Interview with Antonio Corsino and Nandy Camacho 2004 A
Vieques Struggle: A Digital Video Archive

Juan Carlos Rodríguez

PREGUNTA: ¿Se escucha bien? ¿Se escucha bastante bien? Hay aire, pero se
escucha, coge bien la voz, está bien. Bueno, estamos aquí en el Campamento
Luisa Guadalupe con Antonio Corsino y Nandy Camacho. Estamos básicamente, pues,
viendo un poco las facilidades, tomando un poco de idea de cómo fue la lucha en
este campamento, y deseaba preguntarles, más o menos, cómo fue la experiencia
de estar aquí en el campamento, un poco que me expliquen las dinámicas del
espacio, qué queda atrás de nosotros, por ejemplo, y cosas así...

ANTONIO CORSINO: Bueno, aquí, este es el Campamento Luisa, donde aquí
estuvimos los últimos años, este... batallando aquí con la Marina. Sí, aquí
tenían una pared, donde aquí nos protegíamos de los gases, de los
perdigonazos que ellos nos tiraban... Este, las fotos que tiraban ellos para
identificar a la gente y someterles casos, y protegernos de todo, todo lo que
nos tiraban ellos ahí. Entonces, aquí tenemos un área donde nos, donde nos
reuníamos, detrás de ahí hay una, una cocina. Esta es la famosa casita que
tenemos aquí, y ahora, la tenemos ahora como un... -Una galería... -Sí, como
una galería... y hemos, hemos... allá hemos eliminado ya la, la verja de (no
se entiende), aunque la tenemos allá y tenemos esta área verde aquí, donde
estamos sembrando algo ahí, donde la Marina destruyó todo eso. Sí, bueno,
aquí también está el compañero que también les puede abundar en algo.

PREGUNTA: Okey, una preguntita, ¿cómo fue la dinámica con la verja? ¿esto
era, este pedazo de verja se dejó, verdad?

NANDY CAMACHO: Sí, se dejó porque esta es la verja de nuestra residencia...
-Bueno, vamos para allá un poco, cuéntenme... Este campamento se fundó por
eso, porque como lo teníamos cerrado un año allá el portón y no podían ni
entrar ni salir, ellos pensaban hacer un acceso acá para tener acceso a la
carretera, para tener vía franca, entonces cuando nosotros vimos que estaban
pasando buldócers y tumbando todo esto para hacer el camino, nos vinimos y nos
establecimos aquí y ahí se fundó el campamento. Fue el 19 de diciembre del
2000, algo así fue, o el noventa y... el 2000 creo. No me acuerdo bien la fecha
exacta, pero fue en el 2000 o 99, por ahí.

Todo esto, aquí nosotros... era el campamento más cerca a la verja, porque
todo, después del cuatro de mayo, que desalojaron, se quedó todo en residencia
y nosotros quedamos aquí establecidos, cerca de la verja y eran los golpes, los
atropellos de la Marina, la policía, igual que Monte Carmelo. Mientras ellos
estaban allí a piñas y papayas, nosotros estábamos aquí batallando en
guerra, a duelo... -Usted dice piñas y papayas en otros campamentos... -Sí,
allá era lo técnico y aquí estaba lo rudo, la lucha libre... -Ahí habían
hecho ahí un campamento... -Entonces ellos hicieron un campamento ahí como de
13 habitaciones, ¿verdad?, trece trailers con cocina, bueno, completa. Bueno, y
marchamos ahí a pedradas con las hondas, les rompimos los cristales y ellos
pensaban que era algo como rifle, porque los plomos pasaban, era un metal
blandito, quedaba redondito, como si fuera un arma, un arma de fuego. Aquí
tenía un campamento la policía, que estaba establecido ahí. Y la policía
desde allá arriba hasta la laguna para que uno no tocara la verja, pero siempre
uno se la jugaba y les lastimaba la verja a ellos. Hicimos esta pared porque nos
tiraban, nos lanzaban con gases, con balas de goma, con pellets, con piedras,
nos tiraron hasta piedras... -Para protegerse... -Entonces aquí hicimos como un
laberinto, un laberinto, para dejar un espacio, y ahí tú tirabas con la honda
y te protegía la verja y ahí otro tiraba por otro lado y se protegía, y
teníamos ese laberinto para eso, que funcionó mucho... fue efectivo.

Ellos nos lanzaron hasta un objeto como un cohete, parecido a un cohete... -Un
proyectil... -Un proyectil, que traspasó esta pared de tres cuartos de pulgada,
ese panel... Donde está ese canto de panel, ahí le hicieron un buraco, como un
roto de dos pulgadas de ancho, ¿verdad?, y la policía entonces cortó el
cuadrito donde estaba el roto, la perforación, para llevársela a analizar y en
el análisis se quedó. Nunca supimos qué hizo la policía con eso. O sea,
aquí se hacían querellas, no procedían, la Marina hacía querellas y decía
que procedían y si no, venían los marinos, si no tenía interés, el estado
tenía interés.

