicimos la carretera de allá
abajo hasta aquí. Y entonces fuimos al acueducto, pusimos agua, una tubería,
250 tubos trajimos, de 10 pies cada uno, desde la brea hasta acá. Entonces, no
hicimo la zanja suficiente honda, porque era muy lejos desde la calle hasta
acá, y entonces los caballos oían el agua y la pateaban y todo el tiempo
teníamos un chorro de agua. Bueno, eso era un problema, conseguir el agua.
¿Qué sucede? Que en el '86, en mayo, cuando se terminaron las clases, le
dijimos a los nenes "Nos vamos a quedar allá. Recojan sus cositas y nos vamos".
Aquí nos quedamos, y se nos tiró la Marina encima, con una orden de que no
podíamos estar aquí, este es tierra federal. Y Carmelo "No, no, un momento.
Este es tierra nuestra, y ustedes me están diciendo a mí que no construya. Yo
no estoy construyendo, yo estoy aquí buscando mi zapata, porque esto yo lo
empecé desde el 1972. Lo continúe en el '76 y ahora vengo en el '86 a terminar
mi casa de cemento, y no nos vamos, venga quien venga." Ahí nos quedamos aquí.
Empezaron los casos de corte, y empezamos a sembrar, teníamos... Bueno, esto
aquí era una envidia. No dejábamos que vinieron los cazadores a cazar con
escopetas, venían, ¡y unas palomas tan bonitas! Conseguimos pavos, empezamos a
cercar el área, todo este monte, empezamos a sembrar. Carmelo puso un pavo, que
todavía me acuerdo, puso un pavo así, afuera y entonces le ponía una azada,
con azada. Le poníamos una azada para cada uno de los de los nenes y la mía y
la de él, eran nueve azadas. Y la nena mía, por eso es que ella trabaja como
un varón. Y Carmelo les ponía áreas, les decía "Está es tu área,
desyérbame esto aquí, que aquí vamos a sembrar gandules". Ahí afuera, ahí
donde esa palmita de coco, de acá de mi cocina yo veía mis gallinas, cuando
ponían huevos, y yo les decía a mis nenes "¡Obetito! Ya hay suficiente
huevos, vete y recógelos". Y el que tiene gallinas, sabe que la gallinas
repican, se comen las plumas y se sacan las plumas. Pero entonces, Camelo lo que
hacía era, que le hacía jaulas individuales. Y pican lo huevos y se los comen.
El piso era "jaldeado", entonces tenían una d'esto así, cuando ellos ponían
el huevo, el huevo bajaba y caía ahí, en una canal para que no los pudieran
picar. Entonces pues, chévere, hasta que la Marina... Tuvimos que empezar a
vender el ganado. Porque ahora, en estos tiempos, si yo tuviera problemas aquí
con la Marina, con la ley, con lo que sea, ¡caramba!, me voy a donde Farinacci,
me voy a donde Rubén Berríos, me voy donde Sila María Calderón. ¡Qué sé
yo! Voy allá a la Isla y hago algo, ¡algo! Pero, ¿qué pasa? Que nosotros no
hacíamos lo que estábamos haciendo por política, y cuando empezamos a bregar
con la ley, íbamos al Big Center, a un sitio que hay en la isla grande.
Teníamos que salir de aquí, buscar quién nos cuidara a los nene, íbamos
allá, cogíamos la lancha, y a veces teníamos que dormir en el puerto. Porque
nos íbamos, cogíamos carro, íbamos allá, le explicábamos al abogado qué
era lo que pasaba. Y el abogado, después que nos cogía $1,000.00, $2,000.00,
$2,500.00 pesos, nos decían que estaba difícil, que no podían seguir. Y para
nosotros poder pagar eso, pues teníamos que vender nuestro ganado, vendimos
nuestros pavos, casi todos los animales. Es más, los nenes cogían baños de
gandules, los desgranábamos aquí, y ellos mismos los vendían por las tiendas,
así, a $5.00 pesos la funda, una funda de 5 libras, o sea, que venía a peso.
Desgranados, los gandules. Y todo, casi todo lo que teníamos, pues, se nos fue
en esos años.

Entrevistadora: ¿Y los abogados le dieron...? ¿Qué hacían por ustedes?

María Monte Carmelo: Los abogados, pues, nos escribían cartas, mociones allá,
que si la tierra, que si nosotros estábamos aquí tantos años, que si esto...
Pero siempre ellos decían que era federal. Una vez fuimos hasta a Fortaleza.
Que vino aquí una persona a visitarnos y nos dijeron "¿Ustedes son los que
tienen problemas con la...?". Pero vayan donde Rubén Berríos, Noriega yo creo
que era, que tenía un abogado, y entonces nos dijo que él tenía un Magna Cum
Laude, no sé, de una universidad de EE.UU., y que él nos podía ayudar. Y ese
señor me dijo a mí que si él tenía... Yo dije "Mirar, todas esas tierras son
federal, dicen, pero aquí hay una casa, aquí hay un negocio... ¿Y por qué
con nosotros?" Mira lo que me dice este abogado "Si yo tengo una finca, y en mi
finca yo veo que aquí alguien pone una casita, yo voy 'Mire, usted me está
invadiendo aquí, que tiene una casita ahí', pero no me molesta, ¡lo dejo
ahí! Ahora, ustedes se plantaron aquí y ahí le molesta, así que los saca a
ustedes", y yo dije "¡Pero eso es discrimen!"

Entrevistador: ¿Le molesta a quién?

María Monte Carmelo: Pues, al dueño del sitio.

Entrevistador: Que era en este caso la Marina.

María Monte Carmelo: Ajá. Y yo le dije "Pero venga acá, si nosotros le
molestamos a la Marina aquí, pues entonces no es la Marina que tiene que ver
con nosotros, tiene que ser la Defensa, tienen que ser todos los 4 cuerpos".
Porque yo entiendo que el Air Force, el Navy, the Marines y el Army. Así que yo
tengo que escribir a Washington, al d'esto. "Ah, entonces este proyecto es más
grande de lo que yo creía", le dije yo al abogado. No me gustó cómo el
abogado me habló "Yo, siendo ustedes, recojo mis cositas porque lo van a perder
todo. Tienen que irse", y yo dije "¿Ah, sí? ¿De verdad? No, nosotros no nos
vamos, venga quien venga. Y allí estamos". Bueno, la cuestión es que nos
quedamos y seguimos haciendo nuestra casa. Vino ¿Cesáreo Nieves? par de veces.
Y mientras tanto, pues, Carmelo "María, vamos a seguir construyendo, que yo no
me voy de aquí. ¿Tú tienes miedo?", yo "No, no tengo miedo". Una vez esa
ventana estaba abierta y aquí hay una puerta, detrás de esto hay una puerta
igual que esa. Entonces, pues yo la abrí, y cuando oigo un Jeep. Viene subiendo
un Jeep y yo me asomo por ahí. Yo tenía una escoba de esas que en los tiempos
de antes se hacían como de pelusa, de paja. Estoy barriendo mi patio y ahí
llegó en un Jeep, dos, unos militares y unos vestidos de blanco, que se sabía
que era de la Marina, con gorrito marino y todo y muchas rayas, policías y del
gobierno de Puerto Rico. Y cuando vienen con Cesáreo Nieves, se paran...
Habían como seis personas, seis hombres, pues están mirando la vista, se
pararon ahí y están mirando para allá. Y yo me asomo por esa ventana, miro
por allí y los vi. Entonce yo vengo, doy la vuelta y dije "Hands up!", con la
escoba. "Arriba las manos", "Hands up!" Entonces ellos, cuando miraron para
atrás, que me vieron, ahí le digo "Arriba las manos", y muchos de ellos
estaban armados. Entonces, Cesáreo me miró e hizo, y levantó las manos, en
broma. Hizo así y levantó las manos y los demás levantaron las manos
también. Entonces yo fui con la escoba, me les paro así, los miré, qué sé
yo, les dije "OK, pueden descansar" y puse la escoba. Es una broma, tú sabes,
pero ¡no tengo miedo! ¡¿De qué?! ¿Qué pasa? Que así continuó, así
fuimos le dijimos "Mira, la cerca de... Aquí los americanos, no tiene verja".
Nosotros cuando nos vinimos aquí, no había ninguna verja.

