Interview with Guadalupe Family 2004 B
Vieques Struggle: A Digital Video Archive

Juan Carlos Rodríguez



PREGUNTA:

... entonces me estabas comentando que toman las huellas dactilares...

YAUREL GUADALUPE:

Sí, estaban fichando a uno que también tenía problemas con el CRIM, no me
acuerdo el nombre...

ISMAEL GUADALUPE:

Sí, es el alcalde de Villalba, Fernando Negrón, y otro más, que les ponen
cien mil pesos de fianza, pero que lo pague a finales de agosto...

PREGUNTA:

¿Fernando Negrón desobediente civil...?

ISMAEL GUADALUPE:

No, no, ese es el caso del CRIM, un alcalde, un alcalde... -Coincidimos... -Es
el mismo lugar que mientras esto de Vieques es testigo con esto, con ese alcalde
que se roba millones de dólares, fue un trato distinto...

IRCIA GUADALUPE:

Pero fue bien diferente porque cuando a ellos les dejaron pasar a una persona
por desobediente, a la sala, que conociera al desobediente solo podía pasar
una. Cuando yo subo por Dara, que Dara tenía menos de 21 años también, se
supone que hubiese alguien mayor ya, pues, yo subo por ella y está toda la
familia del alcalde allí adentro, o sea que él pudo pasar cuanta gente
quisiera, él que robó un montón de dinero, entonces, esta, esto tenía que
ser una persona por... y no me dejaron entrar a mí por no tener identificación...

NORMA TORRES

Sí, yo quería añadir a lo que Yaurel dijo de la represión en Ceiba, que fue
el mismo caso de nosotras. Nosotras éramos 31 mujeres. La menor era la esposa
de Pibe, Luisita, que para ese entonces tenía unos 27 años, 27 años creo que
tenía Luisita, pero la mayor parte de nosotras éramos mujeres ya pasadas de
los 50 años. En esa época peinábamos canas ya. Y al igual que la experiencia
de ellos, nuestra experiencia aquí en Vieques fue muy diferente a la de Ceiba.
Aquí ellos se desvivieron por atendernos... -En la Perrera... -No, no, nosotros
no llegamos a ir a la Perrera, a nosotros nos llevaron a unas carpas que ellos
tenían, creo que un poquito antes de llegar a la Perrera, y nos trataban con
mucho respeto, con mucha deferencia... este... nos consiguieron, este...
letrinas, nos consiguieron, nos llevaron agua... este... bueno, se portaron muy
bien, pero sí notamos la diferencia cuando llegamos a Ceiba. En Ceiba fueron
más ásperos y menos considerados. Sí, como que estaban rabiosos, ¿no?
Recuerdo que el chofer de la guagua que nos iba a sacar de la... que nos iba a
llevar del muelle a la celda donde supongo que acostumbran a llevar a los otros,
ese señor tenía como un coraje por dentro, estaba como, como rabiando. Y
nosotras, imagínate tú, 31 mujeres gritando consignas en toda la guagua,
cantando corillos, cantando himnos y todas alborotadas, contentas, porque no
había ninguna que no estuviera contenta, cantando, y este señor se ha dado una
santa empantadonada. Él era blanco y se puso como dice (no se entiende) de
colorado, y le ha dado un reversazo a aquella guagua, y como veía que no nos
callábamos, él paró la guagua así de sopetón, que el frenazo que pegó por
poco nos damos con el techo de la guagua del frenazo que hizo el señor. Y se ha
levantado y nos ha hecho frente, y nos gritó, porque aquello fue gritado:
"¡Cállense la boca, mientras más griten, más tarde van a salir de aquí!"...
-Eso fue en Ceiba... -Eso fue en Ceiba. Y te digo que eso fue... y nosotras:
"Oh...", y de momento así nos quedamos, y cuando ya habían pasado como cinco
minutos, que ya íbamos camino a donde nos iban a fichar, todas nos miramos y
empezamos de nuevo a cantar consignas y el hombre estaba histérico, pero nada,
tú sabes, no le hicimos caso.

Cuando estuvimos en la corte federal, que después que fuimos a la vista, que
suben, como dijo Yaurel, a ficharnos, ¿no?, que nos meten en una jaula, este...
había dos alguaciles allí, que aquellos yo creo que son dos de los hombres
más machistas y bien antipáticos, tanto haciendo comentarios sexistas, contra
las mujeres, bueno, llegó un momento dado que estábamos ya tan, que la
compañera Yosi Pantoja, que era la portavoz de las compañeras de la isla
grande, que nos acompañaron, se puso de pie y lo encaró. Y le dijo: "Espérate
un momentito, está bueno ya. Está bueno ya. O sea, ya nos está faltando el
respeto..." y por ahí le bajo con una retahíla y parece que el tipo fue...
ahí se aguantó, pero eso fue ahí dale que dale y dale que dale con
comentarios fuera de lugar.

PREGUNTA:

Chicas, ¿ustedes alguna vez tuvieron situaciones de esa índole mientras
estuvieron, digamos, vigiladas por las agencias de represión?

IRCIA GUADALUPE:

Sexistas, no. Pero para mí los puertorriqueños fueron los peores que se
portaron con... los militares puertorriqueños. Había uno que estaba bien
pendiente a Eric Hernández, uno chiquitito él y él a todos quería
arrestar... no sé si conoces a Eric Hernández, que es un muchacho alto, bien
fuerte. Él quería arrestarlo a él y espera que lleguen dos más, pero no se
atreve a acercarse. Entonces, estuvo todo el tiempo, hasta que cuando tienen a
Eric esposado, se le acerca y le empieza a hacer frente y a decirle muchas
cosas, y Eric le decía: "Pero yo te cojo afuera, yo te voy a coger cuando vayas
a la (no se entiende)"... el muchacho temblaba y era el jefe, o sea, el que
mandaba a todo el mundo allí. No sé, como que los puertorriqueños... él era
puertorriqueño... los puertorriqueños eran los peores que se estaban...
también fue el que les dijo que me apretaran las esposas porque yo me las iba a
quitar, y el que mandó a hacerle lo de los puntos de presión a Tito Kayak, era
un... el otro puertorriqueño que, que hubo aquí en Vieques cuando nos
arrestaron, fue el que nos llevó esposados a la lancha y nos llevó así a
Ceiba, que fue... yo, yo vi que las otras personas eran más... conscientes que
no estábamos haciendo nada así tan... nada, yo pienso que los puertorriqueños
fueron los peores que se portaron con nosotros.

PREGUNTA:

Veo... en términos de... yo vine en el año 98 a Vieques y estuve compartiendo
con algunos de los líderes del (no se entiende)... recuerdo que en aquella
época había mucho, digamos, deseo de continuar la lucha, pero las expectativas
eran muy distintas y cambiaron a partir del año 99. ¿Cómo, más o menos,
ustedes se sentían, en los años de, digamos, desde que la lucha quizás mermó
un poco, los ochenta, o quizás nacer un poco, criarse en el ambiente de la
lucha que está mermando...? Y ahora, distintas reacciones al respecto...

