Entrevistadora: Bueno, cuéntenos lo del desahucio.
Entrevistador: Pues si quieres, María, comienza un poco a relatarnos la
historia de los rescates de terreno en Monte Carmelo y un poco también...
María Monte Carmelo: Sí, como una historia. Entrevistador: Un poco cuéntanos
la... María Monte Carmelo: Bueno, les puedo contar, lo primero que les voy a
decir es que antes, a través de los años, cuando yo llegué aquí en el '63
por primera vez me sentía un poco cohibida, porque estaba en Puerto Rico, y yo
decía "Caramba, ¡qué triste yo me siento que no nací en mi Puerto Rico! Que
no soy 100% boricua". Y todo eso se me quitó cuando oí la canción que dice
que aunque nazcas en la luna eres boricua, entonces yo dije "Ah, bueno, ¡pues
olvídese!" Yo nací en las Islas Vírgenes, en Santa Cruz, y estudié en Nueva
York. Porque mi abuelo fue uno, que se fue para la isla de Santa Cruz cuando
vino la defensa por primera vez en los '40, mi abuelo era un agricultor, y mi
abuelo vivía en la parte oeste de la isla de Vieques. Entonces, mi abuelo se
llamaba Ramón Velásquez, mi abuelo murió. Y mi abuelo dijo "Yo no me puedo
quedar aquí, en este pedacito de tierra que ustedes me dan, porque ¿dónde yo
voy a poner mi ganado? ¿Dónde yo voy a poner mis gallinas? ¿Y dónde yo voy a
poner mis animales? Yo tengo ovejas, tengo cabro. No, no tengo... no puedo".
Entonces, se indignó tanto que se fue para la isla de Santa Cruz, allá estaban
trayendo inmigrantes de diferentes islas a trabajar, y él se fue para allá.
Allá trabajó, compró su tierra y lo que sea, y mi papá se crio allá. Mi
mamá, de parte de mi mamá, los Ríos, se fueron para Juncos. Tampoco mi abuelo
aceptó lo del desahucio. Era desahucio, porque desahuciaban a personas de su
casa, y la sacaban y le daban $30.00 pesos a algunos, y los que no querían
coger el dinero, se lo metían en el banco, para que ellos lo fueran a buscar.
Entrevistadora: ¿No les dieron tierras tampoco? María Monte Carmelo: Les daban
24 horas para que sacaran sus casas, y sí, sí, le daban tierra acá, en el
pueblo, en un área de Santa María y en un área de Monte Santo, dieron tierra
para las personas. Pero si ellos estaban acostumbrados a tener cinco, seis,
siete, ocho cuerdas de terreno con sus animales, venían y los ponía en un
pedacito, que era el terreno de este, la casa le que quedaba casi con el techo
de la otra. Era como una urbanización. Entonces, pues, mis abuelos se fueron, y
por eso es que yo nací en Santa Cruz y me crié en Nueva York. Pero, al irme de
nuevo, mi familia fue cuando yo tenía unos diez añitos regresamos a Santa
Cruz, pues, yo iba allá a la escuela y estaba estudiando, y estaba trabajando
en una joyería, y ahí conocí a Carmelo. Carmelo se había ido allá a
trabajar, pero ya él había estado en el ejército, él fue un veterano de la
guerra de Corea, y se licenció en el '57, si no estoy muy equivocada, '56 o
'57. Entonces, ¿qué pasa? Que él era guardaespaldas del gobernador de las
Islas Vírgenes, él era policía allá. Entonces, pues, allá yo lo conocí,
nos casamos, vine a Vieques por primera vez en el 1963. Entonces Carmelo me
empezó a contar la historia de su isla. Como él sentía en su corazón que él
tenía que rescatar sus tierras, porque a él lo desahuciaron de la parte este.
A mi familia la desahuciaron del oeste, y a él del este. Entonces, cuando
tuvimos el encontronazo con la Marina, yo le decía "No, no, ¡un momento! A mi
esposo lo sacaron del este y a mí del oeste, y estamos en el mismo centro de la
isla". Entonces, pues, cuando en el '63, estábamos aquí, empezamos a vivir,
empecé a ver la vida, empecé a notar el por qué las personas de Vieques
estaban, como, no sé, como que que tenían la mente cauterizada en cuanto a
miedo. Yo no le tengo miedo a nada, ni a un uniforme, ni... Y estas personas...