Aquí tenemos un caso de un compañero, Mateo, Mateo Caín, ¿verdad?, Luis
Mateo Caín. El chamaco, pues, andaba con un nene mío y con la ahijada y salió
a comer mantecado... cuando regresó, uno de la Marina se quejó de que le
habían tirado, lanzado pintura y le habían dañado la ropa y el vehículo, y
el hombre que acababa de llegar. Estaban buscando a uno alto, grande, trigueño.
Cuando él entró por aquí: "Ese mismo ahí". Acababa de llegar de comer
mantecado con la ahijada de él, una bebé de un año y pico, y el proceso duró
como... dos años, ¿verdad?, en el tribunal. Los militares no aparecían...
-Porque lo agredieron... -No, porque él supuestamente lanzó pintura a los
militares, les dañó el uniforme y un vehículo se lo pintó, supuestamente,
pero él no se encontraba, había salido a comer mantecado y cuando regresó con
la nena y el nene mío, que andaba con él, la militar dijo: "Ese es". Y no fue
la militar que lo cogió, fue uno que le decían (no se entiende), ¿verdad?,
otro militar. Dijo: "Ese fue". Porque le tenían ganas a él porque él siempre
les gritaba. Entonces, radicaron cargos, estuvimos como dos años con el
tribunal. Y los militares no aparecían y como quiera el Estado: "No, te vamos a
sentenciar, te vamos a sentenciar" y estuvieron ahí hasta que el caso se cayó.
Pero lo tuvieron hasta lo último, dos años... -Quizás un poco metiendo
miedo... -Sí, miedo y presión, pero lo querían fastidiar...

ANTONIO CORSINO: Y abundando más sobre esto, donde están esos, esos, esas
paletas azules ahí, ahí nos pusieron un campamento ahí de la policía que
estuvo las 24 horas. Entonces, para las maniobras, pues, nos llenaban todo esto
de guardias. A la vuelta y redonda del campamento.

NANDY CAMACHO: Hasta el frente ahí. Nosotros pusimos un toldo. Hicimos una
pared de toldos, corrediza, y los tapábamos.

ANTONIO CORSINO: Los militares, en todos esos postes, tenían cámaras hacia acá...

NANDY CAMACHO: Y se escondían en la parte de atrás, y la misma policía les
decía, empezaban a tirar gases, y la policía les decía, les daba las, las
coordenadas y pum, pum.

ANTONIO CORSINO: Pero nosotros también teníamos las cámaras...

NANDY CAMACHO: Teníamos cámaras ahí porque la misma policía nos hacía maldades...

ANTONIO CORSINO: Y muchas cámaras de esas, pues, nos brindaron muchas
películas de las pocas vergüenzas que nos hacían ellos.

NANDY CAMACHO: Inclusive nos robaron un foco, la misma policía... ellos estaban
ahí las 24 horas... ¿quién fue?

PREGUNTA: Y un poco, ¿cómo se da la idea de crear un campamento que le diera
más candela a la Marina en esa época? ¿cuál era un poco la necesidad en
aquel entonces? ¿por qué, un poco, ese estilo de lucha, optaron por ese estilo
de lucha?

NANDY CAMACHO: Usted acorrala un animal, por más mansito que sea, el más
manso, usted lo acorrala, ¿y qué le va a hacer ese animal? Pues, ellos nos
acorralaban, teníamos la policía, el tribunal, el gobierno, los militares,
todos contra nosotros. Entonces estábamos impotentes. Y al tú verte una
facilidad, pues, acorralado vas a atacar también. Entonces ellos nos agredían,
y nosotros los agredíamos también. Si era la policía, si ellos nos tiran,
nosotros les tiramos, si ellos nos agreden, nosotros los agredimos, porque aquí
esto es bien ojo por ojo y diente por diente. Lo técnico allá y aquí lo rudo
como la lucha libre.

ANTONIO CORSINO: Aquí, un par de veces aquí vino el superintendente de la
policía a bregar con el problema de, de la guerra aquí, entre ambos bandos.
Pero nosotros le decíamos a la policía que ellos nos venían a tirar.
Inclusive en muchas ocasiones había policías de que sí admitían que ellos
tiraban. Entonces venían con unas guaguas (no se entiende), sin mofle. Y
nosotros le hablamos al superintendente: "Mire, si nos vienen a provocar,
nosotros les vamos a tirar, porque esta gente están muy bravos, demasiado, y
los que tienen armas son ellos, los que nos están tirando gases son ellos y los
que están agrediendo aquí con perdigones, son ellos, a las personas que llegan
aquí. Y entendemos que si se pegan a la verja ahí, es una provocación, y les
vamos a tirar". Y así lo hacían. Al militar que se pegaba a la verja ahí, le
tiraban. Y a la guagua que se pegaba ahí, le tiraban. Sí.