ISMAEL GUADALUPE:

Sí, mira, la lucha de Vieques ha sido como el desarrollo de la economía, que
tiene sus altos y sus bajos, ¿no?, tú te pones a buscar con una escala... por
ejemplo, eh... en el 64 aquí, yo te había dicho a ti que es la primera
manifestación que se hace a nivel del pueblo de Vieques, yo tenía 19 años.
Ese, esa década del sesenta se caracteriza por luchas de mucho confrontamiento,
aunque lamentablemente, no sé por qué diablos, eso como que se ha ignorado,
¿no?, pero hubo momentos de mucha fuerza. En el setenta lo mismo, que fue la
famosa, que Tato empezó a hablar, fueron los famosos... lucha por salvar las
fiestas patronales, donde ahí hubo encontronazos, ahí hubo, ahí hubo
agresiones físicas violentas. Yo creo que a Tato le llegaron a sonar. A una
abogada en el... eso fue en el setenta, le llevaron, a principio del setenta, 70
o 71, la llegaron a herir en una pierna. Eh... había movilización de policías
como las que nosotros casi veíamos ahí, fuerzas de choque. Y yo no sé por
qué razón, alguna gente parece que eso como que, como no estuvieron
participando no le dan mucho énfasis.

Y en la década del setenta, en la segunda mitad de la década del setenta, que
es cuando coge auge. Claro, algunos lo ubican por lo de los pescadores, porque
claro, cada cual quiere que la historia empiece con él y no como empezó la
historia, y es que en el 77 se trata de apoderar de nuevo de la parte sur,
entonces comienza, yo recuerdo que Lula Tirado estaba con un micrófono para
arriba y para abajo, y fue cuando único en la historia de Vieques, cuando
único, en la historia de Vieques, los cuatro, los presidentes de todos los
partidos se juntan. Nunca más eso ha vuelto en Vieques. O sea, ahora nunca más
volvió, aun, bajo después de David Sanes, nunca tú conseguiste a los tres o
cuatro candidatos de partidos coincidir con la lucha de Vieques. Cuando único
se dio fue ahí. Y de hecho, yo tengo un retrato que hasta Liche Castaño vino a
piquetear. Eso te demuestra... -Tú estás hablando aquí... -Aquí, Liche vino
a piquetear, en noviembre del 77, que es cuando la lucha vuelve a coger.

Entonces, eso mismo pasa luego en el 93, que se funda el Comité Pro Rescate,
que nosotros comenzamos con una lucha bien fuerte. Aquí comenzamos contra los
radares, aquí se estaba piqueteando a cada rato contra los radares, y piquete
viene y piquete va. Comenzamos entonces a protestar. Lo que pasa es que, como en
toda lucha, hay algo que como que empuja la cosa. En el 1977... el 78, fue la
entrada de los pescadores, pero la entrada de los pescadores se da sobre una
lucha que se estaba dando. Eh... es como tú decir "prendió fuego". Ah, bueno
prendiste el fuego pero se lo tiraste a la gasolina. Entonces, en el caso de la
década de ahora de los noventa, es que ya había todo un trabajo hecho de base.
Cuando tú tienes un trabajo de base, la lucha se prende, porque es fácil. Lo
malo es tú hacer ese trabajo de base, hablar de esto, hablar de lo otro, y lo
que hizo la muerte de David Sanes es empujar a un pueblo que estaba esperando
que algo lo empujara. Y eso es lo que se da con David Sanes.

Mira, quería hacer un paréntesis, porque es para que tú veas la magnitud del
trabajo de la gente. Yo recuerdo que en un momento dado, a un vecino, que le
llaman Yun-Yun, se le acercó alguien para preguntarle que si allí era donde
vivían los Guadalupe, donde estamos viviendo ahora. Y él le dice: "Mira, no,
yo creo que los Guadalupe están viviendo en Guaynabo". Porque en mayo me
habían llevado a mí y a Maelo para Guaynabo, después se llevaron a Ircia para
Guaynabo, después se llevaron a otros para allá, después se llevaron a otros.
Y él, en forma de chiste, lo que quería decir era que a todos los Guadalupe se
los estaban llevando presos, por eso cuando le preguntaron que si allí era que
vivían los Guadalupe le dice: "No, en Guaynabo", en la prisión federal, porque
nos estaban llevando uno a uno.

NORMA TORRES:

Cuéntale la anécdota del médico, del doctor que lo arrestaron porque era
Guadalupe... -Ah, sí, sí...

IRCIA GUADALUPE:

El ginecólogo de la... ¿verdad, él es ginecólogo?... el doctor Guadalupe
estaba corriendo por la playa, por Bastimento y se metió sin querer al área,
él dice que fue sin querer, yo no sé, pero es que la verja está hasta la orilla...

NORMA TORRES:

No había un letrero por ahí que le dijera a él que no podía seguir corriendo
por ahí...

IRCIA GUADALUPE:

Y siguió corriendo y lo arrestaron y lo metieron a la cárcel y todo.

TATO GUADALUPE:

Lo que pasa es que el es Guadalupe, pero no es familia de nosotros, pero él al
identificarse como Guadalupe dijeron "ah, este es uno más de ellos" y lo
metieron preso también. Finalmente lo soltaron, ¿no? -Pero lo metieron preso...

NORMA TORRES:

Sí, él decía: "Miren, yo no tengo que ver nada con esto, yo no tengo que ver
nada con esto, yo soy el ginecólogo del hospital, ha sido una equivocación",
pero no le creyeron.

TATO GUADALUPE:

Son gente que tienen conciencia también, simplemente aclaró que no...

NORMA TORRES:

Hasta que se aclaró todo fue que lo pudieron dejar libre y él decía: "Bueno,
tengo una anécdota que contarles a mis nietos".

TATO GUADALUPE:

Pero venía siendo desobediente porque él no solicitó permiso para ir más
allá de la verja, que eso es la desobediencia, ¿no?, no solicitar y entrar
como Pedro por su casa, y él lo hizo muy libremente. Oye, yo quería decir algo
de mi arresto. Distinto a lo que les pasó a algunos, cuando nos arrestan, que
yo creo que no fue arresto, fue que nos sentamos y pasó la patrulla y nos puso
las esposas, el encargado del grupo, un joven de... bueno, joven, del pueblo de
Utuado, de apellido Serrano, cuando yo le veo el apellido, yo le digo:
"¿Serrano? ¿boricua"... "sí, sí, soy de Utuado". Yo le digo: "¿Utuado, de
Utuado es Montero, un muchacho que fue alcalde de Utuado...?" Hablamos, un día,
una conversación... "Pues, ese que fue alcalde de Utuado", me dice él, "fue mi
maestro de cuatro". Le digo: "Pues, mira, ese muchacho estuvo conmigo en
Alemania", porque yo estuve en Alemania, "... y fuimos compañeros en el
campamento, pero en el área, ¿no?"... y el tenía un trío allí que a veces
iba a Munich a tocar guitarra y ahí empezamos un diálogo, ¿no?, y él me
decía: "Pero es que ustedes se meten aquí, esto es un riesgo grande", decía,
"... yo les entiendo a ustedes, pero estoy cumpliendo con mi trabajo". En eso
hay uno, jovencitito, boricua, que se lució, y nos tenían así, esposados, a
la orilla de la carretera, esperando transportación, y nos dice... a cada uno
le hizo una pregunta el muchacho, pero que yo no oía la pregunta y le digo:
"Oye, pero ¿qué está preguntando?, porque yo aquí no oigo"... me dice el
otro muchacho: "Yo lo que quiero saber es cómo ustedes llegaron aquí". Yo le
digo: "Ah, yo no te puedo decir". Y me dice: "Y si no me puede decir, ¿para
qué me pregunta?". Le digo: "Chico, tengo que oír primero la pregunta, a ver
si después te la puedo contestar". Y se enfogonó. Un lucido, ¿no? Pero el
otro no, el que tenía más rango que él, no. Fue un caballero con nosotros. No
fuimos atropellados, salvo por ese boricua, que se suma a la lista de los
boricuas que... y total, nada, era, no tenía casi rango, pero en ese sentido el
otro fue bastante caballero.