Una señora, una vez, un policía le dio un boleto y le dijo "Señora, mueva su
vehículo de ahí, que está..." "No, no" y se le armó y qué no le dijo.
Entonces, de momento, hizo así y miró para el lado, se monta en su carro y se
fue. Y yo misma me quedé sorprendida, ¿qué pasó con esa señora? ¿A qué le
cogió miedo? Y era que vino un vehículo de la Marina, con dos d'estos que
decían MP aquí, Military Police, y entonces vinieron, se estacionaron,
cogieron una funda y fueron para el correo. Entonces yo le dije "Mire, ¿por
qué esta señora le cogió miedo a estas personas?" Le dije a otra, y me dice
"¿Tú no sabes? Mira, esos son militares, y la policía militar es federal, te
llevan para el Circuito de Boston". Que fue por primera vez que yo oí eso del
Circuito de Boston. Y yo "¿El Circuito de Boston? ¿ pero qué tiene que ver
eso? Esos son soldados, militares", "Uf, tú no sabes", y se fue, y me dejó con
esa. De un momento, pasa un helicóptero, ¡tata- tata-tata!, por el mismo medio
del pueblo cargando un Jeep. Y yo miré así, yo dije "Ay, Cristo, ¡que
peligroso es eso!" ¡Por el mismo medio del pueblo! Más, sin embargo, oigo
personas que salían "¡Mira qué lindo! Mira, asómate, asómate, ¡qué
lindo!" Encontraban lindo una cosa que era tan peligrosa. Entonces me empecé a
dar cuenta de que algo estaba mal, no estaba bien. Entonces, mi esposo me dijo
"María, vamos a rescatar nuestras tierras". Por allá por la parte de Pueblo
Nuevo... Le llamaban Pueblo Nuevo, porque está el pueblo viejo, y es el pueblo,
y como la gente empezaron a rescatar más allá, cerca del pueblo, del muelle
para allá, le llamaban Pueblo Nuevo. Y entonces, pues empezamos a rescatar, y
una vez nos levantamos a las tres de la mañana, ya eso era en el '64, tengo un
nene de tres meses, chiquitito, me lo llevo en su cunita, le pongo su toldito,
porque había mosquitos. Mi esposo con un machete, yo con un termo de café, una
botella de agua. Cuando estamos cortando el pasto así, desde casi las 3 de la
mañana, van a ser las 4, era una noche de estas que está la luna y se ve.
Cuando ya eran como las 10, empezó a salir el sol, estaba yo sudada, y cuando
de momento dice Carmelo... Bien, pasa un muchacho y dice "Oye, ¡qué lindo
está esto! Carmelo, ¿tú vas a poner una casita aquí?", y él le dice "Sí",
entonces le dijo "Mira, esto es federal. Te van a meter preso", y él dijo "No,
hombre no, esto no es federal. Esto es nuestro, esto es de los viequenses. No,
no. Los (Ininteligible) los federales lo usan para bombardear, ellos están
bombardeando bien lejos, en el este, pero estas son nuestras tierras". Y él le
dijo "Chacho, a mí me da miedo. Yo necesito un pedacito de tierra, porque yo
estoy en casa de mi suegra. ¡Ay, Dios mío! Y esa señora me hace la vida
imposible". Entonces Carmelo "Pues, cógete este", y dijo "¡No, mira muchacho!