PREGUNTA: Y bueno, el campamento estaba en un espacio, me imagino, bastante
amenazante para la Marina, porque ellos trataron de abrir un portón por aquí y
ustedes hicieron un daño que quizás otros campamentos, ¿verdad?, como la
localización de Justicia y Paz, pues, era un campamento que estaba localizado
frente a los portones, pero como tal no, no, digamos, este, no levantaba una
amenaza, por el hecho de que no tapaba nada, ningún acceso ni nada, sino que
este campamento era más estratégico en ese sentido.

NANDY CAMACHO: Inclusive, había unos militares que andaban con un pedazo de
palo, de madera, y cuando pasaban por aquí le daban un azote a la puerta y le
decían a la policía: "Mira, nos tiraron". Y entonces ahí aprovechaban y la
policía: "Tírenles"... y nos tiraban gases y lo que les daba la gana ahí. Y
eso a mí me lo dijo un militar y me lo dijeron unos policías: "Ellos lo que
hacen es que le dan y después dicen que ustedes les tiran y nosotros, pues, los
dejamos que les tiren a ustedes"... porque la policía... era más de lo mismo.

PREGUNTA: En cuanto, en cuanto a los distintos estilos de lucha, hemos hablado
un poquito, hemos ido cubriendo eso, pero ¿cómo fue, un poco, la negociación
con otra gente que quizás quería ver un estilo de lucha distinto? ¿fue
bastante fácil, digamos, que entendieran la necesidad del estilo de lucha de
ustedes? ¿se les hizo un poquito difícil con otros compañeros de lucha?

ANTONIO CORSINO: Bueno, aquí por lo menos, con las personas que mayormente
tuvimos conversación con ellos, y creo que también usaron el mismo estilo de,
de lucha, contra la Marina, fue los de Monte Carmelo. -Los de Monte Carmelo...
-Sí, una vez que aquellos también fueron víctimas de los gases, residentes y
cualquier persona que se pegaba allí le daban perdigonazos, tú sabes, no era
como aquí estos campamentos, que estaban fuera del área, estaba una entrada
ahí del campamento, donde había mucha policía, tenían la fuerza de choque y,
y no se podía... no había ese conflicto como aquí, donde no había tanta
fuerza de choque y ellos, pues, lanzaban gases lacrimógenos, piedras, todo...
perdigones, sí...

PREGUNTA: ¿Y ustedes mantenían, por ejemplo, buenas relaciones con la gente de
Monte Carmelo en términos de lucha?

ANTONIO CORSINO: Yo creo que en cuestiones de lucha todos teníamos buenas,
buenas relaciones, sí. Porque cada cual, por lo menos, su pensamiento era, por
lo menos, que se fuera la Marina.

NANDY CAMACHO: En ese aspecto, en ese aspecto de que todos estaban de acuerdo
con la lucha de la Marina, que se fuera... pero aquí vino (no se entiende) a
decir que nosotros estábamos dañando la lucha, en una ocasión, y aquí Sixto
Pérez le dijo que se fuera de aquí porque esto era guerra, si ellos querían
guerra, nosotros nos íbamos en guerra. Pero él aquí inclusive una vez: "Eh,
ustedes 'tirapiedras'", nos tildó de "tirapiedras".... "Ustedes, 'tirapiedras',
me van a dañar la lucha". Y eso no fue así. Este campamento se echó la lucha
encima cuando la moratoria, que el único que no estuvo de acuerdo fueron los
Zenón y este campamento. Porque si ellos estaban matando gente, niños y
ancianos allá, y a nosotros aquí, ellos no pararon aquí. Inclusive, en la
moratoria, ellos estaban haciendo, después del 11 de septiembre, ellos estaban
haciendo maniobras ahí. Entonces, ¿por qué dar una moratoria?, cuando
seguían envenenando y torturando. No. Este campamento no estuvo de acuerdo y
los Zenón. Fueron los únicos. Seguimos en guerra todo el tiempo. Ah, y Monte
Carmelo, que no, tampoco tuvo moratoria, porque ellos nos llamaban: "Mira,
refuerzos para acá", nosotros íbamos para allá. Y de aquí: "Refuerzos para
acá", tú sabes, nos comunicábamos y ellos se quedaban aquí y nosotros nos
quedábamos allá.

PREGUNTA: ¿Y ustedes piensan que si hubiese sido, eh, eh, si se hubiese
implantado la moratoria en todos los campamentos de lucha, quizás la lucha hubiese...?

NANDY CAMACHO: Se hubiera caído, se hubiera caído porque se aflojó bastante,
bastante la lucha, todo el mundo como que se apaciguó y como que lo dejó en
calma ahí, se enfrió todo el mundo y fue un poquito durito volver otra vez a
coger fuerza. Si no es por este campamento se hubiera caído la lucha. O Monte
Carmelo. FIN.-