gustaría tener sus nombres por aquí... -Ircia... Dara... Norma... Ismael...
Yaurel... Tato... -Bueno, cuéntenme de las experiencias de desobediencia, aquí
todos han sido desobedientes... -¿Cuál es la pregunta? -Aquí todos fueron
desobedientes. Mi pregunta es relátenme alguna historia interesante sobre la
desobediencia, cuáles han sido quizás las situaciones que han llevado, ¿no?
a... a...
ISMAEL GUADALUPE: Mira, lo que hay es que cada, cada desobediencia tiene su
propia historia y tiene su propia particularidad. Por ejemplo, yo te puedo... si
yo te hablara de la desobediencia... de, de... de Ircia, que yo creo que fue el
segundo grupo entró luego de la entrada de los 54, me parece que fue el primero
de junio, aquella desobediencia es la primera desobediencia... tiene unas
características, que llevó al punto de donde cayó, cayó la...
IRCIA GUADALUPE: Se supone que... -Nos estaban bombardeando, ¿no?... -Ajá,
donde estaba la capilla...
ISMAEL GUADALUPE: Que fue directamente, porque la anterior la hicimos nosotros,
claro, después de los desalojos. Y esa, esa desobediencia tiene una
particularidad y... Ircia, mejor que nadie, la puede explicar. Entonces, si tú
te acuerdas de la desobediencia de Dara, yo no sé cuál de ellas, porque Dara
entró varias veces... dos, dos veces, y entró en una junto con Yaurel. Yaurel
tiene también sus propia experiencia en la desobediencia. De hecho, en la de
Yau se da el caso se da el caso insólito que a ellos los, los mandan a meter
presos el mismo juez que ese mismo día permite que se libere a uno, a un
alcalde que había cometido el robo de millones de pesos. Para que tú veas lo
insólito. Entonces, el caso de Tato también tiene una particularidad bien
importante, y a mí me parece que es la desobediencia que más en peligro
estuvo, donde las bombas... ninguno, ningún grupo había pasado por eso, ni
antes ni después. Yo creo que Tato puede hablar de eso porque es el único que
realmente la vida estuvo en peligro y ahí tú podrías ver... ah, y se me
olvidó la de Norma. La de Norma es el único grupo completamente de mujeres, y
yo creo uno de los grupos más grandes, que se cogió horas, de horas, de horas.
Pudieron entrar como a las cinco de la mañana, ¿verdad? Bueno, cada
desobediencia es distinta, cada desobediencia, claro, partiendo de una cosa bien
clara sobre cómo es que se definido la historia... históricamente a la
desobediencia civil, Ghandi, Martin Luther King, el mismo Trudeau, que fue uno
de los originadores de la... me parece de la... me parece que es el apellido, en
Estados Unidos, y es la desobediencia que va a impugnar un acto de injusticia,
pero a impugnar también la ley que da margen y que da lugar a esa desobediencia.
Y todos siguen ese proceso, todos siguen el proceso de confrontar la deso...
confrontar lo que tú quieres impugnar, confrontar a los federales y
confrontarlo, yo me atrevería a decir que la inmensa mayoría de nosotros, en
el caso de los Guadalupe, parten de la desobediencia desde una, desde una
posición política. Casi todos. Y muchos de ellos, el no reconocimiento a la
corte federal, el impugnar esa corte federal, y el deseo de volver cuantas veces fuera.
PREGUNTA: ¿Cuántas oportunidades ha habido, digamos, para discutir, eh, las
distintas historias de desobediencia? ¿esto se ha hecho en ocasiones? ¿ha
habido, digamos, interés en discutir las historias de desobediencia a nivel
familiar, por ejemplo?
IRCIA GUADALUPE: Siempre cuando llegamos, por lo menos nosotros, todos le
preguntamos a Yaurel... también cuando ellos entraron los dos juntos, yo
estaba, y mi otra hermana estaba pendiente en la casa, porque ella siempre
estaba en el teléfono esperando todas las llamadas, entonces, como que
compartimos las experiencias, pero todos sabíamos lo que estaba pasando... -En
forma clara... -Ajá, cuando ellos se fueron yo me fui en la lancha detrás de
ellos a esperar en el Colegio de Abogados información, hasta que supimos que
estaban en la corte, fuimos allá, después dormimos frente a la cárcel,
estuvimos ahí con ellos afuera...
PREGUNTA: Veo... cuéntenme un poco algunas historias de desobediencia que ha
habido en la familia...
TATO GUADALUPE: Nosotros fuimos arrestados, de la familia, de unas trece a
catorce personas. ¿Aquí somos cuántos? Somos seis. Como ocho o nueve más,
entre ellos mis dos hijos, eh... Ismaelito, (no se entiende), mis dos tías,
Luisa Guadalupe y Severina... Erica... (no se entiende)... y Cucho, y así, son
como unos doce, trece miembros de la familia.
ISMAEL GUADALUPE: Ha habido abuelos, tías, tíos, sobrinos, yerno, de todo.
TATO GUADALUPE: Y hay otro tipo de desobediencia que no se menciona, que es que
todo el que entraba a esa área hacía desobediencia, los pescadores con sus
botes, todos los visitantes, inclusive "El Amolao" hizo desobediencia, quizás
él no lo catalogue como tal, pero él estuvo allí en un campamento sin
autorización de la Marina y eso es en desobediencia a una ley, porque había
que solicitar permiso. Claro, no nos dieron nada el permiso, pero nunca lo
solicitamos tampoco.