PREGUNTA:

Yo quisiera hacer una pregunta sobre la cuestión de qué significaba ser padre
y criarse en Vieques, y criarse bajo el régimen militar y también criarse ya
jóvenes aquí en Vieques, ¿no? Cuáles eran, cuáles han sido esas situaciones
que de alguna manera, tú sabes, criar niños en un régimen militar y que es
también criarse como niños en un régimen militar.

ISMAEL GUADALUPE:

Esa pregunta cualquiera te la puede contestar porque son tantos y uno la oye
repitiendo por ahí. Número uno, tú estás consciente de que cuando tú tienes
un niño, sabes de que cuando coge el diploma, ese no regresa para Vieques. Por
lo tanto, plantea el rompimiento familiar. Y eso ha sido así, yo creo que tú
le preguntas a cualquiera y está consciente de eso. Lo otro que se suma luego
de uno estar metido en esta lucha, es la amenaza constante de que tu hijo puede
ser víctima de cáncer o cualquier enfermedad. Y eso es una realidad que la
hemos vivido, no solamente (no se entiende), sino el montón de muchachos por
ahí. De manera que es una amenaza constante.

Lo otro, que aquí no hay alternativa de vivir preso en tu propia tierra. No hay
opciones, de vivir en un círculo, de que las distancias más largas, de Santa
María a La Esperanza y de La Esperanza a Santa María es de... claro, todavía,
¿no?, de estar en un pueblo donde las oportunidades y las opciones son muy
pocas, porque la Marina te las ha cerrado. Todo eso, todo eso, es parte del
cuadro de tú como padre vivir aquí en Vieques. Y me parece que contra eso es
que uno ha estado luchando, por cambiar. Yo recuerdo bien el mensaje que yo creo
que yo di la primera vez, que yo planteaba de que yo no quería...

NORMA TORRES

Que mis hijos vivieran en el Vieques que me tocó vivir a mí...

ISMAEL GUADALUPE

O sea, que yo no quería que mis hijos vivieran en el Vieques que nos tocó
vivir. Y los hijos de otros, ¿no? Porque ha sido un Vieques, eh... encapsulado,
muy limitado, con... mira, y por eso es que todavía hablamos de que la lucha
continúa. Aquí lo mismo que se ha dejado de bombardear, tenemos una agencia de
vida silvestre que es tan represiva algunas veces o más que la misma Marina. Te
impone a ti unas horas para que disfrutes de dos playas. Si te coge con jueyes
te denuncia. Te dice "tú puedes entrar de tal hora a tal hora, al otro sitio
tú no puedes ir". Este... no hay posibilidades de desarrollo, la contaminación
está. Por eso todavía la amenaza a la salud está para todos, incluyendo para
los hijos de nosotros. Y por eso, en ese sentido, la pregunta que tú haces, es
la amenaza que uno tiene de criar en un ambiente inseguro, pero más que nada de
saber que en ese medio hay pocas posibilidades de que tu hijo pueda, lo que
estudió, ofrecérselo a la comunidad.

PREGUNTA:

Yo quisiera hacer esa pregunta...

NORMA TORRES:

Bueno, sí, más o menos, en términos de lo que Ismael plantea, estoy de
acuerdo porque... es bien doloroso. En cierta medida, uno sabe que los hijos
llegan y no van a estar con nosotros toda la vida. Pero una cosa es que los
hijos, pues, hagan su, su vida, ¿no? y formen su hogar, pero generalmente en la
isla grande no, no hay que cruzar ese pedazo de mar para encontrarse con ellos,
o sea, las distancias son más cortas. No hay quizás las mismas preocupaciones
que tenemos nosotros aquí. Y realmente, se van, o sea, como que llega el
momento dado en que... despliegan alas, ¿no? y después se hace mucho más
difícil poder, poder verlos, poder compartir más con ellos.

Hasta esa relación que se da entre abuelo y nieto, eh... se hace bien cuesta
arriba. Bueno, no tenemos nietos todavía, pero Tato que tiene nietos también
fuera de Vieques, pues, sabe que no es lo mismo, porque son nietos y que no, que
no se pueden disfrutar de la misma manera, porque se ven poco. Son pocas las
circunstancias, las oportunidades para poder verlos y estar con ellos. Además
de eso, los servicios de salud, es bien difícil, bien difícil, bien difícil
para un viequense darse los tratamientos. Este... y ahora que lo hemos vivido en
carne propia, ¿no?, con mis tratamientos, pues, realmente, es bien cuesta
arriba. Bien cuesta arriba. Tener que ir a darse tratamientos, especialmente
tratamientos tan fuertes como son los tratamientos del cáncer. Y yo conozco
amigas y compañeros que viajan, o sea, viajan en la lancha para darse
tratamiento de quimioterapia, que no es nada fácil y regresan en esa lancha de
nuevo, tú sabes. Y realmente yo, yo siempre le digo a Ismael: "Yo, yo me quito
el sombrero delante de esas personas", porque es bien difícil, bien difícil.

PREGUNTA:

Tato, ¿alguna cuestión sobre la cuestión de la familia y criar hijos en
Vieques y...?