Entrevistadora: ¿Conocían a Ismael también en esa época?

María Monte Carmelo: Conocíamos a Ismael. Ismael en el '78 se metió allá con
Isabelita, esa señora que está ahí que dice "¡No más abuso!" ¿Ves esta
señora que está aquí? Esta policía militar, esta policía militar tiene una
rodilla encima de esta señora, esta señora se llama Isabel Rosado, es familia
de Carmelo. Es esta señora, vive en Ceiba. Y me dijeron que está un poquito
delicadita de salud. Entonces, esto fue en el 1978, junto con Rodríguez
Cristóbal, que murió por culpa de que Zenón, el cuñado mío, se llama Félix
Medina, le llaman Felo, Felito, fue a rescatar, a bregar con los pescadores por
la lucha que tenían de las tierras allá adentro, en el otro lado, que no los
dejaban pescar en unas áreas... Pero, esta señora en el '78 conocimos...
Estaba Guadalupe, estaba Nilda, (Ininteligible). Nilda y Rabin hacía unos 5
años que estaban luchando en aquellos entonces con la defensa de las tierras.

Entrevistadora: ¿Ellos cómo se organizaban?

María Monte Carmelo: Sí, ellos se organizaban, este, ellos empezaron cuando
ellos vinieron y vieron la lucha que había entre la Marina, el abuso de la
gente... Y entonces nosotros, cuando tuvimos los primeros problemas aquí,
organizamos un grupo que se llamaba el Gran Consejo Viequense. Todo pasó
después del intento al desahucio, todos estos grupos surgieron. No de Zenón y
los pescadores, porque Zenón y los pescadores... Nosotros estábamos rescatando
tierras en el '65, y ellos, pues, desde aquellos entonces viene la lucha con los
pescadores y las tierras. Pero todo lo de ellos era por el mar, y cuando
nosotros los invitábamos a que nos ayudaran con lo de las tierras, ellos nos
decían "No, no. Ustedes breguen por tierra, que nosotros bregamos por mar".
Carmelo decía "Pero mira, ¡es lo mismo! Es para la isla. Tú me ayudas a mí
hoy y mañana yo te ayudo a ti". Entonces, se dieron cuenta más tarde, que era
en la unión que está la fuerza, en la unión. Y entonces, pues, en el '86
empezamos a tener los problemas de corte. Nos citaron para corte, nos citaron
para un sitio y cogimos para otro, la cuestión es que, el 14 de abril del '89
nos cayeron aquí los militares con una orden del juez Laffitte, el juez
federal, con un desahucio. Entonces pues, entraron por ahí... Antes de eso
Carmelo decía "¿Cómo yo pelearé con el ejército más grande de EE.UU.?
¿Qué yo haré?", y dijo "Mira, yo tengo una columna ahí, me voy a amarrar con
una cadena ahí". Y después dijo "No, no. Eso es ridículo, porque me van a
cortar la cadena y ya. Van a coger una pinza y me cortan la cadena. No. ¿Qué
yo haré, qué yo haré?", y dijo "¡Ajá! ¡Noticias! A ellos no le va a gustar
las noticias. Yo voy a traer a alguien". Había un muchacho aquí que se llamaba
Carlos Laster, que cogía vídeo de los sitios y hacía postcards para venderle.
Entonces él dijo "Yo voy a hablar con Carlos Laster, a ver si que ellos
vengan..." porque dijeron que venían a desahuciarnos, que venían el 27 de
marzo. Lo que pasa es que aquí había gente, que pasaron por ahí con un
Jeepito y lo dejaron, no vinieron. Entonces la gente, empezaron a dormir aquí y
a quedarse, y ellos parece que cogieron el momento... Eh, ya en abril, 14 de
marzo hasta abril y dijeron "Nah, no van a venir nada". Y cerré, que cuando
vieron que la casa estaba vacía entonces llegaron. Que era cuando estaba mi
nene en una cunita ahí, yo tengo una cunita aquí, y Carmelo dijo "¿Qué yo
haré, qué yo haré? ¡Noticias, María! Salgo en la noticias y yo hablo con...
Y se riega en el radio, en WKAQ, allá en Culebra", con este muchacho de Culebra
que estaba... Jesse Colón. Dijo "Yo se lo mando a decir a Jesse, lo llamo por
teléfono, y la notica 'La Defensa sacando las personas de su casa', eso no le
va caer bien a la Defensa, ¡olvídate! ¡Y a un militar, a un veterano de la
guerra de ellos de Corea! Olvídate, que no les va a gustar". La cuestión es
que así lo hicimos, cuando vino el día 14 de abril ellos llegan y "¿Usted es
la señora Velázquez?" Yo miré y dije "Carmelo, llegaron lo federales, son
federales, dice Marshals". Y así, así Carmelo estaba sentado en la sala, e
hizo, salió por ahí a acá, allá le dijo a uno de los nenes míos que fuera a
buscar al muchacho con la cámara. Y él subió por allá con un americano,
porque ya habían bloqueado la calle, bloquearon la calle, vinieron con una
bulldozer, hicieron un roto, me cortaron el tubo del agua, ¿para qué? Por eso
es que a ellos yo los culpo del fuego, porque ellos cortaron el tubo. Si hay
agua, tú le echas al fuego agua con una manga, pero no había agua, no me
subía agua porque ellos lo cortaron. Entonces ¿qué pasa? Que, a todo esto,
todo el día vinieron a enseñar una orden "¿Usted es María Velázquez?" y yo
"Sí, señor, ¿qué desean?" Me asomé aquí, me dice "No, que tengo una orden
de un desahucio". Yo dije "¿Desahucio? ¿Qué eso? ¿Qué quiere decir esa
palabra?" "Bueno, un eviction", y yo dije "¿Eviction? ¡Me dejas peor
todavía!" Yo sabía lo que era, pero yo le dije "¿Qué es eso?" Entonces, como
dejaba el sartén, dice "Mire, que fírmeme aquí que nosotros vinimos", y yo
"No, yo no le puedo firmar eso, porque primero que necesito leerlo. Eso es muy
largo para yo leerlo, no tengo los lentes, y se me queman las arepitas" Y me fui
para allá y ellos entraron "Mire, que vinimos a sacar todas sus cosas", y yo
dije "¿Dónde me las van a poner?" "No, porque a ustedes se les anunció que
buscarán un sitio donde poner sus cosas", "Pero es que esta es mi casa.
¿Dónde yo voy a poner mis cosas? ¿Afuera? ¿En la calle? No, no, no, no". Y
empezamos, pero ¿qué pasa? Que ya para ese tiempo el vídeo está corriendo el
vídeo. Vino el señor rapidito, porque ya le habíamos avisado "Cuando te
avisamos, ¡vas!" Y vino y no lo dejaban pasar. Y el americano, andaba con un
americano y le dijo "¿A qué usted va para allá arriba?" "Bueno, yo voy a
comprar miel". Porque Carmelo tiene unas abejas y nosotros sacamos miel.
Entonces, pues, con la d'esto que iba a comprar miel y a virar para atrás
enseguida, pues trajo al camarógrafo. Y él viró, pero el camarógrafo se
quedó, y las demás personas empezaron a subir. En la escuela, Rabin, todo, se
regó porque ya lo habíamos regado, porque ellos venían a hacer esto. Y muchas
personas de la isla grande... Era un un Viernes Santo, era un jueves, pero que
en esa semana era Semana Santa y había muchas personas de la isla grande en las
playas. En Viernes Santo, en Easter Day, pues muchos van a recordar a Jesucristo
en las iglesias, pero muchos, pues se van para las playas. Estaban en las
playas, recogieron sus casetas, y así fue que apareció mucha gente de la isla
grande aquí. Y entonces empezaron a poner sus casetas aquí "¡Pero qué
abuso!", decían. Bueno, y se formó el revolú, pero mientras tanto, la cámara
está retratando. Empiezan los marinos, suben por aquí. La escalera no era así
y así, la escalera era derecha, y en el vídeo tú la ves que está derecha. Y
empezaron a tirarme mis cosas para abajo, empezaron a sacar todo de aquí,
llegó Nilda, llegó la gente. Nilda lloró ese día, viendo el abuso. "Pero
qué abuso", decía ella. Entrevistador: ¿Nilda, del Comité?