Pero hubo, por ejemplo en el caso mío, donde fuimos, yo fui con un grupo de
veteranos, entre ellos gente de la segunda guerra mundial, eh... no, de la
guerra de Corea y de la guerra de Vietnam, y lo pasamos duro, porque nos
encontramos con una situación, como decía Ismael, nos cañonearon, porque fue
que nos cañonearon, porque ellos sabían que estábamos ahí. Claro, el
objetivo del barco estar disparando su cañón no era eliminarnos de allí, pero
disparando, dispararon con nosotros ahí y yo conté 300 cañonazos, día y
noche. Bueno, yo me dormía a fuerza de cañonazos, porque cuando iba como por
el 251, me quedé dormido, el otro muchacho contó 49 más, así que cañonearon
eh... 300 disparos... y fue bastante violento, fue un momento de mucha
inseguridad, eh... se temía por la vida de nosotros, porque ellos a
sabiendas... de hecho había habido un comunicado, me parece, Ismael, que se les
había informado, ¿no?, y ellos decían que no estábamos ahí. Pero un
helicóptero nos llegó, nos divisó, y aun así siguieron disparando. A ellos
no les importaba. Y es un área pequeña, relativamente pequeña. Tan pequeña
como para cruzar desde el norte al sur, desde donde estaba la capilla hasta
donde estaba Rubén, eran 20 minutos caminando, y a una bala, ¿qué le toma
cruzar un área como esa, no? Mucho menos la bala de un cañón de un barco.
Pues, eso sí, eso fue bastante violento.
PREGUNTA: ¿Esa fue una incursión que se hizo junto con Miguito García?
TATO GUADALUPE: Exactamente, Miguito, sí.
ISMAEL GUADALUPE: Radamés Tirado...
TATO GUADALUPE: Radamés Tirado, el diácono de la iglesia católica de aquí...
(no se entiende) Silva, Ángeles Navarro, Pepo Hidalgo, eh... este... (no se
entiende) Morales, sí, éramos ocho. Y la situación se puso muy tensa, porque
estar bajo fuego es como tú ir a la guerra y estar recibiendo cañonazos, ¿no?
y saber que se está disparando con gente allí. Ellos decían que no. Esa parte
fue bastante dramática, pero estábamos conscientes, estábamos conscientes de
lo que estábamos haciendo. Y dato curioso: nosotros no fuimos arrestados,
porque algunos se tiraron detrás de nosotros. Nosotros, cuando se nos escaseó
el agua, y habíamos cumplido ya con nuestra misión, nos dirigíamos hacia el
O.P., puesto de observación principal, número uno de ellos, y nos sentamos en
un... a orilla de la carretera a esperar que pasara la patrulla para que viniera
a ponernos las esposas, pero arresto, así, como que se tiraron detrás de
nosotros, no. Que eso yo nunca lo había contado, pero es así.
ISMAEL GUADALUPE: Yo creo que hay varias cosas que es bueno hablar de la... tú
sabes, porque aun entre nosotros hay diferencias, ¿no?, de cómo, cómo
trabajar la desobediencia. Quizás si tú ves una foto mía del 79 me voy a
parecer mucho a Ircia o a Dara o a Yaurel o a Maelo. En el grupo de los
Guadalupe habíamos ya... por cuestión de que la desobediencia la llevamos sin
mucha resistencia, pero por ejemplo a Ircia, que es de la primera, a Ircia...
no, y Maelo, porque a Maelo también lo habían arrestado antes junto conmigo,
de los 54... de la juventud de los, de los Guadalupe, hay una inclinación a
resistir, yo no te diría resistir, sino... -No cooperación... -De no
cooperación... A ellos había que arrestarlos. Yo creo que la que mejor puede
hablar de eso es Dara, este... Ircia, Dara y Yaurel, porque ellos lo utilizan
así, distinto a cómo lo utilizó Tato y distinto a cómo yo lo utilicé.
Claro, yo tengo unas condiciones de los riñones, que yo tampoco espero... la
juventud Guadalupe, en ese sentido, fue mucho más, más... -Dramática...
-Dramática. Los tuvieron que arrastrar porque los tuvieron... se la pusieron
difícil. A mí, mira, me vinieron a arrestar y yo digo: "Arréstame, que yo no
te me voy a resistir", pero hay una diferencia cómo cada cual lo enfoca y sobre
todo ellos, ellas dos. A Pibe lo maltratan también, yo creo que Pibe estuvo...
IRCIA GUADALUPE: Estaba más calmado, él tenía como otra posición, pero si a
él lo...
ISMAEL GUADALUPE: A ti fue con Tito Kayak, que tú reaccionas o Tito se molesta
cómo te tratan a ti...
