ha sido en cierto liderato, ¿verdad?, en los de Vieques, que hay un interés,
¿verdad?, por que los planteamientos, pues, salgan a la luz pública, pero en
ese interés en ocasiones ocurre que hay gente que sienten, ¿verdad?, que hacen
algo si salen en televisión nacional y cosas así, ¿no? Habla un poco de eso...
RESPUESTA: Pues, mira, mi experiencia con las cámaras y con la televisión no
ha sido, no ha sido... ¿verdad?, no es que no ha sido positiva, pero no
necesariamente, vuelvo y te repito, nuestro trabajo es el más que ha sido
reseñado y destacado. Yo tengo una persona que me dice: "No, ustedes se tienen
que encargar de ustedes mismas dar a conocer su trabajo y que se conozca". Pero,
sin embargo, una cosa que me ha parecido muy interesante en toda esta lucha es
que, por ejemplo, sí ha habido cuestionamientos, por ejemplo, o sea, en un
momento que salió un reportaje de la Alianza en un periódico de la isla grande
y se cubrieron como varios eventos de la Alianza y había, hay una compañera
que está a cargo de ser la persona que dé la cara por la Alianza en la prensa,
así que ella siempre va a ser el rostro de la Alianza en la prensa, y ¿me
puedes creer que sí hubo señalamientos de que "ella está cuando está la
prensa, de lo contrario no está"? Cosa que es totalmente falsa porque es igual
de fajona que todas las demás, pero aún así su trabajo era ese dentro de
nuestra organización. Sin embargo, lo que me parece interesante es que aquí
por cuatro años consecutivos los compañeros y algunas compañeras inclusive
salían todos los días en cámara, todos los días, todos los días. Nadie
decía nada, no había cuestionamientos: "Ah, a ti lo que te gusta es la
cámara". Entonces sí para la compañera de nosotros, "lo que le gustaba era la
cámara. No haces nada si no hay cámaras". Mira, aquí hay eventos, aquí ha
habido actividades, que los compañeros no han querido... han desistido de hacer
la actividad porque no han venido las cámaras. Aquí ha habido actividades de
la lucha que se han eliminado, que no se han hecho porque las cámaras no
vienen. Mira, aquí hay algunas actividades que hemos querido hacer aunque no
estén las cámaras. A veces nosotras, nosotras particularmente, a veces lo
sentíamos, es bueno, importante cubrir los eventos y que la gente los conozca,
pero hay algunos, hay algunos eventos y hay algunas actividades que nosotros las
tenemos que trabajar fuera del marco de las cámaras, porque lo que podría
resultar y lo que yo vi que en ocasiones pasaba es que nos poníamos presión a
nosotros mismos sobre los trabajos. Nos poníamos cierto tipo de presión. Y a
esto me refiero, por ejemplo: tenemos una marcha. ¿Cuántas personas se
esperan? Mil. Eso es información para consumar a las organizaciones. Tenemos
una marcha tal y tal día. Si la estrategia es que llegaron cinco, pero tú no
te pusiste presión de que van mil, cinco, ah, pues, cinco que representan a
cinco generaciones de viequenses, o sea, hay un tipo de información que
nosotros como organizaciones la podemos, ¿verdad?, trabajar, de manera que en
algunas ocasiones no nos pongamos presión. Porque si no llegaba toda la gente
había que estar dando todo tipo de explicación de por qué no llegó la gente.
En realidad, a veces la gente no llegaba porque no le gustó la actividad,
porque estaba lloviendo, porque no estaban de acuerdo... son tantas las
explicaciones, pero entonces eso es un evento que también te quita mucha
energía, tratar de dar explicación, nosotros aquí en esta lucha teníamos que
darle explicaciones a todo el mundo por todo lo que pasaba, inclusive si
peleábamos o no. Entonces, a las organizaciones y a los individuos y a los...