TATO GUADALUPE:

Igual que Ismael, pues, yo me crie en este sistema tan militarizado, ¿no?, y
mis hijos. Hay unas partes que mortifican. Por ejemplo, en el caso mío, yo fui
voluntario al ejército. Tengo un hermano, tenemos un hermano que estuvo unos 21
años y unos meses, que es el papá de Ircia y de Dara, muy identificado con
nosotros en esta lucha. Que eso es algo que otra gente no entenderá. Y pues,
nos criamos, los cuatro hermanos bajo este sistema, con pocas probabilidades de
progresar aquí y de hacerlo, pues, habría que salir y quedarse en Puerto Rico.
Cuando digo Puerto Rico me refiero a isla grande, no a Nueva York, como fue mi
caso y el caso de mis otros dos hermanos. Ismael, pues, se quedó en Puerto
Rico, pero se fue a Fajardo también. Y es que había que hacerlo porque aquí
era casi nada o llegando casi a nulo lo del posible provecho. Pero había otras
posibilidades de regresar aquí, como era ser maestro de escuela, que era uno de
los pocos espacios que había para un profesional. Y poquito a poco ir
desarrollándose hasta, claro, con dolor en el alma, había que hacer otras
cosas, ¿no? Unos bajo el principio... el principio político partidista o
político de mucha conciencia política, otros bajo la sombra del evangelio...
eh... de todo lo que se pudiera hacer, pero presentes siempre. Hasta lo que
llegamos hoy día. Me dolió mucho, como estaba diciendo de Ircia y Dara, porque
además de padre soy tío. No es fácil cuando uno se entera. No es fácil
cuando uno se entera que un militar te atropella una sobrina. Primero, porque
conmigo no lo hicieron, ¿no? Y uno se plantea: "¿Qué pasa?" Perdonen que
llore, ¿no?, pero estas son realidades. Porque uno dice: "Sí, los maltrataron,
les pusieron las..." a uno de ellos le pusieron las esposas tan apretadas que
cuando fue a firmar ante el juez Castellanos él dice que le pidió a la abogada
"mire, firme usted por mí, mire cómo tengo las manos". Eso fue a Pibe, pero es
un muchacho fuerte, ¿no?, pero cuando te maltratan una sobrina, ¿para qué?,
tu papá y yo estuvimos hablando. Él no estaba muy contento, no sé si él se
los comunicó a ustedes. Este... yo tuve que hablar con él. Él estaba súper
prendido. Entonces, cuando eso llega, tú dices: "¿Cómo me sentiría yo cuando
fuera una hija mía o mi esposa?". Claro, a ninguna de ellas le hicieron eso,
aunque hicieron desobediencia, pero no fueron en actividades para ser
arrestadas, ¿no?, aunque podrían haberlas arrestado allá arriba en las
capillas. Pero cuando yo me enteré de eso, yo dije: "Ay, Dios mío"... ¿qué
no se le mete a uno por dentro? Lo que pasa es que uno no expresa mucho esto,
pero a uno se le mete algo por dentro. Uno dice: "Ven acá"... a uno le hablan
de eso y piensa presentarse y decir: "Mira, házmelo a mí". Bueno, sucedió.

NORMA TORRES:

El abuso, el abuso del poder contra personas indefensas...

ISMAEL GUADALUPE:

A mí me parece que la desobediencia tiene tanta, tanta y tanta fuerza, que los
que tratan de acabar con la desobediencia tratan siempre de utilizar la
violencia. Y esa reacción violenta contra ellas, el maltrato, lo hicieron
contra ellas, lo hicieron contra un montón de personas, contra Yaurel, Pibe,
Maelo, lo que le pasó a Maelo en la cárcel, que lo... de hecho, ayer
estábamos viendo el video de él en la cárcel. A mí me parece que eso te
demuestra esa importancia de la desobediencia y cuánta fuerza tiene. Porque
para ellos sería mejor que Dara, Ircia, Yaurel, Tato, Norma, yo les hubiésemos
respondido con un, con un pescozón. O con un puño. Pero como no les
respondimos así, ellos se encuentran frustrados y acuden a ese tipo de
maltrato. Y esa es la desobediencia, y esa es la fortaleza que tiene la
desobediencia... -Pacífica... -La desobediencia pacífica, no violenta.

Y yo creo que más allá de la lucha de Vieques, nosotros hemos contribuido a
que se mire la desobediencia civil como una forma de tú resolver conflictos. De
hecho, aquí estuvo el presidente del PRD de México. El Partido Revolucionario
Democrático planteaba y decía que la enseñanza de la lucha en Vieques
planteaba métodos distintos ahora para poder bregar los conflictos políticos
en América Latina. Para que tú veas hasta dónde. Hasta dónde esa
desobediencia y ese modelo pudo captar de cómo tú bregar situaciones a través
de la... y fíjate que poco a poco se comenzó a dar. Este... los estudiantes
universitarios en Mayagüez levantan una, una carpa para hacer desobediencia, en
otro sitio amenazan con desobediencia, hay otros que han hecho desobediencia, y
ha seguido la desobediencia (no se entiende). Porque no era solo en Vieques, era
desobediencia en Nueva York, era desobediencia en Washington, era un Tito
trepándose a una Estatua de la Libertad, eso es un tipo de desobediencia también.

O sea, yo creo que nosotros retomamos la desobediencia que, por cierto, tengo
que aprovechar porque en el setenti... ha habido una confusión, lo que es
desafío con lo que es desobediencia, y no es lo mismo, tú sabes. Los
pescadores se metían dentro, frente a los barcos. Era un desafío. Desafío y
desobediencia, aunque tienen más o menos el mismo parecido, no es lo mismo. La
desobediencia tiene: "yo me paro hasta que me arresten". Ese el caso de Rosa
Parks. La famosa guagua en... ¿cómo se llama?... en Alabama. Cuando Rosa Parks
dice: "No, yo no me voy a sentar donde ustedes nos están enviando siempre a los
negros. Yo me voy a sentar donde se sientan siempre los blancos". Si Rosa Parks
hubiese hecho como algunos que hicieron aquí: "Ah, cuando vengan me voy, para
que no me arresten", todavía la lucha por rescatar lugares y espacios en
Estados Unidos los negros no se hubiesen logrado. No, Rosa Parks dijo: "No, yo
no me voy a sentar ahí, y tú me sacas si no quieres que me siente ahí",
porque tenía que desafiar la ley. O sea, y la desobediencia tiene, como efecto,
para tú poder cambiar esas leyes injustas, tú tienes que ir al grano. Y tú
tienes entonces que retar a los que te quieran retar por ahí. Por eso entonces
tú veías luego, el mismo Martin Luther King, cuando se enteraba que un
restaurante decía: "Aquí no se atiende a los negros", él cogía, llenaba una
guagua y los llevaba y se iban a sentar allí hasta que los atiendan. Entonces
provocaba, como provocaba ¿qué? Un arresto. Y aquello entonces, y aquellos
estudiantes universitarios que se metían en universidades que eran
exclusivamente para blancos y no para negros, lograron cambiarlo. Imagínate si
esos estudiantes hubiesen dicho como algunos aquí planteaban: "No, cuando me
vengan a arrestar, yo me voy". Estuvieran las universidades todavía excluyendo
a los estudiantes negros, tuvieran las guaguas todavía asientos exclusivamente
para blancos y estaría todavía la Marina aquí bombardeando.

De manera que la desobediencia hay que verla de una forma distinta y no
confundir desobediencia con desafío, que eran dos cosas, son dos cosas muy
distintas. Yo puedo desafiar a alguien, pero cuando veo que la cosa se me pone
mal, me voy. Eso no es desobediencia. La desobediencia tiene que ir al tuétano
de las cosas. Si no va al tuétano, se queda en una acción así... en el aire.