¿Y si me meten preso?" "No te van a meter preso nada. Es más, cógete este
terreno, y si vienen sobre ti, la policía, los militares, tú les dices que me
metan preso a mí, que yo te la di. Échame la culpa a mí", y dijo "¿De
verdad?", y dijo "Sí". Y así ese señor cogió esa tierra. Y después que él
cogió esa tierra empezaron a... Y le pusieron Bravos de Boston, porque en aquel
entonces los Boston Braves, que eran (Ininteligible) americano, un juego de
béisbol, pues estaban en su apogeo y todos los juegos los ganaban. "Ah,
nosotros somos como los Bravos de Boston", y así se quedó, Bravos de Boston. Y
después de ahí seguimos. Rescatamos Bastimento. Que si voy a relatar historia,
historia por historia, nos coge toda la noche. Y después, pues, rescatamos
Villa Borinquen. Monte Carmelo era parte de Villa Borinquen, hasta que ellos en
el 1985, según dicen, lo dividieron con una línea imaginaria. Y yo digo "¿Una
línea imaginaria?" Cuando vinieron aquí sobre nosotros, nosotros estábamos
aquí desde 1972. Entrevistador: ¿En este mismo terreno? María Monte Carmelo:
En este mismo terreno. Entrevistador: ¿Aquí, donde estamos haciendo esta
entrevista ahora? María Monte Carmelo: Aquí donde usted está haciendo esta
entrevista, la casa estaba un poquito más allá, en el patio de mi casa, porque
era una casa de madera. Y aquí empezamos a abrir zapata, porque mi esposo
decía "María, tenemos que hacer algo en cemento, porque aquí sopla el viento.
Y cuando sople el viento en tiempo de huracán, esta casita va a tener allá en
medio mar. Así es que, vamos a hacer la casa en cemento, y entonces pues así
nos cuidamos de las tormentas". Entonces, empezamos a hacer la casa. Pero,
¿qué sucede? Eso fue en el 1976, y en 1978 operaron a mi esposo del corazón.
Entonces, muchas familias que estaban... Pero era Villa Borinquen, no Monte
Carmelo, y no habían carreteras. Mi esposo y los que estaban rescatando en
Villa Borinquen venían con machete y con Jeep. Bueno, yo tuve mi último nene
en el '76, yo tengo siete hijos, seis varones y una nena. El primero lo tuve el
15 de noviembre del 1964, y el último, el 17 de septiembre del 1976.
Entrevistador: ¿Esos niños nacieron en Vieques? María Monte Carmelo: Nacieron
en Vieques. Solamente... Entrevistador: ¿Todos? ¿Y había problemas para tener
hijos en los hospitales en Vieques? María Monte Carmelo: Fíjese, no, no. Hubo
problema... Porque aquí habían comadronas. Pero, no había tanto problema como
últimamente, que menos mal ya hicieron el hospital ahora, pero no habían
tantos problemas, porque si usted le daba dolor, usted llamaba a la comadrona.
Entonces, en el hospital viejo, si usted iba con tiempo, pues la atendían
allí. Si no había un doctor en el momento, llamaban una comadrona en el mismo
hospital. Entrevistadora: O sea, ¿pero de vez en cuando había doctores? María
Monte Carmelo: Sí, sí. Traían doctores de la isla. Y muchos doctores, hasta
se mudaban para Vieques. Entrevistador: ¿Y si se hacían partos en el
hospital...No es como después que las mandaban a Fajardo? María Monte Carmelo:
Sí, se hacían partos en el hospital. El último lo tuve en Fajardo. Ese nene
mío del '76, no nació en Vieques, nació en Fajardo, porque ya en el '75
quitaron el haber partos en Vieques, porque decían que necesitaban un
especialista, que necesitaban un sitio donde pudieran poner los niños en una
incubadora... ¿Entiende? Que había muchas cosas que en Vieques, pues, no
había. Y eso, luego con los años yo me di cuenta, que en verdad no era eso. Me
di cuenta que era que ellos querían mantener la población marginada a una
cantidad. Porque después yo leí unas cartas de la Marina, donde decía "We
have to maintain the population at 9,000, and no more". Eso quiere decir
"Tenemos que mantener la población de Vieques en 9,000, y nada más". Eso yo lo
leí luego. Con los años, pues dije "¡Oh! ¡No en balde!", porque todo el que
nace en Fajardo, pues es de Fajardo. Entonces, tengo uno que me nació en Santa
Cruz, que fue el que nació en el '65, porque salí para allá a visitar a mis
padres, mi mamá, mi papá estaban en Santa Cruz, y me cogió el parto allá. Yo
iba a viajar para acá el sábado, y el parto lo tuve por la madrugada de
viernes a sábado. Así que no llegué acá, por eso es que ese nació allá. De
hecho, ese es uno que viene mañana. Ese está en el ejército... Sí, estaba en
el ejército, él se metió en el ejército en el 1988, y se ha quedado por
allá. Estudió medicina. Es un predicador, está en el Evangelio. Él fue a
Irak y me mandó una cartita "Mami, no se asusten, que si llega mi tiempo de
morir, voy a morir, pero mientras tanto lo he cogido como unas vacaciones. Estoy
yendo aquí, visité la Tierra Sagrada, visité aquello..." Se puso allí a
visitar sitios. La cuestión es que, a todo esto, Villa Borinquen empezó el
rescate... El lema era "Haciendo a Vieques más grande". Estaba Manuel Silva,
estaba Antonio Figueroa y estaba Carmelo Félix Matta. Que eran los tres...