se nos idealizó, por ejemplo, se nos idealizó: "Ustedes reclaman, ustedes no
pueden discutir". Mira, somos seres humanos, seguimos teniendo diferencias, eh,
sí, tal vez estamos promulgando y estamos, estamos promoviendo la paz, pero por
otro lado, y eso para mí es bien importante, aquí desde las organizaciones y
algún tipo de líderes, es cierto, promulgó la paz, la paz en un significado
bien amplio, pero aquí no hubo espacio dentro del liderato de las
organizaciones para dialogar sobre el significado más amplio de promover en
nuestra comunidad la paz y una cultura de paz, que supone unos cambios en
nuestra forma de, de acercarnos a la gente, en la forma de tratarnos, y
ciertamente, no había paz dentro de las organizaciones, no había paz dentro
del liderato porque era un concepto más, un concepto vacío, no había
transformación individual de tratar de relacionarme con las mujeres, de tratar
de sanar con aquel, de tratar de dialogar, de tratar de... así que, un poco, lo
del asunto de la paz y de que se nos idealizó dentro del marco de la paz fue
bien difícil, porque por otro lado en el momento en que algunos compañeros
llegaron inclusive a la agresión física... "¿Ah, pero ustedes no son los que
promueven la paz?".
Pero, al interior de las organizaciones, inclusive individualmente, se tenían
que dar unas transformaciones y se tienen que dar unos cambios y se tienen
que... tiene que haber, tú tienes que creer en esa paz. Que no es solamente
decir: "La paz esté con nosotros y ya". Y entonces... un poco... entre el
asunto de las cámaras y el asunto de la paz y entre el asunto... mira, era una
cosa, como una locura, porque para efectos, ¿verdad?, de las imágenes, todos
teníamos que lucir (hace un gesto)... pero lo que te decía, una vez apagada la
cámara no había paz. Entonces, por otro lado, estaban los que: "Ah, tú lo que
quieres es robar cámara", pero tú estás todos los días en la cámara. Tú no
te robas cámara, tú tienes algo importante que decir. Ella no tiene nada
importante que decir, ella roba cámara, tú no, tú eres el que tiene algo
importante que decir. Ella quiere ser estrella de cine. Y ese tipo de
dinámicas, por otro lado, en algunos momentos, no favoreció el que alguna
gente creyera en nuestro discurso de paz.
PREGUNTA: Te iba a preguntar también... hay una cosa que a veces, y esto, esto
me llega por... me llegó por isla grande, y es lo que te comentaba de la casa,
del imaginario de la casa como símbolo de lucha. Recuerdo que, que en una
ocasión hablando con un compañero me comentaba: "Sí, se me hacía difícil
entender al principio, porque por un lado estaban las ideas feministas de la
Alianza, pero por otro lado estaba el imaginario de la casa, lo doméstico, por
qué traer esos elementos a la lucha"... como que se incomprendió un poco el
trabajo de la mujer y la economía, digamos, este... la economía afectiva que
hay en un hogar, que es tan importante para el bien, digamos, común, como es la
economía contante y sonante... -Sí, sí... y... Cuéntame, hubo una protesta
incluso en que salió a la calle con escobas, cuéntame un poco qué fue lo que
encontraste con los compañeros, explícame un poco cuál era la idea un poco...