PREGUNTA:

Yo quisiera regresar un poquito a la cuestión de la crianza, quizás tomar
expresiones de los jóvenes. Eh... yo tuve la oportunidad en el 98 de compartir
con varios jóvenes, entre ellos compartí con un joven que se llama Edwin, de
aquí, de Luján, eh... ese joven tuvo cáncer en los pulmones y demás...
-Meléndez... -Edwin Meléndez... -Y en un testículo... -Y en un testículo...
entonces recordaba que Edwin me... hice trampa porque recientemente vi el video
de la entrevista que tuve con él, y él me comentaba un poco de cómo él veía
su crianza en un espacio que estaba destinado de alguna manera para uso militar
y que eso lamentablemente, pues, hacía que hubiese una parálisis en el
desarrollo económico y demás. ¿Cuál es el desafío de una juventud que va
creciendo en ese espacio si... y también, por ejemplo, si los pueblos... esta
es una pregunta de Freddy Marrero, un amigo mío, si muchos de los pueblos ven
en su juventud el futuro, cómo negociar con la situación de que los jóvenes
aquí se estén yendo, de que en este pueblo no haya oportunidades para retener,
digamos, a los jóvenes? -¿Me puedes repetir la pregunta?... -¿Cuáles son los
desafíos de uno criarse en un ambiente militar y en un ambiente político, y
también, digamos toda la cuestión de la juventud hoy en Vieques versus cuando
estaba la Marina?

ISMAEL GUADALUPE:

Mira, cada juventud, en cada momento ha tenido unos desafíos. Cada juventud.
Por ejemplo, cuando Tato y yo nos criábamos, la juventud de Vieques y muchachas
como ellas, tirarse a la calle, en un momento dado, era exponerse a que viniera
la agresión, la falta de respeto, terminaba en motín. Y eso fue una época
bien, bien clara, que a ustedes no les tocó vivir, pero ahora les toca vivir el
momento de, de... ausencia de alternativas en ofrecimiento para la diversión.
Ese es el costo de estar tú viviendo en Vieques de espacios pequeños, de
limitaciones, de opciones de diversión, ausencia de cine, ausencia de lugares
para poder... inclusive, ausencia de ofrecimientos educativos. Por ejemplo, el
problema que hemos tenido todos, ¿no? Si yo estoy... en Vieques hay solamente
una escuela intermedia. En Vieques hay solamente una escuela superior, en
Vieques hay solamente como cinco o seis, por lo menos, escuelas elementales.

Si yo soy un estudiante joven en Vieques y por "h" o por "r" hay un maestro que
da tal materia en la escuela superior, y no es una clase electiva, es una
clase... ¿cómo se llama?... requisito... y ese maestro me cae mal, yo me he
buscado tremenda chavienda en Vieques. O si yo tengo... en esa escuela donde yo
voy a estudiar hay un estudiante que la tiene conmigo y lo tengo que ver todos
los días, me busco tremenda chavienda. Y tú dices: "¿Qué tiene que ver eso
con la Marina? ¿y qué tiene que ver con las condiciones". Pues, mira, esas
condiciones las creo la Marina al eliminar aquí la posibilidad de crecimiento
de este pueblo, al mantener, este... la población bien reducida, se cierran las
opciones, se cierran alternativas. Entonces tú vives preso, prácticamente
preso, ¿no?, porque tú tienes las verjas y las prisiones un poquito más
grande, pero eso es producto de tú vivir aquí, eso es lo que está sufriendo
la juventud. En términos de esas opciones educativas, aquí no tienen dónde ir
a una biblioteca grande, aquí no hay más escuelas. Pues, yo en Fajardo, si en
la escuela superior de Fajardo no me conviene, me voy a la de Luquillo, me voy a
la de Ceiba, pero aquí no, aquí te lo tienes que chupar.

NORMA TORRES:

Sí, yo quería comentar, o sea, me hago yo la, la pregunta si no tiene que ver
el trato que la Marina le dio al pueblo con la... tú sabes, el coraje de los
militares, ¿no?, de que no pudieron llevar a cabo el famoso Plan Drácula, de
que ellos pretendían sacar a toda la población de aquí, quedarse con toda la
isla. Pienso yo, ¿no?, cuando ellos ven que les sale el tiro por la culata, ven
que a pesar de los pesares, la gente no se va, pues, no sé si es una manera de
ellos, pues, ahora vamos a ser un poquito más... no sé... más abusadores o
les vamos a hacer la vida imposible a los viequenses para que eventualmente
ellos por sí mismos decidan irse. No sé, pienso yo, ¿no?, y... y quizás,
pues, digo yo, a lo mejor esa fue una de las cosas que los llevó a ellos a
portarse de la forma que se han portado con el pueblo. Porque yo digo: si la
Marina realmente hubiese sido, hubiese querido eh... permanecer aquí... yo
siempre digo que Vieques sería el pueblo que mejores escuelas tendría, los
mejores hospitales. O sea, la Marina se hubiese abierto el bolsillo y hubiese
provisto a esta isla de, de los mejores empleos, de las mejores escuelas, de los
mejores hospitales, de los mejores servicios. Mira, hoy por hoy, yo dudo que la
Marina hubiese podido irse de Vieques, porque el mismo pueblo no iba a dejar que
la Marina se fuera. Pero, pero no hicieron eso... o sea, se dedicaron a hacerles
la vida imposible a los viequenses, y entonces, pues, o sea, como que: "Ah, no
se van, vamos a ver si portándonos así con ellos, deciden finalmente irse".
Pero... no les salió ni de una manera ni de otra.

(Para la grabación y después sigue)

IRCIA GUADALUPE:

... dijo que eran bien salvajes, en realidad, estaban jugando los dos una
chorrera allí en la base y (no se entiende) se cayó y se fracturó el brazo, y
Maelo estaba ahí en el hospital con muchas monerías, ¿tú no recuerdas que se
trepaba las piernas acá? Como que tengo esa...

NORMA TORRES:

Ustedes vivieron la, la vida militar directamente. Yo la viví de forma
indirecta, porque mi papá siendo militar, mi papá estaba ausente de mi vida, o
sea, yo sabía de él, pero por mi casa la cantaleta de que los militares son
buenos, que tu papá es soldado, de que los americanos, pues, esto, los
americanos lo otro. Yo me sentaba a veces a ver los convoys por la ruta de La
Esperanza, cuando cortaban el cañaveral, eso era uno de mis entretenimientos.
Yo estoy describiendo una experiencia de vida. Y... y dentro de las... las...
primeras experiencias mías con los militares... yo recuerdo... en primer
lugar... las luces... cuando se tiraban en paracaídas, que tiraban los...
¿cómo es esto? -Luz de bengala... -Ah, luces de bengala, y luego yo veía esa
cantidad de... eran como unos hongos transparentes y yo me acuerdo que le
preguntaba a mami y a papá que qué era eso. Entonces ellos me decían: "Esos
son los soldados que se están tirando en paracaídas"... y yo le decía a mami
que si mi papá estaba ahí. Que si, como la cantaleta de que "mira, tu papá
está en el ejército, tu papá es militar". Yo decía: "¿Mi papá está
ahí?". Esa fue una de mis primeras preguntas, siendo nena yo.