María Monte Carmelo: Nilda Medina y Rabin. Rabin le dijo que eso era bien
abusivo, que eso daba bochorno. La mamá de Carmelo llegó, no la dejaban pasar
allá abajo. Llegó Connely, Pablo Connely. Y entonces, pues, al ver todo esto
que estaba pasando, pues, yo me incomodé, porque... ¡Y menos mal! Por el video
fue que el FBI después en una investigación no me culpó a mí del fuego.
Porque yo dije "Mira a esta gente, ¡no saben ni hacer un desahucio! Tirándome
esos libros, yo peleo con mis hijos para que se laven las manos y ellos,
tirándome todo ahí en ese truck como quiera, mis libros". Y ahí fue que se me
quemaron todos mis álbumes. Los álbum que uno tiene de los nenes cuando
nació, cuando al añito, cuando el primer cumpleaños, todo eso se me quemó,
todo, en el '89. Entonces ellos cogieron todos mis libros y los tiraban, y yo
"No saben ni hacer un desahucio. ¡Para hacer un desahucio hay que traer cajas!
Y míralos a ellos tirando... ¡Mira, si por mí fuera, yo tiro todo esto para
afuera y le pego fuego!" Y como dije fuego... No hubo fuego, pero ¡nada!
Después más tarde, buscando yo en las noticias, vieron que yo no estaba aquí
cuando el fuego, yo estaba allá abajo llamando por teléfono. Y vieron al
sospechoso, que era que salió "¡Fuego, fuego!" detrás. Pero antes del fuego,
cuando me están tirando mis cosas, yo dije "Mira, Carmelo, esta gente ya es
bastante abusivo. Ya se llevaron todo lo de aquí y ahora me están cogiendo
unas cositas que yo estoy poniendo aquí afuera para cuando nos bañemos. La
ropa me la están cogiendo ¡y me la están tirando en el truck también!"
Entonces dijo "Ah, bueno, pues viene, viene, viene, ¡se acabó! ¡Plan B!" dijo
Carmelo. El Plan B yo no lo sabía. El Plan A era el vídeo para las noticias,
pero el Plan B, ese yo no lo sabía. Cuando él dijo "Bueno, viene, el Plan B,
¡Plan B!" Y cuando dijo el Plan B, el nene mío Obed y Andresito (que se me
fue, está malito), Andrés van allá al abejal, buscan las abejas, las ponen
aquí, dos cajones... Y el que brega con abejas sabe que a las abejas tú no
puedes moverlas así. Sí se mueven de un sitio a otro, pero hay un proceso. Eso
no es así. Y entonces vinieron, pusieron los dos cajones aquí. Cuando los
marinos vienen bajando, se les pegaron de la ropa, a uno se le metieron por
entre medio de los pantalones, que tenían pantalones cortos, porque ellos no
estaban vestidos de militar. Se le metieron por dentro de los pantalones, se le
metieron en los jackets a los federales afuera. Empezaron las abejas buscando, y
Carmelo "¡Quieto todo el mundo!" Yo me quedé quietecita, a mí no me picó
ninguna, yo me quedé así. Tú te quedas quietecita, viene un panal de abeja,
no te muevas. Pero un zancudo, el que te hace mrnn-mrnn en la oreja te molesta,
y una abeja empieza a hacer un alboroto, y tú empiezas... ¡Diache, no le hagas
eso! Quédate quietecita, ella te da su vuelta, está buscando algo, no lo
encontró y se fue. Pero si la manoteas, con las antenitas le manda un mensaje a
las demás "Mira, aquí está el que molesto la abeja", y ahí vienen. Y ellos
empezaron a darse manotazos. ¡Chacho! Corrieron por ahí para abajo, que hasta
canciones. ¡Hasta canciones!

Entrevistador: ¿Como cuales, como cuáles? Cántanos alguna.

María Monte Carmelo: Bueno, tenemos una que dice "Mamita, ahí está la Marina.
Esa Marina ladrona. Mamita, si tú la vieras con sus camiones y con sus
pistolas. Con su línea imaginaria..." ¡Porque le preguntamos! ¿Dónde está
la línea, dónde? "Hay una línea imaginaria", y Carmelo se la imaginó
llegando a Santa Cruz, yo me la imaginé llegando allá, a lo último. "Con su
línea imaginaria y sus trucos legalistas, Laffitte y la Marina, se creen que
tienen la cosa lista. La Marina patinaba y patinó el federal, cuando en casa de
María y Carmelo se subieron a desahuciar. La Marina no sabía, ni sabía el
federal que en casa de María y Carmelo existía un abejal. Y un gringo llamado
Johnson, ya tenía el cuero hinchado, y desde abajo gritaba '¡Aborten y pal
carajo!'" Y por ahí para allá siguen. ¡Tenemos tres canciones de esas! Que,
en aquel momento, pues... Y bajaron así con el espuelón parado.

Entrevistador: ¿Cuál otra... Si pudieras cantar alguna otra?

María Monte Carmelo: Dice una "Una tarde en Villa Borinquen" Porque esto era
Villa Borinquen, y con Carmelo, con estas personas que llegaron a casa, déjame
decirte, que empezaron a decir "¿Dónde es eso que están pasando, esto? Esto
que estamos... ¿Dónde es esto?" Y las personas allá abajo en la carretera
dicen "Mira, ¿tú ves aquella montaña? Allí vive Carmelo. Carmelo vive en
aquel monte, en aquel monte vive Carmelo". Y "Carmelo vive en aquel monte", se
quedó Monte Carmelo. Ganó su nombre, el día 14 de abril del '89 es que
nombraron esto Monte Carmelo, las personas buscando la dirección. "¿Dónde es
eso?" "Mira, allá arriba. ¿Tú ves aquel monte? Allí vive Carmelo. Carmelo
vive en aquel monte". Y tanto monte y Carmelo, y Carmelo y monte, ¡ahí quedó!
Quedó Monte Carmelo. Pero fue el 14 de abril del '89 que esto ganó su nombre
de Monte Carmelo. Por eso que dice: "Una tarde en Villa Borinquen a Carmelo
vinieron a sacarlo con una orden de un juez federal y sus 'troces' salieron
quemados. Y se quemó, se quemó, se quemó, se quemó, ¡se quemó el truck de
los marineros! Y se quemó, se quemó, se quemó, se quemó, ¡se quemó el
truck de los marineros! Una línea quisieron tirar dividiendo lo nuestro de lo
de ellos pero en Vieques hay ley nacional, que hasta el fuego defiende este
pueblo. Y se quemó, se quemó, se quemó, se quemó, ¡se quemó el truck de
los marineros! Y se quemó, se quemó, se quemó, se quemó, ¡se quemó el
truck de los marineros!"