RESPUESTA: En términos del concepto de la casa, por ejemplo, como estrategia de
lucha, para nosotras era bien importante porque hasta cierto punto el trabajo
sobre, sobre Vieques, vuelvo y te repito y yo estoy convencida de eso, estaba un
poco como que... fragmentado, por un lado está la devolución, por otro lado la
contaminación, la limpieza, este tipo de cosas, y entonces nosotras empezamos
a, a, a acercarnos al asunto ya más en un plano, en un... de una forma más
amplia, entonces nosotras empezamos a hablar: "Mira, la casa es el espacio que
nosotras, por un lado, ¿verdad?, desde la concepción como mujer, un espacio
que atendemos". Ha sido un espacio para nosotras, la casa, inclusive, que mucha
gente lo ve como un espacio de, de guardar a la mujer también, pero desde la
casa se han dado también muchos espacios y mucho trabajo de resistencia. Y han
salido desde la casa muchos trabajos, ¿verdad?, es un lugar, a lo mejor de
encierro, pero también es un lugar, es un espacio de manifestación, es un
espacio de resistencia. Y entonces, ¿cómo nosotros manejamos el asunto del
liderato en la casa? ¿Cómo nosotras utilizamos las herramientas que conocemos
para manejar la casa? Fueron algunas de las preguntas que nosotras hicimos, nos
hicimos en el trabajo de la lucha de Vieques. En términos de la familia, tú
hablas con tu esposo, trabajas, ¿verdad?, buscas unos diálogos, buscas unos
puntos de encuentro... este... sí hay dificultades, sí hay encuentro, sí hay
pelea en algunos momentos, pero nosotros quisimos como que coger todo, todo lo
positivo que pasa dentro de la casa, inclusive el espacio físico, el espacio
físico, la estructura, la estructura, entonces nosotras decíamos: "Los
viequenses, todos los que vivimos en esta isla, tenemos que ver la isla en
general como nuestro espacio físico", el espacio físico ese que nos da la
casa, el espacio de seguridad, el espacio donde convive la gente, donde convive
en armonía, el espacio donde yo tengo un cuarto, donde yo tengo un baño,
¿verdad?, en términos del espacio físico y la distribución, pues, tenemos
que ver a Vieques también como ese espacio más grande, esa casa que nos cobija
a todos y que se tienen que empezar a dar entonces unos elementos de diálogo,
de convivencia, de juntos tratar de diseñar cómo queremos esta casa,
¿verdad?, fue como la forma de acercarnos. Mucha gente no lo concebía, porque
vuelvo y te repito, lo ve como un asunto muy cotidiano, muy doméstico, este...
y aquellos que tienen su, su idea hecha que el espacio de la casa es para
mujeres trabajar y el espacio donde tienen que estar, pues obviamente lo vieron
malísimo. Vieron: "Ah, si la casa es el espacio de ustedes trabajar", fíjate,
"...el espacio de trabajar, entonces ustedes se tienen que quedar en su casa".
Pero si nosotros estamos convirtiendo a Vieques en casa y es un espacio de
trabajo, si es un espacio más grande, o sea, nosotros vamos a hacer del cuarto
que es mi casa a la casa más grande, que es la otra, que es Vieques la isla a
trabajar, pero entonces eso no fue como que... entendido. Nosotras estamos
saliendo a la casa, ¿verdad?, a un cuarto, a otro espacio de la casa a
trabajar. No era que queríamos que, ah, sí, lo vamos a resolver con escobas y
mapos. Podría ser, sí, usamos las escobas y los mapos como un elemento de
hacer protesta. Inclusive hemos utilizado la metáfora de la limpieza de la casa
en la discusión ahora sobre la limpieza de Vieques, que para alguna gente lo ve
así, como: "Que estupidez, que estupidez, que gran estupidez están diciendo",
pero la realidad es, como lo hicimos en la presentación con, con la EPA, creo
que fue o el "No Further Action" para el área oeste, para los lugares que ya se
declararon que ya no se iban a limpiar más. Nuestro planteamiento fue el
siguiente: que cuando nosotras limpiamos en nuestra casa, primero pasamos una
escoba, después pasamos el vacuum cleaner, algunas de nosotras pegamos
manguera, después de la manguera pasamos un mapo, y no conforme con eso
después pasamos algún otro brillo o alguna cosa en la casa. Tiene cinco pasos,
cinco o seis pasos en la casa. Lo que te estamos diciendo en palabras sencillas
es que tú no me puedes venir a mí a decir que en el área oeste tú pasaste
una escoba mal pasada, metiste debajo de la alfombra el sucio y que ya te vas.
Porque desde la experiencia cotidiana, a un piso que casi nosotros decimos que
se puede comer, nosotros le damos un tratamiento como de seis pasos, tú no me
puedes decir a mí que en un espacio donde tú tiraste bombas, tú lo vas a
barrer y te vas a ir, entonces para alguna gente, eso como que: "Ah...", pero
para alguna gente: "Ay, ya vienen estas con la estupidez de la casa y la
limpieza". Pero nada, es la forma como tú te puedes acercar al, al, al proceso,
de la experiencia cotidiana tú puedes sacar para entender estos procesos.