Ellos le llamaban "los tres cheches del momento", que eran los que halaban las
personas. Entonces, hubo como un medio celo entre nosotros, porque a Carmelo lo
seguían más, pero era que ellos no sabían, muchas personas no sabían, que
era que ya desde el '63... Ellos empiezan en el '76, nosotros empezamos en el
'65. ¿Sabes? Que ya llevábamos años colocando la gente en partes de los
Bravos de Boston y en Pueblo Nuevo. ¿Qué pasa? Que cuando venimos para acá,
Carmelo quería buscar un sitio lo más alto posible y lo más retirado. Y como
no había carreteras, y era bien difícil llegar hasta acá, hasta el monte,
pues las más personas, se quedaron más en el llano, que subir para acá. Y
él, cuando yo llegué del hospital... A mí me hospitalizaron una semana antes
de dar a luz en el '76, porque tenía el corazón recrecido y me dijeron que
podía haber peligro, y tenía anemia, yo no comía mucho. ¡Siempre he sido
así, flaquita! Siempre he pesado, desde que tengo 16 años, 105, y entonces con
la barriguita un chinchín más, y cuando salía de la barriga, otra vez 105.
Mido 4'10" y pesé 105 toda mi vida, desde que tengo 16 años. Ahora estoy un
poquito más flaquita, porque es que los nietos, y los problemas del monte, pero
voy a volver otra vez a subir a mis 105. Entonces, ¿qué sucede? Que en todo
esto, cuando Carmelo, yo lo eché de menos, ¡no me iba a visitar al hospital!
Yo di a luz en Fajardo, me hospitalizaron una semana antes, y cuando salgo del
hospital me sentí triste. Yo dije "Carajo, yo una semana, doy a luz, me toca el
día de regresar a casa, ¡y mi esposo no vino! ¿Qué estará pasando?" Cuando
llego aquí a Vieques, en la lancha, vengo con mi bebé, y cuando me bajo, está
Carmelo bien sonriente "¡María, te tengo una sorpresa, amor! Te tengo una
sorpresa, ven acá". Y me abraza, y qué se yo. Cuando entonces, pues, me dice
"Te voy a llevar", y cuando me lleva al Jeep, yo me quedo así. La primera
sorpresa mía fue que el Jeep tenía toda la capota rota, como desgarrada. Y yo
dije "Carmelo, nosotros pagamos $400.00 pesos por esa capota de ese Jeep, era
nueva cuando yo me fui a dar a luz. ¿Qué pasó" Me dice "Olvídate, ¡eso no
vale nada con lo que yo te voy a presentar!" Entonces, empezamos a subir para
acá arriba, subió para acá arriba, entonces me dijo "Volví y regresé.