(Ininteligible) Y entonces, a todo esto, pues cuando... Siguió todo el día y
empezaron a subir personas, y a decir "Esto es un abuso", y todo eso. Y nosotros
dijimos "No nos vamos a ir, venga quien venga", pusimos las abejas acá,
empezaron a correr por ahí para abajo. Y después vimos el fuego y todo el
mundo "¡Corre, que ese truck va a explotar!", porque a la misma vez que pusimos
las abejas, que tuvieron que irse, a nosotros nos parece que tenían algo
preparado y lo pusieron allí. Porque ya eran las 5 de la tarde, están aquí
desde las 10 de la mañana, y no habían podido ni vaciar toda la casa, seguían
viniendo las personas, aunque ellos tenían el sitio bloqueado. Y por la tarde
mandaron a buscar más Marshals y todo, pero se quemó el truck, empezó ese
fuego a votar un humo de dentro del van blanco, y ese señor dijo "¡Fuego,
fuego!" Sale, se para--en el vídeo está-- sale, se para, mira, vira para
atrás, abre la guagua, saca su chaqueta, se la pone, cierra la puerta de la
guagua, mira para atrás, se ríe y sigue... Y cuando a mí me preguntaron, el
FBI, yo le dije "Mire, ese señor dijo... Yo no lo oigo, la cámara no dice qué
él dice, pero en el gesto usted ve que él se para, mira para atrás y dice
'Misión cumplida'". Y esa fue la risa que hizo, y se puso la chaqueta y se fue.

Entrevistadora: ¿Y el vídeo ese dónde está? ¿Lo tienen ustedes?

María Monte Carmelo: El vídeo lo tengo, fíjate, sí. Sí, porque con la
cuestión después de Hugo, uno se me dañó y qué sé yo, me consiguieron uno,
y yo lo tengo. Se ve un poquito medio d'esto, pero yo lo tengo. Tengo el vídeo.
Y es más, ya me dijeron dos o tres personas, que si yo consigo el original con
Carlos Laster... A través del internet voy a tener que buscarlo, porque él
está en Nueva York. Voy a tratar de conseguir el vídeo, para editarlo y
ponerles lo más importante del vídeo. Porque es largo, es bien largo, el
vídeo, ¿tú sabes? Pero que hay muchas cosas importantes, donde yo le explico
el porqué de que estas tierras no son de ellos y todo eso. Y Carmelo, que se
metió debajo del truck; el truck cuando iba a dar para atrás, con todas
nuestras cosas, Carmelo se le sentó en una rueda. (Ininteligible) "Aquí yo voy
a verter mi sangre". Y al otro lado se le sentó mi nena. La hija mía dijo
"Bueno, si papi va a morir así, yo también", y entonces tuvieron que parar el
truck. ¿Entiendes? Entonces le pusimos... Cuando se iban a llevar las cosas, le
atravesamos una guagua alante, para que no se la llevaran, porque... Entonces
las cosas se caldearon. Pero a todo esto, pues, a mi nene se le quemaron todo.
Yo tengo un hijo que se llama Andrés, y él nació en el 1974; estábamos en el
1989, quiere decir que tenía unos 15 años. Y a mi nene se le quemó todo. Al
otro día él estaba con una camiseta grande, así, de su papá, porque todo lo
de él se quemó. Él era una persona que todo lo de él... Como aquí venía
tanta gente, y los otros hermanitos les ponían sus cositas... Él cantaba.
Hicimos un d'esto con la Sony, él iba a grabar con la Sony, porque él
"rapeaba" en inglés y español, cuando empezó el rapeo, que todavía no estaba
ni Vico C en su cuestión, ¡que Vico C tiene canciones de mi hijo! Hay una que
tienen que dice algo de unas abejas, y María y las abejas y qué sé yo, la
cambiaron al revés, de que era una mujer que pidiendo chavos y qué sé yo,
pero, no era la misma letra que mi nene le puso, pero mi nene rapeaba en inglés
y español. Y le dio unas cuantas canciones a él, y ya yo tenía... Que me
querían denunciar por eso, porque yo firmé--ellos eran menores de edad-- y yo
les firmé, pero cuando él se enfermó, yo le gané el caso. Yo dije "No, no,
no, si él se enfermó, yo no estoy dando para atrás a esto porque quiero,
porque ya no va... ¡Es que no puede! El muchachito no está bien, él cree que
ustedes son mensajeros de esos del FBI, que están para quemarle otra vez, que
lo que quieren son la canciones de él para quemarlas, porque a él se le quemó
todo, y se me fue. Mi hijo se me fundió". Y por eso es que yo estaba diciendo
horita, que si tuviera que repetir todo esto, lo pensaría mucho, por la
enfermedad de mi hijo, porque se perdió. Y el alcalde es testigo de que mi nene
era 4.0, y ahora como... Vamos a suponer ustedes, si él viene, si estuviera
aquí y él entra, saluda, bien chévere, y Andy se va para allí y nos mira, y
si tú le pareces sospechoso, ¡olvídate! Que allá me llama "Mami, ese señor
es de los que estuvo aquí con la Marina. Ese señor es sospechoso. Es más,
míralo así vestido... ¡Ese estaba vestido de militar! Esos fueron de los que
me..." ¿Tú sabes? Que se ha quedado allá. Entonces tienes que estar
(ininteligible) medicina constantemente, si no, pues...

A todo esto, pasó todo el día, aquí nos quedamos, bajamos para allá abajo.
Cuando empezó el fuego todo el mundo corrió para abajo, porque decían que
iban a explotar los trucks. Ahora, te dice, no explotaron, para bajaron para
allá abajo y taparon el hoyo, y en el vídeo se ve, tapan el hoyo que ellos
había hecho allá para que no nos fugáramos. Pero si no nos íbamos a fugar,
nosotros no nos íbamos a fugar, pero taparon el hoyo y cuando subimos estaba
Papo Foster aquí. Papo Foster era un luchador, le decían "El Machetero", de la
mueblería nueva, de la mueblería de los González. Un muchacho muy luchador,
muy buena persona. Y entonces cuando estas personas de la isla y todo esto... Al
otro día, aquí cayeron gente de la isla grande, y después de eso Carmelo
decía "Bueno, yo peleé con la Marina, puse el vídeo, les puse las abejas,
pero ellos van a volver".

¡Nos quedamos aquí! No teníamos nada. Las personas empezaron a traer
mattress, unas sabanitas, unas toallas, empezaron a traer cositas. La primera
noche dormimos en el piso. No dormimos, ¡si celebramos! Y al otro día
empezaron a venir las personas y nos traían algo de comer y qué sé yo, y
aquí nos quedamos. Pero ¿qué pasa? Que Carmelo pensaba y decía "Ellos van a
regresar, esto no se va a quedar así. ¿Qué yo haré? ¿Qué yo haré?"
Entonces dijo "María, yo voy a empezar... Ellos me acusaron a mí, dicen que yo
tengo 320 cuerdas. Yo no tengo 320 cuerdas, ¡lo que tenemos es esto!" Pero
ellos quieren acusarme a mí "No, usted tiene 320 cuerdas, porque usted es un
especulador. Usted se pasa cogiendo tierra desde Bravos de Boston, Bastimento,
Villa Borinquen, y a usted le gusta venderlas, y qué se yo..." Nos tenían como especuladores.

Entrevistadora: ¿Quién les acusaba?

María Monte Carmelo: La Marina, la Marina. Cesario Nieves y toda esta gente. Y
entonces Carmelo "No, yo no tengo esa cantidad de tierra". Porque como sabían
que veníamos desde allá, de verdad, rescatando tierras...

Entrevistador: ¿Y esa acusación no era...?