Porque químicas, biólogas, expertas en municiones nosotras no somos, pero de
barrer y mapear nos ha tocado un rato.
Así que, y eso no significa, por otro lado, que nos tengamos... hay que gente
que dice: "Ah, rebajarnos, pues, ves, las mujeres, eso es lo que saben"... Eso
es bueno, y eso es importante, eso es saludable, tener una casa limpia. Y no es
rebajarnos, nos gusta hacerlo y no tenemos problemas con eso, entonces eso no
significa que por ser mujer, por otro lado, que por ser mujer, este... en la
lucha tenemos que dejar la escoba y el mapo a un lado. Porque estaba esa otra
dualidad: si tú estás en la lucha, pues tú tienes que dejar el mapo y la
escoba a un lado y te tienes que dedicar a la lucha. Eso no era lo que nosotras
estábamos tratando de hacer. Nosotras sabíamos que teníamos que asumir
nuestras mismas responsabilidades de nuestro hogar, que son responsabilidades
compartidas y que lo empezamos a dialogar, que no es nuestra responsabilidad
sola, que es responsabilidad también de nuestra pareja y nuestros hijos,
colaborar en ese esfuerzo de la misma manera como en la gran casa, Vieques,
todos teníamos una responsabilidad compartida de hacer un trabajo para lograr
que nuestra casa esté chévere, con buena calidad de vida para todos.
Entonces un poco eso fue lo que hicimos con el concepto de la casa. Y desde ahí
todos los acercamientos que nosotros hemos hecho para distintas cosas siguen la
misma línea del concepto de la casa y de los elementos de la casa, lo del
desarrollo, cuando tú vas a ampliar un cuarto. Lo que te decía ahorita, si vas
a limpiar, lo mismo. Si vas a educar a tus hijos, también desde el concepto
del, de la casa. Es en casa donde en realidad, por lo menos nosotras así lo
vemos, es el primer espacio de formación del individuo. Entonces nosotros
queremos que también haya en la comunidad un espacio, ¿verdad?, un espacio
dentro de la casa para espacio de formación del individuo: "Ah, pues, tenemos
un proyecto educativo, queremos una universidad". Porque dentro de nuestra casa
hay un espacio para un espacio de formación educativa. Y así sucesivamente,
¿verdad?, y eso ha sido como que la forma de nosotros acercarnos. Mucha gente
no lo ha entendido, mucha gente nos vio como: "Ah, ahora estas se creen mamá
gallina, protectoras de Vieques". Rubén Berríos les dijo a las compañeras en
su campamento que él allí no necesitaba "madres". Ellas no iban ahí como
madres, iban como mujeres de lucha solidaria: "¿En qué puedo ayudar?". Pero
muchos de, de, de gente en este tipo de lucha lo vieron más desde ese punto.
Ahora ya se ha asumido como "las madres de la lucha", que para nosotros no
estaba mal. Pero la realidad es que nosotras sentíamos que nosotras podíamos
aportar desde nuestra experiencia como madres, desde nuestra experiencia como
hijas, desde nuestra experiencia como profesionales, desde nuestra experiencia
como abuelas. Porque nos sirve, nos sirve para lidiar entonces en la comunidad
con otro montón de situaciones que nosotras, naturalmente en nuestros hogares,
no naturalmente, porque no es natural, pero son, son elementos con los que
tenemos que trabajar día a día: "¿Cómo resuelvo lo económico, cómo
resuelvo que el nene esté enfermo, cómo resuelvo, este... tener dinero para
satisfacer las necesidades de la familia?". Son decisiones, son, son... es
información que tú manejas todos los días, así que igualmente nos ayudaba a
entender los distintos procesos que se estaban dando en la comunidad.
PREGUNTA: Judith, y una cosita, por ejemplo, cuando... recientemente Oscar Díaz
comentó en un periódico que supuestamente la limpieza de Vieques no era pasar
escoba y mapo. ¿Cómo ustedes reaccionaron públicamente ante eso? ¿Qué
piensas un poco de esas expresiones?