Y luego recuerdo que mi segunda experiencia con los militares fue cuando estuve
en casa de mi tío (no se entiende), porque yo soy prima hermana de David, que
murió... -¿David Sanes? -Sí. Y nosotros visitábamos mucho la familia en esa
época, y yo recuerdo que estábamos en la quebrada, detrás de tío (no se
entiende) hay una quebrada, es una quebrada preciosa, mucha vegetación, mucho
verdor, y se cosechaba mucho berro, y cada vez que mami y yo íbamos a visitar a
la familia llevábamos las bolsas de berro para, para ensalada. Y nunca se me
olvida esa vez que estábamos recogiendo berro cuando de momento oímos una
gritería de los muchachos, salimos a la calle, y era que venía un convoy. Y
fue la primera vez en mi vida, yo tendría como seis o siete años, pero me
acuerdo clarito, la primera vez en mi vida que yo veo directamente, cerca, así
cerquita, un convoy de, de los militares. Y yo también empecé a gritar porque
empezaron los muchachos a gritar y a decirle así, qué sé yo qué, y recuerdo
que la primera barra de chocolate que yo probé en mi vida me la tiró un
militar. O sea, que antes ellos cuando veían muchachos empezaban a tirar
dulces, empezaban a tirar barras de chocolate... ¡Muchacho! ¡Ave María! ¡Que
Dios bendiga a los militares!, decía yo... y los potes de raciones... tío (no
se entiende) iba a buscar raciones a lo que llaman El Hoyo.

Y después lo que es, cuando la pesca era abundante, él distribuía y mandaba a
casa las bolsitas con las raciones. Y realmente ese fue mi... mi contacto,
¿no?, mi conocimiento de la Marina en aquel entonces, que aunque es distinta de
ellas dos, porque ellas vivieron las bases como tal, pero mi contacto con el
militarismo era, era ese.

TATO GUADALUPE:

Ellas nacieron y se criaron con (no se entiende)... Esa experiencia de Norma fue
la de nosotros en el barrio, los veíamos como dioses, los veíamos como dioses...

ISMAEL GUADALUPE:

Era un barrio militar, prácticamente, Santa María. Era como si tú estuvieras
en una base. Mira, tú te tirabas, te tirabas a la calle y veías si la persona
no tenía una gorra de militar, tenía unas botas de militar, o tenía un
pantalón de militar, no se escapaba nadie. Tú mirabas para las casas y tú
mirabas en las casas materiales de militares, casi todo verde. En las casas, los
otros días yo me encontré una cuchara que tenía "USA", si no, las raciones.
La gente encargaba las raciones: "Mira, búscame un B-1"... ¿Tú te acuerdas lo
que era un B-1? Era un pote B-1, B-2, este... entonces tú pedías como el que
iba al supermercado, y se faltaba a la escuela para ir allá a El Hoyo. El Hoyo
tiene mucha... El Hoyo era el lugar donde la Marina depositaba los... el
vertedero y estaba lleno de... de hecho, hay muchas historias, ahí hubo hasta
peleas que personas por poco pierden la vida. Por ejemplo, un compañero mío de
estudios, que estaba en la escuela... Dios mío, escuela superior estaba... le
pegaron un tiro. Le pegaron un tiro porque un soldado sacó una pistola. Él
parece que hizo el (no se entiende) y el soldado le pegó un tiro. Este... ahí
hubo peleas por raciones. Hubo una, una, y esto me lo explica Peyo Pichón
mucho, hará menos de un año que me lo estuvo explicando, me lo explicó. Es
que a veces lo que los militares hacían era que cogían las cajas de raciones y
si alguien llegaba allí decían: "Vamos a hacer un trueque. Yo te la cambio. Yo
te cambio esta caja por una caja de cerveza". Eh... y ellos hacían eso.
-Trueque... -Un trueque, los soldados no tenían dónde comprar cerveza, pero
entonces las pedían de aquí abajo. Pero vuelvo y te digo: mucha gente tenía
ropas militares, no porque estuvieran en el ejército, sino porque las
conseguían allá en El Hoyo.

Me acuerdo una vez una (no se entiende) que a mí me trajo ¿cómo se
llamaba?... Víctor King, que vivía al frente de mi casa. Tú mirabas para la
casa de él y aquello parecía un campamento militar. Primero, lo que tenían
era un toldo, de eso tú te acuerdas, y casi todas las cosas de Víctor King
eran del ejército: o cuchillos "USA" o todo, todo, todo era militar. Tú veías
en el patio cosas militares, eh, por ejemplo, los envases donde venían algún
tipo de mortero. Todo ese tipo de cosas. Entonces, aparte de eso, que tú veías
los saquitos. Siempre los militares, por lo menos desde... utilizaban saquitos
chiquititos para llenarlos de arena para usarlos cuando hacían trincheras, las
trincheras. Mira, tú podías ir a Santa María y era difícil tú encontrar una
casa donde no hubiera un saquito de esos, militar.

TATO GUADALUPE:

Algo interesante de esos saquitos, eran unos saquitos pequeñitos y abajo tú
les cortabas las puntas, los bordes, y uno lo usaba de traje de baño, en la
laguna y en... Sí...

ISMAEL GUADALUPE:

Aparte que aquí también había mucha mujer que se dedicaba a lavar ropa de
militar, sobre todo en esta carretera por aquí, donde estamos viviendo, decía
"laundry", ¿verdad?, todo era "laundry". Pero yo recuerdo el barrio, me acuerdo
de (no se entiende) que siempre andaba con una gorra militar.

TATO GUADALUPE:

Algo interesante. Ese muchacho que dice Ismael que estudiaba con él, terminó
siendo militar de alto rango. Él está vivo, vive en (no se entiende). ¿Tú
sabías eso? Fue maestro. Y más irónico todavía, él fue militar investigador
de casos criminales de la milicia...

ISMAEL GUADALUPE:

Y da por casualidad que el caso de él, nunca le pagaron en la... (no se
entiende) ... no, no, tampoco, a Mito Pérez nunca le pagaron, Mito Pérez me lo
dijo a mí. A ese muchacho le pegan un tiro, estudiaba conmigo, ¿no?, entonces,
para que no perdiera, para que no perdiera la escuela, la familia le pide a
él... no, los militares escondían para mandarle un maestro todos los días por
las tardes porque eso fue como en noviembre, diciembre, por ahí... o algo por
ahí... entonces le enviaban todas las tardes un maestro a Santa María. Eso es
más arriba de casa, eso, este... y todas las tardes subía un maestro a darle
clases. Nunca le pagaron al maestro. Nunca le pagaron nada a él. Nunca, nunca.
Mira, con todo y eso, el tipo, chaqueta del ejército, se hace oficial y está
investigando casos criminales, y nunca se le hizo justicia a él. Nunca, nunca.

Ahora, fíjate, la mamá de él es (no se entiende)... bien con nosotros, bien
en la lucha.