María Monte Carmelo: ¡No es verdad, hombre! No han podido probar nada de eso.
No es verdad, eso es mentira. Es más, una vez yo me le enfogoné a Carmelo,
porque Carmelo... Te dije, te conté, ¿verdad? Que llegó un señor y él le
dijo que lo iban a llevar para el Circuito de Boston, y él dijo "Pues cógete
este solar. Y si te vienen a sacar a tí, dile que fui yo". Y yo lo miré y yo
dije "Pero, ¿cómo va a ser?", pero no le dije nada. Y en casa le dije
"Carmelo, ¿cómo tú y yo nos vamos a levantar a las tres de la mañana a
luchar, a cortar todo ese pasto, a poner una verja y después tú se lo
regalaste, porque te dio la gana? ¿Porque sí?" "María, así es que se
rescata, porque ese hombre no tiene la hombría de él meterse y hacer lo que
nosotros estamos haciendo. Pero, al tú dárselo, ¡mira qué contento está!
Mira". Y al otro día fuimos y estaba allí. "¿Lo ves? A través de otro...
Siempre se necesita una persona que sea el que inicie, el inicio. Olvídate de
eso, ¡déjalo! Dios nos va a bendecir siempre con eso". Una vez yo le dije
"Carmelo, tú estás cogiendo todo el dinero tuyo..." ¡Porque empezó! Dijo "Yo
lo que voy a hacer es que voy a meter más gente por ahí para allá. Voy a
empezar a hacer un camino". Y había una "bulldocita" vieja, que la teníamos...
En Villa Borinquen nosotros hicimos esos camino, también, con una "bulldocita"
vieja. Y entonces Carmelo dice "Yo voy y le pongo la piececita a mi bulldozer y
bregamos con ella, y olvídate, que voy a hacer camino". Entonces empezó a
hacer los caminos para allá atrás, y le dábamos... Nosotros le regalamos las
tierras a la gente. La mayor parte de todas estas personas que tenían tierras
en Monte Carmelo, eran regaladas. Sí, ahora tú ves un montón de casas bien
lindas y que están haciendo unas cosas bien... Y tienen hasta tierra de más,
porque la tierra es bien grande, cogen desde acá hasta acá, es porque esta
persona que nosotros le medimos un solar de 100, se lo vendió a esta persona.
Pero esta persona, lista al fin, le compra al que le queda al lado y al que le
queda al lado; y es natural que tenga 100 y 100 y 100, son 300. Pero no fui yo
quien se lo di, fue el que nosotros se lo dimos.

Entrevistadora: ¿Y usted decía antes, que no le parecía mal que esa gente
estuviera allí?

María Monte Carmelo: No. Y les pedíamos $100.00 dólares para que nos
ayudaran, para las calles, pero algunos los daban y algunos no. Al volverse la
primera pelea entre dos personas por un pedacito de tierra, el juez nos llamó,
ese fue Torres Dávila, y le dijo a Carmelo "Carmelo, tú vas a tener tierra en
el futuro con tu propia gente, porque te van a difamar, se van a tajear, porque
la gente son así. Prepárate un documentito, pai, y ponle ahí que la tierra no
es... Que tú no se la estás vendiendo, que te deben de dar algo para el
acceso. Y prepárate algo, un documento privado legal".

Entrevistadora: ¿Eso se lo dijo un juez?

María Monte Carmelo: Un juez. Lo hicimos, pai, y eso nos ha sacado de aprietos
a nosotros. Esa es la única escritura, hoy por hoy, que tiene el Monte Carmelo.
Cuando te van a poner la luz, o vas a poner el agua, lo que sea, mandan a ellos
a "¿Y cómo esa tierra es tuya?" "No, yo tengo mi documento que me dio
Carmelo". Y el que no lo tiene, viene acá a buscarlo.

Entrevistadora: ¿Es verdad que el alcalde está ahora dando documentos
también, para que ocupen tierras aquí, por Monte Carmelo?

María Monte Carmelo: Fíjate, no. No, él no está dando...No.

Entrevistadora: ¿O gente que tiene la aprobación del alcalde para que se
instalen por aquí?

María Monte Carmelo: No, no.

Entrevistadora: ¿No? Ahora, la gente... Nosotros entrevistamos el otra día a
una mujer que se ha venido a vivir aquí, a Monte Carmelo. Y, bueno, no le
preguntamos cómo, pero ¿han venido a hablar con usted...? Es una mujer que
trabaja en Coconuts.

María Monte Carmelo: ¿Coconuts?

Entrevistadora: No recordamos cómo se llama.

Entrevistador: No recuerdo. La vimos en la d'esto de Rosselló.

María Monte Carmelo: ¡Ahhh! ¿Bien alegre, ella? ¿Media flaquita, media de edad?

Entrevistadores: Sí, sí.

María Monte Carmelo: Esa señora, yo le regalé un solar. Ella vino de la isla
grande, o de EE.UU., no sé...

Entrevistador: De EE.UU.

María Monte Carmelo: "Mira, María, que me quiero venir para Vieques. Tengo
unos chavitos ahorrados, te voy a decir la verdad", me dice "Pero necesito un
terrenito, y si cojo este dinerito y lo gasto en un terrenito en
(Ininteligible), que me lo están vendiendo tan caro, no voy a... Pero a mí me
dijeron que tú y Carmelo, que le dan tierras a las personas. Yo quiero saber
si..." Y yo dije "Sí, vente, yo te busco uno". Y fui y le dije "Mira, coge este
solar para ti". Y le medí el solar, entonces ella me dio los $100.00 dólares
del acceso. Me dijo "Toma los $100.00 dólares", para yo entonces después
mandarle una máquina a arreglarle la calle, porque ya la calle estaba hecha.
Entonces, pues, le firmé su documento, ella lo firmó, y está haciendo su
casita. Sí, ¡una casita! Yo sé quién es. Es la mamá de Rocío, tiene una
hija que se llama Rocío. Sí, tiene una hija que se llama Rocío. El de
Coconuts, Miguel Díaz, él convivía con mi hermana, con Pérsida. En aquellos
entonces, Pérsida se lo trajo para acá y lo puso a bregar con las abejas.
Ellos tenían... Cuando nosotros aquí nos quemaron todo ahí, que las abejas se
nos fueron con el humo que hubo, y todo eso, pues entonces nosotros le dejamos
el negocio a Miguel. Y Miguel se encargó del negocio, Miguel Díaz.

Entrevistadora: ¿Miguel, que trabaja allá también en Coconuts?

María Monte Carmelo: Él es el dueño. Miguel Díaz es dueño con el que
trabaja en la barra.

Entrevistador: Una preguntita, María. Cuando ustedes rescataron terrenos, ¿su
idea era básicamente que la gente siguiera ocupando...?

María Monte Carmelo: Eso es así.

Entrevistador: ¿...pero que siguieran ocupando, básicamente como que por
voluntad, para hacer su casita, y demás?

María Monte Carmelo: Eso es así. Eso es así.

Entrevistador: ¿Cómo ustedes se sintieron cuando, quizás, en Bravos de Boston
o en Villa Borinquen se comienza a vender terrenos? Porque horita comentabas al
principio de la entrevista, que quizás eso era incluso culpa del gobierno por
las condiciones de pobreza y demás. Pero cuéntanos un poco cómo se sintieron
y cómo también negociaban entre, ¡contra!, el esfuerzo que ustedes tenían de...