IRCIA GUADALUPE: No, que yo me senté, entonces Tito dijo: "Ah, ¿tú te vas a
sentar?" Yo también me iba a sentar, y Tati, otra muchacha que había también
se iba a sentar, pues, nos aguantamos todos juntos, y ahí fue que empezaron a,
a tratar de separarnos, pero era un... y como que lo hacían bien fuerte y sí,
se molestaron, todo el mundo se molestó allí, especialmente como pensaban,
muchos pensaban que yo no tenía 18 años, o sea, todavía, y todo el mundo
pensaba que me estaban maltratando, pero, nada, pero a Pibe sí le pusieron las
esposas bien, bien fuerte.
PREGUNTA: Una pregunta, en términos, digamos de las generaciones de los
Guadalupe, ¿cuáles son las diferencias de lucha quizás desde el punto de
vista de los jóvenes? ¿ustedes han visto... cuáles han sido las decisiones
quizás que... de la generación anterior que ustedes quizás han cambiado?
¿qué cosas chévere ustedes comparten?
TATO GUADALUPE: Mi abuelo murió hace 18 años. Y un día él me estaba
contando, él nació en 1879... que cuando llegaron los americanos a Puerto
Rico, él fue de ese grupo de resistencia en Vieques que cogieron picos, palas,
macetas, todo lo que tuvieran a la mano para recibir a los gringos, porque los
españoles les habían dicho que lo que se avecinaba era más o menos el diablo.
Él no usó esa palabra, pero me lo pintó así. Él era muy cauteloso. Y él no
decía los "gringos", él decía los "yanquis". Yo le conté eso a Ismael. Él
tenía apenas 18 o 19 años cuando se presentaron las primeras tropas en
Vieques. Y él sin querer fue, ejerció cierta influencia en la cabeza de uno,
¿no? Fue de la resistencia. Venimos de una familia donde ha habido unas raíces
nacionalistas bien fuertes y uno va aprendiendo. Entonces, cada uno en su
momento, ¿no? Si aquello fue desobediencia yo, o sea, aquello era más que
desobediencia, armarse de un palo, una estaca, para recibir al que viniera. La
de nosotros no era esa, ¿no?, era otro estilo.
Pero hemos tenido miembros de la familia que han favorecido la presencia de la
Marina, claro, como un derecho. Pero el grueso de la familia, no. El grueso de
la familia es, pues, anti-Marina. Eso es lo que... y cada cual en su momento,
su, su estilo. Aquí hubo un tiempo de... que eran las cruzadas, que era palo,
puño y bofetada. Que Ismael se acuerda, aquello era... gringo que llegó al
pueblo, gringo que tenía su galleta, su palo y su bofetada. Yo no lo hacía,
pero sé que era así, pero de ese momento venimos nosotros, y de mucho antes,
¿no? Nosotros venimos también, Ismael y yo participamos, de cuando los marinos
participaban en el carnaval, que eran compañías de militares uniformados y
presentaban hasta a la reina de, de la Marina, la presentaban como candidata a
la reina del carnaval. Pues, eso nos costó también, como digo, Ismael estaba
en ese momento, yo estaba, éramos quizás en la familia los únicos, no
recuerdo. Quizás Luisa, quizás, y eso fue otro momento de lucha. Eventualmente
triunfamos, porque a partir de ese año, creo que fue en el 71 o 72, después de
esa parte no hubo más participación de los marinos en la, en el carnaval, y
eso, como te decía, tuvimos esa dicha de aprender ahí. Después vinieron otras
etapas, pero así como miembros de la familia, yo creo que este fue el momento,
después de la muerte de David para acá, en que más miembros de la familia
dijeron presente a la lucha.
Claro, hay un... ahorita hay unos desobedientes que nunca fueron arrestados,
pero que hacían desobediencia, y a esos no se les menciona, pero era así, y en
ese caso los que iban a las misas allá, los sacerdotes que iban allá, al área
de tiro, los pescadores, monjas, bueno, un montón de personas, en su estilo,
¿no?, y otros más, parientes de nosotros también participaron en eso, pero
que no, no participaron en los momentos de arrestos, de desalojo, sí, pero no
de arresto como tal. No sé si Ismael habló del desalojo ahorita.
ISMAEL GUADALUPE: No, en el desalojo del cuatro, y ahí es que cambia toda la
estrategia, toda la (no se entiende). De hecho, yo te estaba diciendo ahorita
una anécdota, cuando yo estoy en el campamento, me encuentro con mi sobrina,
Dara, para sorpresa mía, porque un dato revelador de la cosa de la
desobediencia... y que a veces dentro de la desobediencia tú tenías que hacer
desobediencia, ¿no?, desobediencia en tu casa, desobediencia en un montón de
cosas, desobediencia con los miedos porque lo que era la desobediencia algunas
veces te plantea a ti temores, porque cuando tú estás por dar el paso para
brincar al lado de allá, le puede entrar a uno un friíto, y tú desobedeces
esas señales que te envía: "Mira, ten cuidado que va a pasar algo". Y cuando
tú brincas al otro lado, la desobediencia, pues, este... es como si cayeras en
algo grande, por lo menos hay como unos cambios en uno, como una satisfacción grande.