RESPUESTA: En realidad, en realidad nosotros terminamos riéndonos de eso.
Porque vuelvo y te repito: parecería, parecería que nuestros planteamientos no
son escuchados o que no tienen significado, pero a largo plazo nos damos cuenta
que son elementos que son, que después la gente los retoma. Mira, a nosotros
nos pasó que presentábamos muchas ideas, muchos conceptos relacionados a la
casa y otros conceptos que se dejaban por malos o por femeninos y se retomaban
más adelante en la lucha. Este... está el de la cinta, está el de la casa, yo
he oído compañeros: "Porque Vieques es nuestra casa", y yo: "Ay, se dieron
cuenta, se dieron cuenta". Lo del mapo y la escoba, lo de poner en el clóset
nuestras enfermedades. Por ejemplo, para las mujeres pacientes de cáncer. Nos
empezamos a dar cuenta que ellas atendían el asunto familiar de todo el mundo.
El asunto de ellas, su problema de salud particular lo ponían, como nosotros le
llamamos, en el clóset. Lo enganchaban ahí: "Cuando yo tenga tiempo voy y lo
busco y trabajo con él". Entonces empezamos a decirle a la mujer: no, no, no.
¿Y de dónde sale el concepto de salir del clóset? Pues, ya tú sabes que eso:
"Ah, pero eso se parece a tal cosa". Bueno, pero básicamente es el mismo, es la
misma, es atreverte... -Mecanismo... Mecanismo, es atreverte a abrir la puerta y
decir: "Ya yo los atendí a ustedes, yo me tengo que atender ahora". Y
empezamos. La segunda Jornada de la Mujer Viequense, ¿tú sabes lo que
empezamos a hacer? Lo de búsqueda: "Trabajaremos y construiremos la paz en la
medida en que nosotras encontremos paz. Nos vamos a salvar nosotras y después
vamos a ayudar a los demás". Hicimos todo un fin de semana de salud integral,
salud holística, masajes, terapia, aromaterapia, baños medicinales con
plantas... Aquello fue una experiencia brutal. El último día fue un proceso de
la sanación y de reafirmar que de aquí salimos todas a seguir trabajando con
la casa y con el asunto de Vieques. No parecía una actividad política. Pero
sí lo fue. Era un proceso de cómo voy transformando, ¿verdad?, para que estas
mujeres digan: "Sí, yo me voy a sanar, para yo ayudar a sanar a mi comunidad".
Y fue súper. Y fue súper chévere, y era lo mismo, sanarnos nosotros en
nuestra casa. Y buscamos las plantas de Vieques, bueno, eso fue, fue hermoso.
Fue hermoso.
PREGUNTA: Judith, en una ocasión me comentaste, creo que fue cuando yo llegué
aquí a Vieques, que había una especie de machismo que se daba, que se
ejercitaba, en cuanto al cáncer en mujeres... ¿Se podría compartir esa...?
RESPUESTA: Y, eso tendría que, mira en relación al cáncer, por ejemplo, que
te estoy comentando ahora, que muchas mujeres lo ponían ahí, como que... por
un lado está lo de los tratamientos, pero por otro lado tuvimos compañeras
participando en el proceso que, lamentablemente, no se atrevían a participar,
no que ellas no se atrevieran a participar, era un asunto que tenía que ver,
que sus parejas no querían que se supiera que ellas tenían cáncer. Y en
muchos de los casos tú dices: "¿Y por qué tu pareja no quiere que se sepa que
tú tienes cáncer?". Y tenía que ver, por ejemplo, cuando es cáncer de seno,
que a ti te falta una parte del cuerpo, ¿verdad?, que ellas han sido
masectomizadas, que entonces tiene que ver con el asunto de que el hombre tiene
una mujer "incompleta". Entonces son asuntos que aquí no se hablaban. Vuelvo y
te repito: están ahí guardaditos, en casa, en el clóset. De eso no hablamos.