María Monte Carmelo: No, eso, eso, ¿cómo nos sentimos? Fíjate, tú puedes
verlo, si viste a mi esposo... Mi esposo nunca ha sido un hombre gordo. Siempre
Carmelo fue, desde que yo lo conocí, siempre fue 30 de pantalón, y todavía
Carmelo tiene 66 años, y Carmelo es 30 de pantalón. Y ahora le quedan grande,
usa 29. Porque en el 2002 le dio un infarto... No un infarto, a Carmelo le dio
un infarto en el '78, a Carmelo le dio un derrame cerebral. Carmelo quedó en
una silla de ruedas. Que, de hecho, yo tenía la silla de ruedas aquí todo el
tiempo, debajo de esta escalera, para cuando yo lo necesitaba y él me hizo
sacarla "Sácame esa...." Carmelo quedó en el 2002 con la boca virada, con una
mano así y con una pierna que no podía andar; y eso fue producto de la venta
de las tierras y de los malagradecido que él dice que son la gente, cuando el
sacrificio de nosotros, de esta familia, tan grande, porque cada viequense o
boricua tuviera... Porque nosotros, para nosotros no es nada más que los
viequenses. Como teníamos una alcaldesa, yo la admiraba muchísimo, Manuela era
una bella persona. No soy PNP, ni quiero la estadidad para Puerto Rico, como
Norma Burgos, yo la admiro mucho. Yo tejo gorritas, yo le hice un sombrerito de
Puerto Rico y ella se lo puso.

Entrevistador: ¿A Manuela?

María Monte Carmelo: A Norma Burgos. Me gusta halagar a Norma Burgos, porque
Norma Burgos dice... Es bien sincera "Yo quiero la estadidad para Puerto Rico, y
defiendo mi ciudadanía americana, pero no quiero más bombas para Vieques". Esa
señora, pues, está definida, ella quiere la estadidad para Puerto Rico --yo no
la quiero-- pero ella la quiere, pues eso es problema de ella. Manuela, nuestra
alcaldesa, también muy bella persona hasta que se le pegaron dos o tres
personas e hicieron unas cosas que no debían haber hecho. Pero Carmelo tuvo
mucho desacuerdo con Manuela, porque a Carmelo lo enfermó el ver la ingratitud,
la ingratitud de nuestra gente, mai. Los pobrecitos venían llorando "Carmelo,
por favor, vivo en casa de mi suegra y no tengo dónde vivir". (Ininteligible)
"Mira, te voy a dar este pedacito. Tienes 90 días, según el documento, no para
hacer una casa, porque yo sé que 90 son tres meses. ¿Quién puede hacer una
casa, un pobre, en 90 días? Pero sí demuéstrame en esos 90 días, que tú vas
a venir con un machete, vas a picar... Porque lo único que se necesita en esta
vida para hacer una casa..." Eso me lo decía Carmelo siempre a mí, todos los
años, nunca se me olvida "Lo único que tú necesitas es tres cosas: tener fe
en Dios que la vas a hacer, la voluntad de hacerla (el querer hacerla), y un
pico y una pala. ¡Más nada!" Coges un pico y una pala y la empiezas, aunque no
tengas materiales. Son tres cosas: la fe en Dios, la voluntad de hacerla, y un
pico y una pala. ¡Más nada! Y tú haces tu casa, pero a Carmelo... Esa
pregunta está contestada con tú mirar a Carmelo. Carmelo siempre fue un hombre
fuerte. Como te dije, Carmelo tiene estudios, él empezó a estudiar Leyes, no
pudo terminar. Empezó a estudiar para Aviación, cogió su curso de Aviación.
Carmelo es piloto privado, y la licencia de Carmelo se le quemó aquí el día
del desahucio. Porque todos mis libros y todas mis cosas yo las tenías bien
acomodaditas, y cuando ellos empezaron a tirar todo eso, no me dio tiempo a
sacar... Se me fue mi acta de nacimiento. Ahora mismo yo tengo que ir a Santa
Cruz a sacar mi acta de nacimiento, porque quiero sacar un esto para ir a Santo
Domingo, ¡un pasaporte! Y yo necesito mi acta de nacimiento original, eso se me
quemó. Para lo demás yo no lo he necesitado, pero ahora lo necesito y tengo
que ir a Santa Cruz a buscarlo. Muchas, muchas, muchas cosas me quemaron esta
gente, que no me gusta ni pensar en ellas, porque me dan ganas de llorar.

Entrevistadora: ¿Y cómo doña Manuela en ese momento no...? ¿Qué problema
hubo con Carmelo que disgustó tanto a Carmelo?

María Monte Carmelo: Lo que nos disgustó de Manuela fue, que Manuela vino
aquí cuando el desahucio, ella vino en un Jeep. De hecho, yo llegaba de la
tienda y hasta una maltita le di "Mire Manuela, están friítas, bébase esa
maltita", y dijo "Ah, no, pero Carmelo, lo que pasa es que esto aquí es de
ricos, esto es de millonarios". Este sitio, dijo ella, y Carmelo "Pero, nosotros
también, los pobres, tenemos derecho a vivir como millonarios, ¡aunque vivamos
pobre, mai! ¿Qué pasa contigo?" Entonces Manuela llevó una querella de
Carmelo a la isla grande, diciendo, fueron allá y tuvieron en la Legislatura,
allá en el Capitolio allá, tuvieron una d'esto, y Manuela dijo que Carmelo le
había quitado a la Marina un montón de tierras y no le quería dar tierra a
ella, para ella repartírselas a las personas necesitadas, y que tenía un
montón de gente de Puerto Rico viviendo en Vieques, la gente de Vieques
necesitando las tierras, y que Carmelo le había dado tierras a la gente de
Vieques que no la necesitaban, y a los puertorriqueños del lado de allá. Y a
Carmelo le dolió, porque nosotros creemos que los puertorriqueños del lado de
allá, desde Fajardo hasta Salinas, hasta al último de Puerto Rico son tan
viequenses como nosotros. Somos puertorriqueños o no somos. Entonces, ella
dividía. La gente de Vieques dice "No, ¡yo soy viequense!" Pero cuando tú
escribes una carta, ¡tú dices Vieques, Puerto Rico! Y a Rubén Berríos le
dijo Carmelo "Lo que pasa que a ustedes se les olvida, que en español hay que
añadirle la 's'. Y no es 'La isla del encanto', Puerto Rico es la isla del
encanto. ¡No! ¡Las islas del encanto! Incluyan a Vieques y a Culebra". No
puedes decir "La isla del encanto", porque no es una sola. Entonces, Manuela,
Carmelo se hirió mucho con Manuela porque Manuela dividía.

Entrevistador: Pero, mama, ¡mira! Tienes ahí la frase "Isla del encanto" en
la...Le tienes que añadir la "s", ¡jajaja!

María Monte Carmelo: Sí, las islas. Porque esto me lo regalaron, esto es de un
señor que me trajo para las Navidades. ¡Pero es "Las islas del encanto", mai!
Tú sabes, no es la isla. ¡Él se lo dijo una vez a Rubén Berríos! Entonces
Manuela, el coraje con Carmelo era de que Manuela decía que los
puertorriqueños del lado de allá son del lado de allá, pero cuando nosotros
aquí, en el desahucio, quien recogieron sus casetas en la playa de Sun Bay, que
recogieron sus casetas y vinieron aquí, pernoctaron la noche, pasaron necesidad
también, porque aquí el agua se escaseaba y no tenían las comodidades que
tenían por allá, ¡muchos fueron boricuas de la isla grande! Está Lemuel, que
era un cartero de Caguas; está Gazir, Gazir era casi un niño cuando eso, un
jovencito empezando en la universidad, ¡era bien jovencito! Bueno, que cuando
volvió con los años, ahora en el '99, con la cuestión de la lucha contra la
Marina, ¡yo no lo conocí! Está una señora que se llama Alba, que se paró
horita mismo, ahí en un carro y me saludó de... Pues quiere decir, que sí
hubieron personas que nos ayudaron en el momento más triste de nuestra vida.
Igual que los católicos, que los mandan para el infierno "No, los católicos le
oran a la virgencita y a María y a los santos, y a San Pablo y a San José y a
San Pedro". Mira, ¡déjalos que le oren a lo que les dé la gana! Su abuelita
le enseñó eso, tú no crees en eso, ¡no lo hagas! Pero deja que esa gente
sí. Para el cielo unos van a caballo, otros van a pie, otros van en motora,
unos van en burro, unos en un helicóptero, uno se creen que van en un jet. Pues
mire, si aquel se quiere bajar del burrito y montarse en una motora, ¡déjelo!
Una religión a otra, pero todos. Ahora, eso sí, para mí, mi entender es que
la iglesia católica fue la que aquí vino, ¿sabes? Aquí vinieron de Caguas.
Vino el Padre Jorge y vinieron unas monjitas, y dijeron "Queremos estar con
ustedes. Supimos por las noticias que a ustedes se le quemaron todas sus
cositas, venimos a traer esta donación", y me dieron $300.00 dólares. "Venimos
a traer está donación y queremos hacer una oración, para subir espiritual y
que..." No vinieron las demás, ¿por qué? Porque como estamos mal, porque no
podemos pelear con la Marina, no podemos pelear con las... ¡Porque no podemos
ser pillos, y nosotros nos estamos robando las tierras a la Marina! ¡No es
cierto! Nosotros estamos rescatando lo nuestro, esto es nuestro.