Mira, yo creo que sería bueno que habláramos, sobre todo me gustaría que
Ircia y Dara y Yaurel, que estuvieron participando mucho, y Norma y Tato
también, en los preparativos de la desobediencia, porque siempre hablamos de la
desobediencia cuando ya se dio la desobediencia, pero apenas hablamos de la, de
la coordinación, de las reuniones, de las tensiones, de la selección del
equipo, de la determinación del lugar, de la determinación cómo lo íbamos a
hacer, del conjunto de los componentes, y a mí me parece que eso es fundamental
para tú poder entrar, y yo sé que cada cual tuvo, tuvo su experiencia, yo no
sé cómo ustedes lo organizaron, yo sé que yo me llegué a reunir con ustedes,
yo no sé cómo tú lo organizaste, cómo Yau lo organizó, con Norma estuve una
vez, no sé cómo Tato lo organizó, pero me parece que eso es importante.
Porque es un proceso donde tú, además de irte preparando materialmente, ¿no?
Si tú ibas a entrar por muchos días... por ejemplo, en el caso de Norma. La
entrada de Norma es diferente a la entrada de todos los otros aquí. Por
ejemplo, la de Norma se parece a la primera entrada mía, de las muchas veces
que me arrestaron, que fue el 13 de mayo. Ah, nosotros fuimos, éramos los
primeros, para que nos arrestaran, para que supieran que no iba a pasar aquí lo
que pasó en el 79. Nosotros fuimos a provocar: "Queremos que nos arresten". Y
esa fue la entrada de Norma con los... con las 31 mujeres, ¿no?
Entonces, tú te preparas distinto cuando tú vas a entrar a ese tipo de
entrada, porque ahí no necesitas llevar comida, ahí tú no necesitas llevar
papel sanitarios, ahí tú no necesitas llevar, este... agua, ahí no necesitas
llevar un montón de cosas, y tú te vas, este... rápido para que te cojan.
Pero las entradas, por ejemplo, la entrada de Dara, de Ircia, de Yaurel, de
Tato, y la mía posteriormente, conllevaba unos preparativos de logística, de
preparación, aun inclusive, tú entrando para varios días era muy distinto. La
entrada de Tato era muy distinto a la entrada de Ircia. Tenían algo parecido
porque las de ambos de ellos fue entrada por, por, por mar. Y aun entrando por
mar había unas diferencias, porque por donde entró, pues, yo entré con ellos,
y yo bajé con ellos, pero por donde entró Tato, aquello es pe-li-gro-so, bien
peligroso. Ahí, de hecho, en otra incursión, por poco se ahoga uno.
PREGUNTA: Yo quisiera añadir a esa pregunta quizás el aspecto, el factor
género, y el factor también de, digamos, de juventud, si era una, si era una,
este... condición también que se tomaba en cuenta, e incluso, cómo se
sentía, cuál era el papel un poco de, de la mujer durante los preparativos y
durante también los actos de desobediencia civil, si hubo uno en particular, o...
ISMAEL GUADALUPE: Bueno, tú habla de género... -Sí, de género o de
juventud... -Por ejemplo, yo no podría hacer la entrada de ellas ni de Yaurel,
yo no puedo, y yo dudo... bueno, Tato quizás sí... porque tú tuviste que
caminar horas y horas con un bulto por una, ¿cómo se llama?, por una...
vegetación impenetrable, pero claro, eso llevaba también unos preparativos,
pero yo ahí no podía, yo no pude hacer ese tipo de...
PREGUNTA: Pero, ¿cómo fue, por ejemplo, quizás, cómo se fue construyendo el
lugar de la mujer durante la lucha, es una pregunta que pudiera...?
NORMA TORRES: La mujer siempre estuvo, porque yo creo que en la historia de la
lucha de Vieques no podemos decir en ningún momento que la mujer estuvo ausente
porque... y de hecho, quiero señalar que yo soy la única que no soy Guadalupe
aquí, yo llego a la familia Guadalupe por esas casualidades de la vida, en los
años 70, y debo añadir, inclusive, que vengo de un hogar bien pro-americano,
inclusive, mi papá fue militar por casi 30 años, aunque no me crié con él,
pero mi experiencia fue diferente porque yo me crié prácticamente ajena, por
completo, a todo esto relacionado con los militares.
Yo realmente vengo a desarrollar conciencia de lo que está pasando en Vieques,
y tengo que reconocerlo así, después que me... que Ismael y yo nos casamos,
que ya, pues, comienzo a involucrarme con él en las reuniones y en las
protestas que se hacían en esa época, en los años 70. Pero en el 79 fue que
yo comencé a entender la, la importancia y realmente todo lo que conllevaba
cuando Ismael fue arrestado y posteriormente encarcelado, del 79 al 80, él
estuvo seis meses en prisión, y para aquel entonces no existía la cárcel de
Guainabo, la cárcel federal, entonces los trasladaban a Estados Unidos.
Recuerdo que para aquel entonces yo tenía mis dos nenes mayores pequeños.
Yaurel es posterior al encarcelamiento... y... y ahí es donde yo me doy cuenta
de que la cosa es seria, ¿no?, de que realmente requiere un poquito de más, de
darle un poco más de pensamiento, y de entender un poquito más las razones,
los objetivos, y lo que había que hacer en torno a la lucha.