TATO GUADALUPE:

Cuando yo era muchachito, yo recuerdo que ella era del PIP. Aquí se dan muchas
cosas bien interesantes... ¿Sabes algo interesante que tú estás...? Aquí, un
compañero, de las brigadas que vinieron a apoyarnos, me estaba contando que en
el año 68, se les encomendó a unos estudiantes, en el verano del 68, hacer un
estudio más bien socioeconómico y político a la vez. Encontraron que un
poquito más del 80 por ciento, en el año 68, de la población quería que se
quedara la Marina. Eso me estaban explicando aquí, debajo de este árbol.
Estamos hablando de ¿cuántos años atrás? -Treinta y seis... -Treinta y seis
años atrás, sobre el 80 por ciento quería... creo que solamente el 15 se
oponía a la presencia de la Marina. La cosa fue cambiando, cambiando, hasta que
llegamos a un 70 y un 30, ¿no?, en el referéndum. No sé si recuerdas el
referéndum. El 70 pidió que la Marina se fuera.

ISMAEL GUADALUPE:

En julio del 2001...

DARA GUADALUPE:

Se sabe el cambio que se ha dado, como ustedes que veían a los militares (no se
entiende)... ajá, exacto, antes. Después, yo los saludaba a ellos y...
chévere, conmigo no había problema. Pero entonces están los nietos y las
nietas de ahora, esa gente está brutal...

NORMA TORRES:

La nueva generación, los chiquititos, los chiquitines, son militantes, esos sí
que son militantes.

PREGUNTA:

¿Y qué ocurre con esos niños? Cuéntame un poco...

IRCIA GUADALUPE:

Ellos ven a los militares en la autopista y les gritan a los camiones que pasan:
¡Fuera Marina!

DARA GUADALUPE:

El otro día había unos policías aquí y les gritaban: "¡Oink, oink!"

ISMAEL GUADALUPE:

Hay una foto de Amin tirándole una piedra la noche que Clinton hace una
expresión, y eso salió en la portada del Nue... del San Juan Star...

IRCIA GUADALUPE:

Pero no son solo los... mira, yo trabajaba con los nenes en el verano en el
campamento y nos fuimos a... íbamos a una excursión a ver una obra de teatro y
cuando pasamos por el Capitolio había una protesta, que no tenía nada que ver
con Vieques, y salen todos los nenes... todas las guaguas escolares empezaron a
gritar: "¡Vieques sí, Marina no!"... y eran un montón, eran nenes... y lo
hicieron por ellos, porque había mamás que eran pro-Marina allí y todos los
nenes de ellas estaban gritando: "¡Vieques sí, Marina no!"... pero en realidad eso...

PREGUNTA:

También yo me imagino que teniendo experiencia trabajando con los niños de
distintas generaciones de Vieques, ustedes que fueron maestros y demás, y
ustedes que han estado envueltas, ¿cómo ha ido cambiando esa, ese tipo de
percepción, la educación de los niños, ese tipo de cosas?, no sé si quieran
un poco...

ISMAEL GUADALUPE:

Lo que pasa es que ellas no saben el pasado. Ellas te pueden hablar del
presente, pero... la represión en la escuela era terrible. Bueno, yo tengo una
carta, que a mí se me trata de despedir, del, del teniente Karl, pidiéndole
que... a Ramón Mellado Parsons pidiéndole que se me destituya porque yo soy
"antiamericano" y que estoy en problemas con los soldados. Yo, un tiempo, al
principio, cuando yo era maestro, yo daba como parte del ejercicio de clase de
teatro, de ejercicio de memorización, yo les daba el poema "No des tu tierra al
extraño, por más que te pague bien..." -De Virgilio Dávila... -De Virgilio
Dávila... ¿sabes las veces que me llevaron a mí a la oficina para que yo no
diera ese...? Tú no podías hablar de la Marina, eso estaba prohibido... -Y ese
poema se escribe por todo Vieques... -Ese poema está en los textos... -Mira, en
ese portón que está ahí... -Ese poema está en los textos de escolares,
entonces, yo usando un mismo texto escolar. Eso era lo que me salvaba. Pero tú
no podías, entonces los militares entraban y salían. Entonces, tú tenías una
juventud presa. Ahora la juventud, pues, es una juventud más despierta. Por eso
en la lucha se dan unos cambios increíbles. Cuando tú miras para el 78 o para
el... claro, hubo una época en que básicamente éramos jóvenes, cuando
Víctor y yo estábamos... éramos nenes, prácticamente, yo tenía veintipico,
no sé, pero era extraño tú ver... entonces la... había mucha ausencia de
muchachos y sobre todo muchos viejos, en un momento dado estuvimos así,
tratando de luchar y levantar la cosa.

Pero, se, se da una... un ingreso de la juventud de Vieques increíble. Yo creo
que si alguien en esta etapa hizo mucho fue la juventud, la mujer, sobre todo.
Lo que hay también es unas condiciones que se dan que hay que verlas y tú no
las puedes negar. La nueva estrategia que se da, distinta a las épocas pasadas.
O sea, por eso yo hablo de desafíos y hablo de desobediencia. Para tú poder ir
al desafío, tú tenías que montarte en una lancha. Eso no masificaba, eso te
restringía a ti la lucha. Entonces, a muchas mujeres no les gustaba montarse en
lanchas. Se planteaba mucho la cuestión machista, de que "esto no es para
mujeres, esto es para hombres". Entonces, tú no podías masificar la lucha. El
cambio que se da es la masificación de la lucha porque hay una apertura,
entonces ya tú no tienes que montarte, tú no tienes que pedirle permiso a
nadie para montarte en una lancha. No, tú venías de la isla, te buscabas cinco
personas, brincabas la verja... Por eso es que la Marina siempre entendió, la
Marina siempre entendió, y por eso es que hay muchas diferencias, que era más
fácil bregar con los pescadores que bregar con nosotros por tierra. Era mucho
más fácil. A la Marina le convenía eso. A la Marina lo que no le convenía
era lo que trató de detener en el 79 cuando nos arrestan a nosotros: "Esto no
se debe permitir porque si el pueblo comienza a entrar, olvídate que estos nos
van a entrar por todos lados". Entonces, a ellos les convenía fomentar: "No,
esto es un problema con los pescadores".

No, no. Por eso es que cuando se da, cuando este pueblo descubre lo que se dio
que tú podías brincar por ahí y yo no tenía que buscar permiso de Ismael
para brincar por ahí, y no tenía que buscar permiso para el otro, para el
otro, y para el otro, se va masificando la lucha, entonces es difícil.
Entonces, los pescadores o te entraban por ahí o te entraban por ahí porque no
había otro lado para tú poder entrar. Entonces tú tenías que pedirle permiso
al dueño de la lancha: "Mira, ¿puedo montarme en tu lancha?". No, tú sabes,
eso no. Ahora tú brincabas por ahí. Tú no tenías que venir donde mí para
brincar la verja. Bríncala si tú quieres, esa es tu responsabilidad. Y hazle
frente a lo que tú quieres. Entonces, esos son los cambios fundamentales que se
dan en esta lucha.