Hasta que algunas de esas mujeres se dieron cuenta: "Yo no soy la única mujer
'incompleta' en esta comunidad. Hay diez más mujeres, entonces vamos a
hablarlo, vamos a hablarlo". En el grupo de trabajo de cáncer, una de las
secciones incluyó que trajeran a sus parejas. Que trajeran a sus parejas para
que las parejas vieran a las otras parejas y para que empezaran a, a darse
cuenta de que no están solos. Más que nada, eso. A que se dieran cuenta que no
están solos en este proceso, y que no es real que tú eres una mujer
"incompleta" o que tienes una mujer "incompleta", que es un problema de salud.
Que no te tienes que avergonzar y que, al contrario, que lo que tienes que dar
es testimonio de vida que pudiste seguir adelante. Y que si apoyamos a otros
vamos a poder seguir adelante. Y entonces, todo ese tipo de cosas, pero con
asunto de género, nosotras hemos tenido que atender desde el hecho de... de...
de... "Ustedes se pasan en la calle", "ustedes no atienden a sus maridos",
"ustedes no cocinan", "¿ustedes lavan ropa?", "¿ustedes fregan?"... Mira,
independientemente de la lucha o no, yo, Judith Conde, yo no frego, en mi casa
yo no soy la persona que frego. Así que el que yo estuviera dentro de mi casa o
fuera de mi casa haciendo un trabajo no iba a tener ningún tipo de impacto
sobre el fregado de mi casa. Y entonces, ese tipo de cosas... Recuerdo para el
referéndum, para el referéndum había que pasquinar... ¿qué hay que hacer?
Mezclar harina y agua: "Ah, ¿eso es como hacer mezcla para bacalaíto? Así
mismo como hacer mezcla para bacalaíto". Hicimos la mezcla para bacalaíto y
nos fuimos, y pasquinamos. Obviamente, nosotras no habíamos tenido la
experiencia anteriormente de procesos electorales ni de pasquinar ni de hacer
este tipo de cosas. Nos vieron haciéndolo. Nadie nos dijo... hasta el día
antes del referéndum nosotros habíamos puesto pasquines... en el área de la
Comisión Estatal de Elecciones hay un área que, digamos, una línea blanca,
que de ahí en adelante tú no puedes poner promoción política porque estás a
cierta distancia del colegio de votación. Nosotros no conocemos la
información, pero si los compañeros lo saben, ¿por qué no lo dijeron?
Entonces, el último día, pues sí, igual que pasquinamos tuvimos que arrancar
pasquines. Fue todo una burla: "Ustedes no vuelven a pasquinar. Este...
ustedes... Tenían que haber sido ellas, en vez de decir... Mira, pues vamos a
sacar, compañera, las felicitamos". No, no, fue todo una burla: "Mira el
trabajo que estamos pasando ahora por ustedes pasquinar todo Vieques". Pero
vamos al referéndum. Pues el día antes tuvimos que sacar los pasquines. Pero
nos tiramos a la calle y pasquinamos. Pero fue más fácil burlarse, que en el
momento que vieron pasquinando decir: "Hay que parar, hay ciertos puntos, hay
una raya donde...".
Porque, por otro lado, como pasó para el referéndum: "Ta-ta-ta... ¿Ustedes
tienen la gente para...?". Estaban las organizaciones, ¿verdad?", pero aquí
había unos líderes que se les cuestionó abiertamente: "¿Tú tienes la gente
para trabajar? Si tienes la gente para trabajar, tú habla, pero si no tienes
mucha gente para trabajar, deja menor entonces que los demás podamos hacer el
trabajo". Pero fue bien interesante, porque entonces fue como ridiculizar a las
mujeres porque pegamos pasquines en todos lados. Ay, nosotras estábamos
contentísimas, porque pegamos, y te voy a decir, la mayoría de las caminatas
que se hicieron en el referéndum, casi todas, al frente iban mujeres. Y el
proyecto aquí recayó... las mujeres aquí hicieron un montón de trabajo, un
montón de trabajo, desde desobediencia hasta, hasta acciones civiles no
violentas hasta pegar propaganda, mira, ¿qué no hicieron?