Luego de eso, ya cuando se organiza el Comité Pro Rescate y Desarrollo de
Vieques, que comienzo a integrarme, pues, a las reuniones, a las distintas
protestas que se hicieron, pero no fue hasta el 4 de mayo, cuando tuve la
oportunidad de, de, de... de ser partícipe, ¿no?, de los arrestos, del
desalojo, que se llevó a cabo aquí, que realmente sentí el llamado a cruzar
la verja. O sea, cuando yo... veo, ¿no?, vivo esa experiencia que realmente me
marcó, pues, como que algo de mí me decía que yo tenía, en algún momento
dado, que lidiar con mis miedos, que todavía estaban conmigo, y atreverme a
hacer ese sacrificio por mi isla, por mi gente. Y no se lo dije a nadie,
fíjate, en el caso mío, yo me preparé primero anímicamente y cuando supe que
estaba lista para llevar a cabo el acto de desobediencia fue que entonces tomo
la decisión de hacer esto de organizar un grupo de mujeres. Y la verdad que la
meta mía era por lo menos un grupito de diez, quizás, y déjame decirte que
tan pronto se enteraron, eso fue... una cosa bien rapidita y en menos de dos
semanas yo tenía 32 mujeres listas a unirse conmigo al acto de desobediencia.
Fue una experiencia bien hermosa dentro de todo el susto y el miedo, ¿no? Pero
como dijo Ismael, la idea nuestra era simplemente hacer la desobediencia en
términos de hacer la denuncia, de como mujeres, como amas de casa, como
trabajadoras, profesionales, porque tú ves en el grupo toda una gama completa
de todos los niveles sociales, de todas las profesiones, y... y realmente la
idea era simplemente, pues, hacer la denuncia. O sea, cruzar la verja, que nos
arrestaran, que nos llevaran, aun a conciencia de lo que eso conllevaba, ¿no?
Y... y llevar a ese grupo de mujeres a cruzar esa verja, realmente fue, fue una
experiencia que terminó por convencerme que realmente estábamos haciendo lo
correcto, de que, de que hicimos lo que teníamos que hacer en ese momento.
Recuerdo que a mi regreso del arresto, cuando regreso a mi casa al día
siguiente, a eso de las 11 de la noche, y de hecho lo confieso, ¿verdad?,
aunque nunca se lo he dicho a Yaurel, pero fue uno de los momentos donde mi
corazón fue, mi corazón de madre, ¿no?, pues se puso un poquito, se encogió
un poquito. Porque llegar a casa y preguntar por él, quien me recibe es Ircia,
y... Ircia me dice: "Yaurel debe estar en estos momentos cruzando la verja". Fue
algo que me tomó por sorpresa, porque él sí me había manifestado que él
pensaba en algún momento dado hacer desobediencia civil, pero realmente no
tenía idea de que la cosa iba... ¿verdad?, tan rápido. Y fue entonces no
dormir esa noche por la preocupación del muchacho, este... este... al otro día
coger lancha inmediatamente para arrancar para la corte federal, llegar allí y
enterarme de que ya los tenían allí, pero que les habían echado diez mil
dólares de fianza y que los iban a meter a la cárcel. Y, realmente, a mí como
que el corazón se me encogió un poquito, porque Yaurel es el más pequeño...
tengo que reconocer que he sido bastante mamá atongoneadora, como digo yo. Me
asusté, honestamente, me asusté, porque no sabía cómo iba él a reaccionar.
Decía: "Pero es que Dios mío, es que Yaurel no, no está acostumbrado, ¿no?,
a este tipo de acción"... Y... quizás conociéndolo, pues, tenía como un
cierto temor de cómo él iba a asimilar la experiencia de ir a la cárcel. Y al
día siguiente yo recuerdo que para mí las horas se hicieron eternas, porque yo
lo que quería era verle la carita nada más. Porque a través de la expresión
de su rostro yo iba a saber cómo había sido la experiencia con él, si él
estaba bien o no estaba bien. Y créeme que al otro día como a las 9 de la
noche fue que lo soltaron, cuando él viene donde mí, que viene con esa sonrisa
de oreja a oreja y me abraza y me dice: "Mami, esto ha sido una experiencia
única, esto ha sido fabuloso". Pues realmente se me quitó un peso de encima,
¿no?, y yo dije: "Bueno, el muchacho, pues, no puede negar, ¿verdad?, que
tiene la cría".