Encontré otra vez el sitio donde nosotros estuvimos en el '72. Y encontré unas
tablas, encontré unas cosas, que era donde nosotros estuvimos. Y vamos para
allí, y allí te hice una casita". Y cuando me trajo aquí, me había hecho una
casita. Por eso es que esa semana no me había ido a ver, estuvo aprovechando
para darme esa sorpresa. Y me puse bien mala, pues yo acabando de dar a luz, y
el Jeep brincando. Y entonces, se tenía que parar en el camino, cortar una
vara, para que pudiera seguir, fue bien d'esto... Pero entonces, en el '78,
después del '76, tuvimos problemas con los ganaderos, con la Marina, con el
Alcalde, porque ellos decían que esto ellos lo tenían alquilado a la Marina,
para pastar su ganado. Entonces nosotros "No, no, es que ellos no le pueden
alquilar a ustedes... Es solamente X cantidad". Por el d'esto de la ley de
Puerto Rico, de la ley del Estado Libre Asociado, hay X cantidad de cuerdas que
pueden alquilar, no tantas. Y, bueno, de eso el que sabe es Carmelo, que es el
que sabe de leyes y todo esto. Pero entonces, pues, tuvimos esas controversias
desde el '76 hasta el '78. Le da un infarto a Carmelo en la misma corte, que le
dice el juez "Tiene que salirse de ahí". Y él le dijo "Bueno, yo me salgo", y
el juez "Que lo voy a meter preso", dijo "Métame preso, pero mi familita se va
a quedar allí. Cuando yo salga de la cárcel, regreso a mis hijos". Y era
aquí. Entrevistadora: O sea, que en estos años tuvieron problemas con la
justicia. María Monte Carmelo: Oh, sí, tuvimos problemas con la justicia en el
1976. Entrevistadora: ¿Antes no? ¿Cuando habían ocupado Villa Borinquen, los
Bravos de Boston...? María Monte Carmelo: Sí, sí. En los Bravos de Boston nos
pusimos todos en línea y nos aguantamos todos de mano, y le dijimos a los
bulldozers americanos que nos pasaran por encima. Digo "C'mon! C'mon! Roll over
us, we're not leaving. We're not leaving, this is our land!" ¿No? Pero que no
llegaba tan lejos como después, porque ellos se fueron con sus bulldozers y nos
dejaron allí tranquilos y no dijeron más nada, y después esas tierras se las
pasaron al gobierno. ¿Ves? Que no hicieron más nada. Y allá, pues, de hecho,
usted se va por la orilla de la playa los Bravos de Boston y allí hay unas
mansiones preciosas. Mucha gente vendieron, otra gente... Entrevistadora: ¿Y
eso a usted qué le parece? María Monte Carmelo: Este... Yo te digo la verdad,
hay muchas personas que critican el que en la isla de Vieques hay muchos
extranjeros, y hay muchas personas que están viniendo a invadir nuestra isla,
que cogen los mejores sitios... Pero como esta ha sido una isla tan marginada,
la culpa de que esto esté sucediendo es de nuestro propio gobierno. Me da pena,
porque a mí no me gusta culpar a los míos, pero yo soy una persona bien
sincera. El gobierno de Puerto Rico, nuestro gobierno, nuestros gobernadores,
tanto un color como el otro, no distingo de colores, son los culpables que
nuestra isla, nuestra gente se vieran tan y tan mal, que cogían un pedacito de
tierra, y en vez de atesorarlo (Ininteligible) Nosotros nos vinimos aquí... A
mí me ofrecieron $40,000.00 mil pesos. Mi casa terminada y cinco cuadras de
terreno, con título. Entonces yo le dije "Eso suena bueno. Eso a mí me ha dado
ganas de beber café", y me levanté, y en inglés le dije.. Me meto a la
cocina, porque yo siempre tengo un termo así, bien grande, colorado, de café.
Y serví el café y entonces le dije "¿Usted quiere café con leche o con
azúcar? Sugar, cream? Qué se yo, ¿estilo americano?" Vine y le serví, nos lo
bebimos y después le dije "No, pensándolo bien no puedo hacer el negocio con
usted. $40,000.00 pesos cash suena bueno, suena bonito..." Las cinco cuerdas de
terreno con título, cuando en Vieques casi nadie tiene título de propiedad. Y
todas mis cosas, usted me lleva a la isla... Me ofrecieron, sí...