Entrevistadora: ¿Y decía que Manuela dividió?

María Monte Carmelo: Sí, Manuela, pues todo el tiempo, pues, nos acusaba de
que Carmelo no lo estaba haciendo bien. No nos ayudaba. Hicieron un negocio de
160 cuerdas, dijeron "Bueno, te vamos a poner..." Carmelo si... Esto es un
botín de guerra, el gobierno no le puede quitar nada a Carmelo, pero si Carmelo
no le da algo al gobierno, el gobierno no le va a poner luz, ni agua, ni
carretera. Entonces Carmelo "¡Pues yo le doy la misma mitad! ¿Son 320 cuerdas
que me acusaron? Cojan 160 para ustedes, y por esas 160, póngame luz aquí a mi
gente, que necesitan luz y agua". Y quedaron en eso, y cuando pusieron los
primeros tres postes, Manuela mandó a quitarlos, porque la Marina le mandó una
carta --mi abogada la tiene-- que decía "No le pongas luz a Monte Carmelo,
porque esas tierras todavía son federales. Y además, que Carmelo sin luz y
agua ha llegado tan lejos, ¡va a llegar por ahí para adentro, a Salinas!" Esa
verja no estaba. "Hasta que no pongamos la verja. No le pongan luz a Carmelo". Y
los mandaron a sacar, nos dejaron sin agua, sin luz. Que no le dio énfasis. Por
la Ley 132, y ahora esto de Comunidades Especiales, ¡hace tiempo que nosotros
cualificábamos para eso! Si vivimos en el sitio, tenemos niños, van a la
escuela. ¡Cualificábamos! Pero ella no le dio el seguimiento que tenía que
darle, entonces, a Carmelo le dolió. Le dolió, porque dijo "¡Caramba! ¿Pero,
porque mi gente no entiende que esto es una cosa de derechos? Que esto es una
cosa de... Un rescate para los nuestros, peleando por que la Marina no
bombardee". "Mire Manuela ¿que usted cree de las bombas?" "Yo le digo a mis
turistas que eso son truenos, que va a llover", y se ríe, ¡mira qué cosa! Que
esos son truenos y que va a llover.

Entrevistadora: ¿Manuela decía eso?

María Monte Carmelo: Sí, lo decía. Entonces, Carmelo, al ver su pueblo, su
gente ahora mismito, pelea la gente. Nosotros le dimos tierra a uno, lo vendió,
y ni siquiera pagó los $100.00 dólares del acceso. "No, Carmelo, que..." No
pasan a dar las gracias "Mira, María, Carmelo, ¡gracias! Tuve la necesidad,
tuve que vender mi tierra. Mi esposa se me enfermó de cáncer, se va a morir.
No tenía el dinero, la vendí". No debió haber vendido, pudo haber hecho otro
arreglo, pero, la vendió. ¡Caramba, pásate por allí! No me des nada de lo
que vendiste, ¡no me des! Porque si yo la hubiera querido vender, yo la vendo
yo. $5,000.00 pesos por cada pedazo, hubiera vendido yo, ¡tuviera un carro
ahí, una guagua chévere! Que ahora mismo tengo que estar haciendo turno en ese
carrito. Que cualquiera que me ve en el carrito, un ¿¿MXT??, un carro dorado,
lindo, "¡Ea, rayo, María tiene chavos!" No, eso me lo regaló mi hermanito,
vino de la Florida, me vio a pie, me dijo "Yo tengo un carrito allí, que mi
esposa se regresó a EE.UU. Y María a pie, mi hermanita, ¡bendito! Y yo con un
carrito en la marquesina, vendiéndolo en 3,500. Mira vente, ¿tu guías
estándar?", y yo dije "Sí". "Vente, coge ese carrito. Cuando puedas, si
puedes, me das 2,500. Te lo voy a bajar 1,500 ahora mismo. Me das $2,500.00
dólares, y te queda con el carrito". No le he dado todavía nada, si no los
tengo, pero está a nombre mío, el carrito. Mi hermanito fue y lo puso a nombre
mío, porque lo que tú siembras, tú lo ganas. Yo soy... Yo vengo de una
familia de 13, y yo soy de las mayores, Pérsida y yo somos de las mayores y
cuidamos a todos esos otros, a los demás hermanitos. Entonces, hoy por hoy él
me paga con eso. Pero, la lucha aquí en Vieques ha sido fuerte, porque se han
dedicado muchas personas a hablar lo que es y lo que no es de los demás,
entonces divide, divide. El grupo se divide, porque... Zenón, antes no conocía
muy bien, pero cuando Zenón nos vio, y la lucha, esto y lo otro... Ahora mismo
me dijo uno "Si nosotros hubiéramos sabido, ¡caramba! Nosotros tuvimos un
pedacito de tierra allá arriba, hubiéramos sido más..." Porque también nos
necesitamos acá, pero acá lamentablemente y no sé por qué, pero aquí más
es PNP que lo que hay en otro lado. Nosotros nunca le preguntamos a nadie ni de
qué religión, ni de qué partido eran, y sabíamos que eran PNP. Sabíamos que
eran Populares... Le repartíamos las tierras sin preguntarle, entonces cuando
él vio y empezó a notar. Mira, él... Nos unimos a ese grupo, y allá yo iba a
donde ellos "Mira, no, lo que conseguir es la pastilla, vamos a ver dónde
venden la pastilla de la unión. ¿Todavía tú no has conseguido la pastilla de
la unión?" Yo le digo a los demás, tú sabes, cuando voy a los grupos, porque
hay que darle reconocimiento al que hay que dárselo. Mira, este muchacho
Prieto, de Ventura, ¡un luchador tremendo! Pero es ahora, por la muerte de
David Sanes.

Entrevistadora: ¿Antes no?

María Monte Carmelo: ¡No! Y él era PNP, y es PNP.