Y dentro de todas esas anécdotas, ¿no?, de familiares, pues, que fueron de los
momentos más difíciles para mí. Porque ya Ismaelito, pues, Ismaelito como que
tenía más calle, ¿no?, y tenía una experiencia que Yaurel no había tenido
todavía, y... la vez con Ismaelito también fue bien doloroso, sobre todo el
último arresto, donde él estuvo cinco meses preso, considerado el último de
los desobedientes civiles. Fue sumamente duro para mí, porque precisamente
faltándole a Ismael menos de un mes para salir libre, me viene a mí mi
diagnóstico de cáncer, y se me hace a mí, pues, bien triste, este... me
causó angustia, eh... porque yo no quería que Ismaelito se enterara estando
preso, fue por la preocupación de que eso lo fuera a él a desbalancear, ¿no?,
sus emociones. Y cuando a él le tocó la última visita, yo le pedí que Dios
que me diera mucha fortaleza porque yo quería ir a verlo. Hacía ya bastante
tiempo que no me comunicaba con él así personalmente, y tuve la fortaleza de
poder, de poder ir a visitarlo esa última vez y callarme, ¿no?, quedarme
callada y que él no viera en mi rostro que yo estaba pasando por un momento de
angustia, porque no es fácil que de la noche a la mañana te digan que tienes
cáncer. Y... y me llevé otra gran sorpresa que me, me afectó un poco, y fue
que el viernes antes de yo hacer la visita a la cárcel, él llama a su papá
por la noche para decirle que... lo querían acusar de querer tener de
contrabando un celular, que está terminantemente prohibido, ¿no?, y que él
estaba un poquito preocupado, que tenía miedo de que... ¿cómo dícele?, lo
entramparan, ¿no?, o le metieran un celular en la celda para acusarlo y que
entonces tuviera problemas. Cuando yo voy el domingo a ver a Ismaelito, que fui
con mi hijo mayor, con Camilo, y con la novia de Ismaelito, con Yaya, recuerdo
que fuimos de los primeros en llegar allí, y estaba la sala vacía, la sala de
visitas vacía, y pasa el tiempo, pasa el tiempo, pasa el tiempo, e Ismaelito no
aparece. Y... y yo creo que de momento esa sala se llenó de familiares, de
presos, e Ismaelito no aparece por ningún lado. Estuvimos esperando, yo te
digo, más de una hora, desde las 8 de la mañana, iban ya las 9 y pico e
Ismaelito no aparecía y ya empezaba yo a angustiarme, ¿no?, y le digo a
Camilo: "Por favor, ve donde el alguacil, pregúntale qué está pasando".
Cuando Camilo se levanta, recuerdo, cuando él voltea, estaba de espalda a la
puerta, cuando él voltea para ir donde el alguacil, de momento lo ve, pero se
le sale esa expresión espontánea: "Ay, Dios, mira a Ismaelito... anda, pero
tiene mameluco anaranjado". Y cuando dice "tiene mameluco anaranjado" yo
enseguida miro, y lo veo venir con el mameluco anaranjado, y yo te digo
honestamente que si yo sentí que las rodillas me temblaban con lo de Yaurel, en
ese momento yo, que estoy pasando, ¿no?, por el trauma, porque estoy recién,
¿verdad?, diagnosticada, y mis defensas emocionales están un poquito,
¿verdad?, débiles en ese momento, se me hizo bien difícil, bien, bien
difícil, pero saqué fuerza de voluntad... (no se entiende)... dije: "Que él
no vea, tú sabes, que yo estoy débil". Saqué fuerzas de flaqueza y digo:
"Vamos para adelante, vamos a enfrentarlo", y doy gracias a Dios porque pude
estar con él, pues, y pude darle ánimo, porque no esperaba que lo hubiesen
metido al hueco. Eso me tomó de, de sopetón. Pero gracias a Dios, pues, pude
tolerarlo bien y despedirlo dándole mucho ánimo. Eso sí, cuando salí de la
celda me llegué a llorar porque estaba bien saturada, bien saturada. Fue una
experiencia bien, bien fuerte para mí.
PREGUNTA: Le quería hacer una pregunta de seguimiento. Usted mencionó la
preparación emocional, y se ha dado un poco una trayectoria emocional, que
pocas veces se habla en una lucha... ¿Cuáles han sido, digamos, esas zonas de
lo emocional que siempre de alguna manera informan las luchas que uno conlleva a
nivel político y demás?
NORMA TORRES: Es que son tantas emociones. Cuando nos enfrentamos a situaciones
como esta son muchas emociones, son diferentes sentimientos que van y vienen,
¿no? En mi caso, yo te digo honestamente, había, había mucho miedo, porque ya
había vivido la experiencia con Ismael en el 79. Yo, pues, no me hubiese
gustado, ¿no?, repetirla, pero...
PREGUNTA: Que fue una experiencia que conllevó ¿qué emociones o qué miedos?...
NORMA TORRES: ¿En el 79? -Ajá... -Este... Pues había de todo, desde miedo,
desde coraje, este... ¿cómo te diría? Mucho coraje, sobre todo mucho coraje,
porque en aquel entonces yo como que no entendía mucho todavía, ¿no?, de por
qué razón él estaba en prisión. Porque yo entendía que él no había hecho
nada. Se me hizo bien difícil. Además, pues, yo tuve que hacerme cargo, ¿no?,
de, de, del hogar por esos seis meses. Aunque no me puedo quejar porque tuve
mucho apoyo. Fíjate que en ese momento fue que yo me di cuenta, porque siempre
nos, nos decían que éramos cuatro gatos. Los cuatro gatos comunistas... "ya
están piqueteando, ya están haciendo protestas..." Pero fíjate que cuando
Ismael estuvo preso en esa época, yo me di cuenta de que realmente no éramos
cuatro gatos nada. Porque fue tan extraordinario el apoyo que yo tuve. O sea, de
personas que yo jamás en mi vida pensé que se iban a acercar a mi casa a
tenderme la mano, sabiendo que yo estaba sola con mis dos nenes. Camilo
tenía... iba a cumplir cinco años, Ismaelito iba a cumplir cuatro. Eh... yo
trabajaba para ese entonces... eh... pues, mi mamá vino a ayudarme a cuidar a
los nenes, mis vecinos... Pero te digo, mucha gente que nunca, nunca imaginé
que, que estaban a favor de la lucha, pero era una época de... pues, al igual
que yo, había mucha gente con miedo, miedo a perder los empleos, de
involucrarse y perder sus empleos, eh, miedo a perder las oportunidades los
muchachos de lograr una beca para estudiar, había muchas cosas, ¿no?, sobre el
tapete que tal vez impedían que la gente se involucrara. Había mucho miedo al
llamado comunismo. Era una época donde se explotaba mucho lo de, lo de ser
comunista. Y la gente tenía terror de que te asociaran con un comunista, o con
un separatista, mucho miedo a eso. La gente como que se abstenía, pero en el
fondo de sus corazones, en ese momento yo entendí que sí había mucho, mucho
apoyo a que la Marina se fuera. Lo que pasa es que la gente, pues, mucha gente
no se atrevía a manifestarse, quizás.