Nosotros intentamos varias veces entrar por tierra, yo creo, Tato, que estuvimos
cuando entramos en el 78, que fue la siembra simbólica. Eso fue en el 78, que
nos metimos por... nos metimos... nos metimos un grupito. Es el primer
campamento que levantamos, y empezaron a darnos, empezaron a presionarnos, a
presionarnos, a darnos vuelta... y luego entramos y los cogimos en calzoncillos,
que entramos por allí, por allí abajo, por Luisa Guadalupe. Fuimos caminando
todo eso por ahí. Fue la segunda vez que me emplazan, que me dicen: "Te tienes
que salir de aquí", y ya yo dije: "Espérate, esta gente está teniendo
problemas". Están teniendo problemas porque no pueden manejar, no pueden
manejar la cosa por tierra. Se les hacía difícil. Entonces después, cuando
entramos en mayo del 79, ellos dijeron: "Hasta esto quedó. Esto va cogiendo
mucha fuerza, mucha fuerza, hay que detener las entradas por tierra". Y yo
estaba, yo estaba consciente, yo dije: "Esto les está doliendo y aquí va a
venir la represión". Y vino, en efecto. Vino en efecto, vino ese control, hasta
que cayó la cosa de David Sanes, que fue el 19, que estábamos ahí el 19, nos
convocamos al otro día para el 20 frente a la alcaldía y ahí mismo, al otro
día, programamos la primera entrada, ahí adentro.

NORMA TORRES:

Yo quería comentar en relación a, a la experiencia en la sala de clases. Yo
recuerdo que cuando Ismael estuvo preso en el... eso fue en el 80, del 79 al 80,
yo no sé si fue la primera vez, pero estando Ismael preso, yo recuerdo que para
ese entonces los militares entraban y salían a la escuela como Pedro por su
casa, a reclutar, a darles charlas a los muchachos, a tratar de comer el
cerebro, ¿no?, a los jóvenes, y yo recuerdo que llegaron, llegó a la escuela
un dúo de militares, no sé si venían a dar el examen de ingreso. Yo sé que
eso fue como al mediodía. Estábamos en el receso de almuerzo, y estas dos
personas entran. Y los maestros, en esa área los maestros, no todos, pero
había un grupo bastante numeroso de maestros, se molestaron, estaban molestos.
Decían: "Mira, esta gente es bien atrevida". Y empezamos entonces a comentarlo
unos con los otros, hasta que llegamos al acuerdo, entre ellos Víctor, de que a
aquellas dos personas había que sacarlas de allí. Dijimos: "Mira, tenemos que
hacer algo, tenemos que hacer algo porque es una falta de respeto, que si Ismael
está preso, que si esto que si lo otro, y estas dos personas aquí. Nosotros no
podemos permitir esto". Y entonces, empezamos a hacer presión y no, no nos
metimos al salón de clase, y esa vez muchos estudiantes nos apoyaron hasta que
los militares se fueran. Me acuerdo que hasta Bonano tuvo que venir a interceder
y qué sé yo qué, pero a la larga, los maestros se mantuvieron firmes, el
grupo se mantuvo firme, no volvimos al salón de clase y logramos que los
militares se fueran, sin que pudieran hacer la... no pudieron dar la charla.
Porque logramos que los sacaran. Y había muchos jóvenes involucrados en eso.

Cuando Ismael fue a salir de prisión, es una anécdota que me vino así de
momento a la mente, yo no estaba, pero me cuentan que los estudiantes comenzaron
a hacerle promoción a la llegada de Ismael a Vieques y empezaron a hacer su
promoción en la escuela, y la directora para ese entonces era promilitar. Y los
estudiantes empezaron a preparar cartelones anunciando la llegada de Ismael ese
día: "Mira, que si todos al muelle, que si esto..." y los empezaron a colocar
por las paredes de la escuela. La directora se ha dado la empantadonada y bueno,
olvídate, y empezó a sacar los cartelones y a romperlos y echarlos al
zafacón. Y un grupo de jóvenes se dio a la tarea de mantener, ¿no?, la
promoción en alto, les, les quitaron el masking tape, les quitaron, bueno,
todos, todas la herramientas que tenían para hacer su promoción. Y a la larga
se reunieron, juntaron una cantidad de chavitos prietos, se fueron a una tienda,
compraron mucho chicle, esos de bola, yo no sé cómo lograron conseguir dos
resmas de papel de la misma escuela... nunca se supo quién se los dio... y
ellos empezaron a preparar sus carteles en el papel y a pegarlos con chicle. O
sea, se pusieron todos en una fila y empezaron todos a masticar chicle, a
masticar chicle, y con el chicle empezaron a pegar los papeles en la pared, como
una manera de decirles: "No, tú sabes, nos pueden quitar esto, pero..." o sea,
que había ya una juventud que estaba ya desarrollando una conciencia de que
"mira, esto es importante, esto hay que atenderlo". Sí, sí, se dedicaron a eso.

PREGUNTA:

Y ahora, por ejemplo, ¿habría un poco de temor de que Wildlife utilice
estrategias como las que utilizaba la Marina...?

NORMA TORRES:

Las está usando, no es que vaya a... las está utilizando, a muchos jóvenes
les está... los cantos de sirena, como le llamamos, ¿no?, para atraer a la
juventud de Vieques. Acuérdate que la juventud de Vieques no tiene opciones,
prácticamente no tiene ninguna y, obviamente, pues, quizás ven en eso una
oportunidad. Y entonces, pues, por lo menos los comentarios son, que están
atrayendo muchos jóvenes.

IRCIA GUADALUPE:

También, la lucha de aquí se lleva en pro del ambiente y ellos están diciendo
que quieren salvar el ambiente y preservar las especies que hay aquí... o sea,
uno sabe que eso es bien irónico, que el Gobierno federal, después de
bombardearlos venga y diga los quieren salvar. Y no es que simplemente se
quieren quedar con las tierras, pero ahora mismo, a los sobrinos de nosotros en
la escuela van y les llevan papeles de lo buenos que son, que están preservando
ciertas especies, y como que se los meten en la cabeza. Eso es lo que están haciendo.

JUAN CARLOS:

Bueno, gente, muchas gracias.

TATO GUADALUPE:

El campamento García adquirió el nombre de honor de Fernando Luis García, un
puertorriqueño, que no recuerdo si era de Barceloneta o Utuado, era de la
Marina y en la guerra de Corea había quedado muy mal herido y cuentan ellos que
estaba tan mal herido, que cuando cayó una granada dentro del grupo de ellos,
él se tiró sobre la granada, les salvó la vida a los demás, claro él
murió, y en honor a él le pusieron el nombre de Fernando Luis García a ese campamento.

PREGUNTA:

¿Y de alguna manera usted relacionaría eso con la historia de Vieques con
relación a Puerto Rico?

TATO GUADALUPE:

Claro, claro, porque no le pusieron Jimmy Jones o James White o qué nombre,
¿no?, sino de un puertorriqueño. Y le desapareció el nombre ya porque ya no
es campamento García.

JUAN CARLOS:

Bueno, pues, gracias.

FIN.-