Entrevistadora: ¿Le ofrecieron cambiar esta casa...? María Monte Carmelo: No.
Después que se me quemaron mis cosas aquí. Después que se me quemó todo,
para que nos fuéramos, porque no nos fuimos, pues me ofrecieron esa oferta. Y
lo les dije que no. Después yo les dije "No, no puedo". Porque yo tenía una
mesita, que mi suegro me la regaló. Cuando tenía 17 años él la hizo cuando
empezó a estudiar carpintería, y entonces, ahora, esa mesita se me quemó, y
mi suegro murió de 86 años. Entonces no me la puedes reponer. "¿En qué
ferretería, en qué mueblería de la isla ustedes me van a comprar esa mesita
que mi suegro me hizo? No". Entonces Carmelo "Yo voy a negociar con ustedes". Se
fue para afuera y les dijo "¿Usted ve aquella montaña allá?" Pero eso era de
lo de ellos, es donde tienen el radar. "Denme cinco cuerdas de terreno allí, no
me hagan la carretera, no me den los $40,000.00 pesos, pero denme cinco cuerdas
allí con título de propiedad". Y miró para acá, estaba parado allá afuera,
y dijo "María, empaca, ¡que nos vamos!" Entonces ellos "Ah, no, ustedes no
quieren negociar", y él dijo "No, yo no quiero negociar, ustedes fue que
vinieron a negociar". Entrevistadora: ¿Y ellos eran de la Marina? María Monte
Carmelo: Sí, era la Marina y nuestro gobierno. Por eso es que te digo, que le
echo culpa a nuestro gobierno. Andaban con gente de nuestro gobierno. Y le digo
"Ustedes no quieren negociar". Y Carmelo "Mire, no ha nacido la mujer que va a
dar a luz al hombre que va a inventar la máquina que va a hacer los chavos que
va a comprar a Carmelo Feliciano. Así que se pueden ir". Tú sabes, le dijo que
no había nacido, pero eso fue ya cuando a mí se me quemó todo y estábamos
aquí, pero ellos vinieron a hacernos oferta. Sí, para que nos fuéramos de
aquí, porque esto era un sitio... Luego yo pregunté, yo dije "¿Pero por qué
tanto afán con esto?", y era porque era un sitio donde no había interrupción
de comunicación con Roosevelt Roads. Ellos estaban en diferentes sitios, y
donde la comunicación era clara, era una comunicación de aquí a Roosevelt
Roads clara, clara, que no se interrumpía. Y aquí usted habla por un celular,
aquí mismito sentadito, usted se va a diferentes sitios y se corta la llamada,
pero aquí hay una d'esto de comunicación bien buena, y por eso es que ellos
querían este sitio precisamente. Entonces, pues, volvemos otra vez allá a los
(¿dos?) años, rescatamos entonces en Villa Borinquen, y subimos aquí. Cuando
estamos aquí de nuevo para quedarnos, ya nosotros habíamos subido en el '72,
pero era íbamos y veníamos... Era bien difícil, no había carreteras, lo que
habían era veredas de ganado. Cuando subimos aquí, pues, empezamos a hacer
nuestra casita y empezamos a tener problemas en el '76. Tengo una hermana que,
de hecho, acaba de llegar ahora mismo, ella fue una de las primeras que vivió
aquí. Entrevistador: ¿Pérsida? María Monte Carmelo: ¡Pérsida! Pérsida
vivió aquí con su nena. Con su nena, con Vicky. Tenía unos diez añitos, me
parece, y ella dijo "¡Qué lindo está esto! Y yo me atrevo a quedarme", y todo
el mundo le decía "¿Pero y no te da miedo? ¿En un monte, tú sola?",
"¿Miedo, a quién?" les decía ella. Y allá hizo un A-frame, era una casita...
Las hacíamos A-frame, porque era lo más económico. Hicimos un A-frame y ella
vivía ahí. Pero ella, pues, cuando vino sobre nosotros la ley fuerte en el
1978, a Carmelo le da un infarto, y cuando falta el líder, pues los demás como
que "Eh, ¿dónde está el que me defiende?" Entrevistadora: ¿Cuánta gente,
más o menos eran en ese momento? María Monte Carmelo: En ese momento habíamos
tres. Tres personas, sí, aquí. Estábamos Carmelo... Estoy hablando del '76...