PREGUNTA: Pero yo me imagino también, como padres en esta nueva etapa de la
lucha, los miedos fueron cambiando...
NORMA TORRES: Fueron cambiando, sí, (no se entiende), había mucho más
apoyo... -Los hijos también están expuestos... -Exacto, no, y siempre está el
temor ahí, ¿no?, pero uno tiene que sobreponerse al temor y sobreponerse a los
miedos y darles la oportunidad de que ellos también, pues, aprendan a tomar sus
propias decisiones a pesar de los riesgos, y como padres y madres, pues, darles
ese apoyo, tú sabes, y pues "estamos con ustedes, lo que ustedes hagan, pues,
saben que pueden contar con nosotros"... Y era, pues, una situación muy
distinta a ahora, ¿no?, o sea, no es lo mismo tener el apoyo de cinco que tener
el apoyo de miles y miles. No es lo mismo... definitivamente. Pero fue una
experiencia hermosa, la experiencia de hacer desobediencia. Muy bonita, muy enriquecedora.
PREGUNTA: Y chicas, nuevas generaciones de mujeres, entrando en la lucha... Algo
sobre eso... ¿vieron mucha juventud de Vieques, digamos, hubo cambios de
actitudes con respecto a sus compañeros, ya sea en la escuela, la universidad?
IRCIA GUADALUPE: Para mí, sí había mucha gente que estaba apoyándola y sí,
el grupo que entró, por lo menos la juventud, iba a ser más grande, pero como
tardamos un poquito y fue en agosto, solamente fueron seis de Vieques...
-Éramos seis de Vieques... -Y pues sí cogieron miedo con quedarse dentro de...
no miedo, pero preocupación que los dejaran dentro y ellos no pudieran empezar
el año escolar, o sea, en la universidad, y... pues, sí, se redujo la gente,
pero siempre hubo el apoyo y... igual había mucho trabajo que hacer afuera,
especialmente con ellos que los... que pedían diez mil pesos, que nosotros no
sabíamos ni qué íbamos a hacer... -Pensaron primero que era diez mil pesos
por todos... -Sí, nos dijeron diez mil pesos y pensaron que eran todos diez mil
pesos, y alguien había ofrecido pagar hasta esa cantidad y nosotras: "Ah, pues,
chévere, salen todos ahora". Pero, no, cuando nos dijeron que era por cada uno,
nosotras nos quedamos que no sabíamos de verdad ni a quién pedirle el dinero,
y obviamente nos sentimos bien responsables porque aunque hubo ayuda del Comité
y de otras organizaciones, nosotros tomamos la responsabilidad como la Juventud
Viequense Unida de meter ese grupo y se supone que respondiéramos por ellos,
pero, nada, para mí que eso... hubo mucho temor por esa razón y por la forma
en que nos trataron. Yo creo que a los jóvenes los trataron bien diferente
allá adentro. El video de ellos es bien, bien impresionante. El video de los
arrestos de... Además de cuando, o sea, ellos entran y allá tienen problemas
con los militares y nosotros aquí al lado de la verja teníamos esto lleno de
fuerzas de choque que querían pelear con Maelo, no sé si ustedes estaban, que
a Maelo se le cayó la cámara y todo y lo, los policías ahí, invitando a
Maelo a pelear y a todos nosotros nos estaban diciendo un montón de cosas, que
era como que estaba la lucha adentro de ellos y afuera nosotros con los policías.
YAUREL GUADALUPE: O sea, la experiencia mía fue cuando con Dara entramos
juntos, esa época fue para, si mal no recuerdo fue para agosto 8 del 2000...
Fue, la experiencia para mí fue mágica... -¿Es la experiencia que recuenta tu
mamá...? -Sí, justamente, cuando mami estaba llegando acá a Vieques, al
aeropuerto, ¿verdad, ustedes llegaron...?, ya nosotros estábamos en planes, ya
nos habíamos movilizado, "espérennos en tal sitio", una guagua se movió para
allá, otra para acá, nos íbamos a encontrar en conjunto, eh... nada, para no
hacer la historia larga, nos íbamos a meter por un lado, resultó que nos
escucharon, tuvimos que cambiar de lugar, se nos fueron varias horas, ¿verdad?,
no sé si cuatro horas intentando entrar...
IRCIA GUADALUPE: Ya era clarito, ya esta clarito...
YAUREL GUADALUPE: Ya estaba amaneciendo...
IRCIA GUADALUPE: Y fue frente a donde ellos tenían la torre de observación...