PREGUNTA: Judith, te iba a preguntar un poco también sobre la cuestión
Vieques, digamos, como sociedad, ¿la encuentras una sociedad machista? ¿hay
problemas de violencia doméstica? ¿cuáles son los retos de la mujer viequense
hoy día? O con los cuales ustedes han ido bregando...
RESPUESTA: Mira, es un gran reto el de la mujer viequense. Eh, aquí, sí,
prevalece lo de una sociedad machista, o sea, aún cuando se han abierto
espacios de participación y la mujer ya atreviéndose a la calle, a participar
en un montón de eventos, sí todavía se da una discusión, un asunto bien
machista. Eh... donde nosotras tenemos compañeras, unas sí y otras no, o sea,
ahí va evolucionando, pero aquí hay compañeras que tienen que pedir permiso
con el esposo para salir a un evento, a una reunión, a una actividad. Este... y
lamentablemente, sí, tenemos en Vieques un problema de violencia doméstica, en
la región este es uno de los municipios número uno en casos de violencia
doméstica, con el agravante que por nuestra situación geográfica... eh...
muchas de las víctimas se quedan aquí mismo en la isla, no se quieren
trasladar a la isla grande, en ocasiones devolviéndolas al círculo de
violencia. Este... ha habido varios asesinatos. No así en una escala tan
grande, pero sí ha habido algunos asesinatos. Este... y es bien difícil, aquí
es un tema bien difícil de tratar todavía algunos asuntos... El tema de la
sexualidad, el tema de... hay algunos temas que nosotros poquito a poco hemos
ido trabajando en términos de la mujer y fortalecerse y algunas aperturas. No
como dicen: "Ah, están sueltas como..." No es un proceso de libertinaje,
¿verdad?, pero sí aquí hay unos problemas de enfermedades de transmisión
sexual, aquí hay unos problemas, como te decía, de embarazos en adolescentes,
aquí hay unos problemas de VIH, aquí hay unas situaciones que tenemos que
atender y que empiezan con el asunto de la sexualidad y conocerse el cuerpo y
entenderlo y trabajarlo.
Mira, con el mismo caso, con el mismo asunto del cáncer, nosotros empezamos los
talleres trabajando el tema de sexualidad y conociendo nuestros cuerpos porque,
como decía el recurso, en ocasiones, ustedes tienen 40 años y nunca se han
mirado su vagina, y precisamente ahí es donde está el tumor. De repente se
vieron eso ahí, como no conocían la anatomía de su cuerpo y cómo está
constituido pensaron que era una parte más de su cuerpo. Y es un tumor
canceroso, que cuando usted viene a ver, ya no hay, ¿verdad?, solución o es
más difícil de tratar. Entonces, empezamos... inicialmente, las mujeres no...
es más difícil el autoexamen, entonces inicialmente todas así, muy
reservadas. El día que el recurso les dijo, okey, hoy todas nos vamos a hacer
el autoexamen y no nos debe dar vergüenza y todo lo demás, todo el mundo
escondidito en una esquina... Solo una mujer dijo: "Yo me atrevo". Inclusive
ella tenía algunos quistes en el seno y permitió que las otras compañeras
pudieran palpar y usarla de modelo para el trabajo, pero eso nos costó. Eso
cuesta trabajo.
Nosotros trajimos también en marzo, en marzo del año pasado... 2003... 2002...
2003... a Vieques, la obra "Los monólogos de la vagina". Eso fue toda una... y
"Los monólogos..." es un trabajo que es muy... bien importante y bien
significativo en la forma que tú atiendes el tema de la sexualidad, los temas
de salud y todo lo demás, pero fue un gran tabú, yo entiendo que hasta el
sacerdote les reclamó a algunas feligreses porque fueron a ver la
presentación. Así que eso te dice... el patrón... tú sabes, aquí hay una
persona o un hombre que a la Alianza de Mujeres le dice algo así como "Las
Hijas de María" o "Las Lloronas de Jerusalén" o alguna cosa así. Este... Y te
estoy hablando de una persona que proviene del sector religioso... y... y eso es
bien fuerte. Eso es bien fuerte... este... pero sí, hay un elemento, te digo,
hay un elemento... machista ahí y bien, bien... y en el trabajo de la lucha se
nos daba, se nos daba, en términos de qué yo podía hacer y qué no podía
hacer... este... de los señalamientos, que parece: "Ja...", jocoso, "Ah, ¿tu
marido es ama de casa?, ¿quién hace las cosas de tu casa? ¿tu marido es el
ama de casa?". ¿Ves? Ese tipo de señalamientos, todavía: "Estas mujeres
están sueltas, estas mujeres no trabajan"... este... y así mismo, pedir
permiso, pedir permiso: "¿Tú pediste permiso?"... Y yo: "¿A Dios, a quién?".