Entrevistadora: ¿Pero habían muchas en Villa Borinquen (Ininteligible)? María
Monte Carmelo: Abajo sí, abajo sí. Porque esto era Villa Borinquen, era parte
de Villa Borinquen en aquel entonces. Entonces estaba mi hermana, nosotros y
otra hermana mía, que fue presa. Esa se quedó en EE.UU. Entonces, ¿qué pasa?
Que cuando Carmelo (¿tiene problemas?) del corazón, lo operan, pues mi hermana
tuvo que ir para EE.UU. Se le hizo bien difícil para la nena, ella tenía a una
nena estudiando y se fue. Entonces, a Carmelo le dio un infarto, lo operaron,
cuando sale del hospital me dijo un doctor "Si usted quiere que su esposo le
dure un par de años más, usted tiene que salir de Vieques." Porque él mira
sus herramientas, él soldaba, él mira sus herramientas de soldar, él mira sus
herramientas de mecánica... Porque le voy a decir una cosa, Carmelo en todos
sitios conseguía trabajo. Era guardaespaldas del gobernador en Santa Cruz.
Carmelo trabajó en Ohio, recogiendo huellas para la policía, él iba y con un
polvito y qué sé yo, recogía huellas digitales en los sitios donde habían
crímenes y cosas. Carmelo donde quiera conseguía trabajo, menos en Vieques.
Aquí es que no le daban trabajo. Él una vez llenó para la Policía y dicen
que sacó el más alto de score y no le dieron el trabajo. ¿Sabes? Que todo era
política, o eres familia de aquel, o no estás bien, lo que sea...Nunca
consiguió trabajo. Entrevistadora: ¿La Marina presionaba para que no le
dieran? María Monte Carmelo: Pues, fíjese, no le puedo decir eso, porque yo no
estaba. En aquel entonces, cuando Carmelo se criaba en Vieques yo no estaba.
Pero sí, en cuanto a política, cuando yo llegué en el '63, que él hasta la
misma alcaldía una vez le iban a dar un trabajo, pero le dijeron "¡Tienes que
votar!" (¿?) , y él "No, no, a mí no me dan (Ininteligible). Yo hago lo que
yo tengo que hacer, y la Marina aquí hace daño. Esto hay que protestar por
este bombardeo". Desde entonces se ha estado protestando por el bombardeo. Pero
aquí, no solamente la muerte de David fue lo primero que pasó aquí. Aquí
pasaron muchos incidentes y muchos accidentes. ¡Lo que pasa es que la prensa no
llegaba! "¡Shh! ¡Y cállate la boca, no ha pasado nada!" Es más, una familia
de aquí, que yo creo que era de apellido Huertas, le dieron un dinero y se
tuvieron que ir de aquí. De ahí de (Ininteligible), porque a una nena le
explotó en la cara una granada. Le explotó en la cara y le llevó el ojo y la
oreja, y bueno, y no le hizo más, porque se le cayó encima a su padrino. A esa
familia la sacaron completa de aquí. Todas. Le pagaron y no está la abuela, al
abuelo... Eso, ¡shh! No pasó nada. "Mira, ¿y la muchachita aquella que la
granada le explotó en la cara?" "¿Qué muchachita que la granada le explotó
en la cara? ¿Dónde vive? ¿Quién es?" Nadie. Y al cabo del tiempo, eso se
olvidó. A un señor le explotó un caballo. La herradura le dio a una bomba sin
explotar, y él explotó con el caballo para arriba. Y murió. Mira, ¡eso no
salió! Sí, lo viequenses lo sabían, pero más nadie. Y eso se quedaba aquí.
Entonces la Marina tuvo que salir, porque esto se fue internacional. Esto se fue
a la isla de Puerto Rico, esto se fue a Corea, esto se fue a Estados Unidos...
Entonces, al irse internacional fue que entonces...