Entrevistadora: ¿Él estaba a favor de la presencia de la Marina, o...? María
Monte Carmelo: ¡Fíjate, no! No, no, él no estaba a favor de la presencia de
la Marina, pero cuando Zenón y los demás luchadores tenían sus guerras en
contra de la Marina, y los barcos que venían, y los tiempos que ellos
bombardeaban y no los dejaban ir a pescar, él no se metía en ese grupo. Él se
perjudicaba también, pero no se metía. ¿Por qué? Por no meterse con Zenón,
que para ellos es un terrorista, un activista, un socialista, un
independentista, y todos los "ista". Entonces, ¡eso no tiene nada que ver con
"ista"! Esto tiene que ver, no es con los "ista", tiene que ver con el derecho
nuestro, el derecho humano, con el unirse. Entonces, pues, Zenón y él, pues no
compaginaban, "Porque Zenón es esto, entonces yo no, yo soy PNP". Pero menos
mal, y no es algo de esto, pero la muerte de David, fíjate, unió a muchas
personas. Y más, que Norma Burgos vino, vinieron los populares, el alcalde
nuestro se metió en la lucha... ¿Te fijas? Entonces, a todo esto, al haber ese
ensamble... ¡Rubén Berríos durmió allí también! Quiere decir que Rubén
Berríos solo no fue, ¡así que (Ininteligible) no es independentista nada
más! Se metió Norma Burgos, que es PNP, se metió el otro que... ¿El
Churumba, no es? Churumba, el alcalde de Ponce, que una de las canciones dice:
♫"Vi levantarse una llama y vi levantarse una llama, desde la tierra hasta el
cielo, y es un pueblo que reclama lo suyo, allá en el Monte Carmelo. Churumba,
el alcalde de Ponce, allí no estuvo presente, pero cuando el bombardeo
demostró que era valiente"♫ ¿Ah? Sí, yo le inventé, a Churumba esa... Nos
invitaron a Ponce y nos dieron aquella placa que está allí, por la lucha que
hemos tenido en las tierras, y yo le canté esa cancioncita a Churumba. Y a las
dos semanas se fue a descansar. Pero anyway, lo que te quiero decir es que, al
unirse algún índice todo esto y volverse una cosita de unión por la lucha de
que se cese el bombardeo y que nos devuelvan nuestras tierras, pues ha sido
bueno. Pero, nuestro gobierno en Puerto Rico tiene mucha culpa, porque la Marina
le pagaba --la Defensa-- a nuestro gobierno, un paquetón de chavos, para que
bombardearan en Vieques, por el uso de las tierras. Entonces, ellos allá no lo
importaban. "La isla nena", la isla nena quiere decir una nena, no se gobierna,
es chiquitita, no tiene cerebro, no sabe pensar. Pues nuestro gobierno piensa
por nosotros, y al pensar por nosotros, pues nos tenía a todos aquí
envenenados. Aquí probaron el Napalm, aquí han tirado el uranio, y aunque nada
de eso hiciera daño, sí hace daño. ¿Sabes por qué? Porque las islas están
sobre unas rocas tectónicas, y al estar sobre una roca, cuando tú tiras algo,
se raja. Y vuelve otra vez, y vuelve y se raja. Y cuando vienes a ver, hay una
raja así de grande. Empieza con una leve rajadura, pero con los años, ¡mira,
eso se agrieta! Nuestras aguas bajan, ¡aquí no hay ni agua en los ríos! Aquí
no hay ríos, pero donde se empozaba antes el agua, que habían camarones, no hay.

Entrevistadora: ¿Pero hay problemas de salud relacionados con...?

María Monte Carmelo: ¡Pues seguro! ¡Seguro! No, pero yo digo que mucha gente
dice que no es cierto. ¡Yo lo creo totalmente! Punto, yo lo creo. Es más, yo
creo que la primera operación que le hicieron a Carmelo del '78, del corazón,
tuvo mucho que ver con todo ese bombardeo y todo eso. Porque él mismo era uno,
que cuando estaba soldando y sonaba una bomba, él mismo brincaba "¿Qué fue
eso?" Como que de momento se asustaba.

Entrevistadora: Y el asma, ¿no? También...

María Monte Carmelo: ¡Sí! Tiene asma. Yo le daba el pecho a mi bebé y lo
acostaba en una cunita. Se durmió. Y cuando lo acuesto, al ratito dos o tres
bombas. Porque aquí sonaban las bombas como que era un terremoto. Como que la
tierra se iba a hundir. ¡Temblaba de veras, no eran bromas! Y mi nene salía
llorando en la cuna. ¡Eso tiene que hacer daño! Los niños en la escuela
corrían para encima de los maestros "Miss, ¿qué fue eso?" y "Ooh, es el
bombardeo. ¡Ah, está bien!" Entonces caían en cuenta "Ah, es la Marina. Está
bien". ¿Te fijas? Que sí hace daño, sí ha hecho daño, pero menos mal, y
gracias a Dios, que de la isla grande despertaron muchos que estaban durmiendo,
a saber que los vientos vienen del este. Y cuando aquí se levantaba un hongo
bien grande, allá en... Nosotros de aquí lo veíamos.

Entrevistadora: Aquí tienen una vista privilegiada.

María Monte Carmelo: ¡Tremenda! Ahí se levantaba un hongo prieto, bien
grande, así, cuando el viento estaba como ahora. ¿Ves que está soplando un
poquito? Tú abres esas ventanas y el viento te molesta. ¿Qué pasa? Que cuando
soplaba así, todo eso cogía para la isla grande, pero cuando el viento estaba
un poquito, que no se movía mucho, media hora después del bombardeo a tí te
daba picor. Y tú empezabas --especialmente aquí, en las coyunturas-- te da un
picor, y tú... Y no sabías de qué te venía ese picor, y era de... Tiene que
ser de eso. Y muchas ampollitas, y después a los dos o tres días se te iba.
Pero cuando aquí había bombardeo, sí, sí, ese hongo y todo eso venía para
acá, pero cuando soplaba el viento cogía para allá. Así que, ¿a qué isla
le estaba haciendo daño? Mira, si al del desierto del Sahara y de todos esos
sitios allá, ya hace... Un volcán explotó, ¿y no amanecieron los carros
nuestros acá con cenizas? ¡Y eso viene de por allá, más lejos! ¿Que de
Vieques el veneno que sale no va a coger la isla grande? ¡Seguro que sí! Yo lo
decía muchas veces, yo decía "Pero si esto va para allá. Mira el viento como
lleva toda esta..." Y cuando pusieron por primera vez, que hace poco lo
pusieron, las antenas estas que cogen el tiempo, dijeron que el ¿¿chaff??
había estorbado allí la cuestión de la d'esto del tiempo, en el canal 4 y en
el 11 y en todo eso. Pues, ¡pues sí hacía daño! Y menos mal que despertaron
a ayudarnos a sacar el bombardero ese de ahí. Porque ahora tenemos a Wildlife,
y Wildlife es lo mismo, federal, lo que pasa es que es el mismo perro con un
diferente collar, pero es lo mismo.

Entrevistadora: ¿Y cómo usted ve...?

María Monte Carmelo: Pero estamos contentos, ¿sabes? Por lo menos yo, de mi
parte estoy feliz, estoy contenta que no he oído más ninguna bomba. Porque en
agosto, día de mi cumpleaños, se celebraba bombardeando. Eso era bombas todo
el mes de agosto.

Ahora, ahora... Tengo un temor. Y mi temor es que yo creo que las tierras no
pasaron ni al gobierno nuestro, ni a los viequenses, sino que pasó a una
agencia Wildlife y Vida Silvestre, cuando ellos nunca protestaron. Allí mataban
las tortugas, allí mataban los caballos. Allí hicieron unos cráteres
terribles, mataron toda nuestra fauna, las palmas se fueron. Bueno, aquello
está bien maltratado, todo eso ahí, y yo nunca vi a Wildlife protestando por
el bombardeo. Pero ahora lo tienen ahí, y mi temor es --y no lo he discutido
con nadie, fíjate-- pero mi temor es que es como un tape. Pasó de esta agencia
a esta, y como es federal, los federales pueden volver a bombardear. Porque en
el momento en que necesiten esas tierras "en aras de defensa de la nación",
entre comillas, y en un momento de que necesiten un sitio de emergencia, porque
hay que practicar esto y aquello y qué sé yo, de emergencia hay un ataque qué
sé yo dónde, pueden venir ahí a practicar sí, porque eso es federal. Y las
agencias federales, pues, se ayudan unas a otras.

Entrevistadora: ¿Y cómo ve usted la desobediencia que se está haciendo,
precisamente en esas tierras? ¿Necesarias?

-- Cambio de cinta --