DARA GUADALUPE: Habían puesto un foco nuevo, así, bien grande...
IRCIA GUADALUPE: Y ahí, ahí entraron...
YAUREL GUADALUPE: Sí, entonces, la desobediencia de nosotros era sencilla, era
cuestión de entrar y arrestar rápido, eh... y sinceramente, la experiencia de
tú cruzar esa verja hasta el sol de hoy yo no puedo describirla porque es como,
tú no sabes que tú estás preso y el hecho de tú poder cruzar esa verja y
sentir que por un momento tú agarras ese terreno que por tantos años tienen
arrebatado y tú sentir que es tuyo y es como que... te libera, ¿me entiendes?,
te libera y tú te quedas como que pasmado, como que... diantre... y lo bueno es
que no estás solo, estás compartiendo con gente que tú conoces, dentro del
área de, de... que pertenecía a la Marina y también afuera, porque los
compañeros que nos ayudaron a entrar estaban corriendo al lado de nosotros,
pero al otro lado de la verja. Era como que "¡vaya gente, sigan!", un momento
tan mágico, o sea, que nada, nada nos podía tumbar, o sea, el sitio era
nuestro, punto.
Entonces, llegamos aquí, primero fue que nos dijeron esto, "párense", una
guagua, unos trucks, nos pusimos en fila, seguimos hacia adelante, la guagua
tuvo que dar reversa, fuimos hasta ahí, después nos pusimos en círculo,
¿verdad?, y nos sentamos todos amarrados. Fue siempre un consenso de que no
íbamos a cooperar. Y así mismo fue, poco a poco se nos estaban arrancando uno
a uno y arrastrando hasta la guagua escolar, que era la transportación que
ellos tenían y desde un principio fue siempre "no cooperación" hasta, hasta
que llegamos a Ceiba, o sea... hasta que nos metieron a la jaula del Ceiba,
¿verdad? La no cooperación, tú te arriesgas, obviamente, ellos van a buscar
la manera de tú cooperar y ahí es que vienen los punto de tortura, que lo
cogían a uno, que si por aquí, que si por la nariz, eh, varias cosas.
Obviamente nosotros buscamos, con la adrenalina que uno tenía encima, uno no
sentía, uno no sentía nada. Las interrogaciones aquí, nunca nos
identificamos, nunca dimos nada, eh... y ya, ya en Ceiba estaba todo el mundo,
como quien dice, cansado. Me acuerdo que Dara era una que quería seguir con la
no cooperación y yo decía: "Pero, Dara, ya, ya estamos aquí, ya está bueno,
que yo ya estoy cansado..." Decidimos, decidimos entonces, pues, caminar por
voluntad propia, pero fue, fue muy chévere, muy impresionante. Y algo que me
chocó y creo le chocó a Dara y la demás gente, que la represión mayor que yo
sentí, y da lástima, fue en Ceiba... claro, aquí sí, nos aplicaron puntos de
tortura y qué sé yo, y también lo mismo en Ceiba, pero la represión máxima
fueron los militares latinos, ¿verdad?, y es como que... punta, somos
hermanos... -Y esos eran puertorriqueños... -Exacto, y eran puertorriqueños y
es como que... no, no, no sé... qué está pasando, pero esa experiencia fue
súper enriquecedora, como persona, como ser humano. Yo siento que crecí
espiritual y políticamente. Pues, ya, a nosotros nos dejaron, ¿verdad?, un par
de horas ahí, cerraron como un corral así, ¿verdad? Habían dividido las
muchachas a un lado, ¿verdad?, los varones en otro. En un par de horas nos
pasaron a recoger a todos nosotros, ¿verdad?, al tribunal, pues. Yo tengo mala
memoria. Y ahí fue que nos recibe (no se entiende) con su... bueno, las
palabras fueron estas: "Bueno, ustedes no se identificaron con los federales, yo
no sé quiénes son ustedes, así que van... son diez mil dólares de multa"...
exacto, sin... yo no me acuerdo, en verdad... -La abogada estaba llegando... -La
abogada no había llegado...
NORMA TORRES: Ella me dijo que ella llamó del estacionamiento a la oficina del
juez y les dice: "Por favor, espérenme que me estoy estacionando, denme un
minutito que llego a la sala". Cuando ella llega a la sala, ya a ellos los
habían sacado, o sea, que el juez los despachó como si fueran unos criminales comunes...
YAUREL GUADALUPE: Y también el hecho... que ahí Dara también podría abundar,
porque es reincidente en la cárcel. Esa vez que pasamos una noche, creo que
fueron menos de diez horas lo que estuvimos, menos de doce, porque creo que
llegamos como a las ocho de la noche a la cárcel y ya a las seis de la mañana
estábamos fuera, o sea, que fue a dormir. Esa experiencia también fue
interesante, el hecho de que te ficharan y yo me reía, yo decía, caramba, qué
ridículos son, el hecho de que uno está aquí por haber cruzado una verja a un
sitio que te pertenece, y te están fichando, marcando las huellas dactilares y
todo. Eh... y había otros presos que también habrán cometido sus... que
también los estaban fichando junto con nosotros, que habrían cometido sus
delitos, yo no sé, y esas anécdotas, nosotros contándoles a los... FIN.-