Mira, yo te lo digo, prevalece aquí y prevalece también en el ámbito de mi
familia. Mis padres piensan que, que yo soy una cosa terrible: "¿Cómo es que
tu marido...? Te fuiste una semana para Nueva York y te atreviste a dejarle el
niño". Yo les digo: "Pero si el nene es de los dos". Y aquí hubo una
compañera, ha habido compañeras: "Que tú vas ¿para qué, para dónde? ¿Para
Washington? ¿Y tu marido va? -No, él no va... ¿Cómo, que tú vas sola?
¿Pero y quién va a cocinar en tu casa? Ay, pobre marido de esa mujer". O sea,
así. Y entonces hemos visto también el elemento de mujeres que han condenado,
tú sabes, nuestra participación. Y nos juzgan: "A aquella le pasó tal cosa
por estar en la Alianza", "el marido se fue con otra por estar en la Alianza",
"la nena de ella está embarazada por estar en la Alianza, porque si estuvieran
en su casa atendiendo a su familia, nada de eso les pasaba".
Y con todo eso nosotras hemos tenido que trabajar. Inclusive, mira, yo recuerdo
cuando vino este grupo de mujeres lesbianas a Vieques. Eso parecía, en el
campamento, parecía que habían echado Flit, de esto para espantar cucarachas y
hormigas y cosas... todo el mundo, hasta algunas compañeras de la Alianza,
desaparecieron, desaparecieron, ¿por qué? Porque no querían que las
vincularan, porque obviamente iban a decir: "Mira, ahora estas se convirtieron
todas en lesbianas". Este... y fue, fue, fue bien... Algunos de los compañeros,
la expresión fue: "Mira, algunas de esas mujeres se creen machos. Estas mujeres
son una jodienda." -¿Venían de afuera? Estas venían de afuera. "Estas mujeres
se creen una jodienda, se creen machos, se creen lo otro". Tú sabes, y una
actitud... no las quisieron. Eso también ha sido doloroso. No las quisieron
atender. Básicamente, no las quisieron atender. Después que se fueron, dijeron
que nosotras éramos lesbianas, pero eso no es problema. Pero les sacaron como
que el cuerpo, las echaron hacia un lado. Ay, no, te digo que fue como... fue
bien... Fue bien difícil, fue bien difícil. A la pastora Lucy, por ejemplo,
Lucy Rosario, que ella es mujer, era pastora, de la iglesia metodista, para que
tú veas el elemento. Para ella pastorear, era la primera vez que la iglesia
metodista tenía una pastora mujer. Eso fue... olvídate, un evento. Que esa
pastora mujer estuviera en la lucha, fue otro evento. Que esa pastora mujer, que
esa mujer estuviera arrestada fue... Y encima se juntó con las lesbianas.
Imagínate. Tuvo feligreses que se fueron, hombres que no la querían en el
púlpito. Y entonces, igualmente le pasó en el marco del contexto religioso y
todo lo demás, que ella hizo un montón de trabajo, dentro del, del... de la
iglesia y los campamentos y todo lo demás... Hello?... A la hora de la verdad y
el reconocimiento, los bravos fueron los obispos y los otros, la pastora fue...
la mujer. Fue la mujer que hacía todo. Y, y ella en el escrito, en el escrito
que yo tengo de diarios con nombre de mujer ella da testimonio de eso, da
testimonio de eso. Por eso lo comparto contigo. Eh... Porque también, porque
también... Les pasó a las hermanas de la iglesia católica, a las monjas. Yo
no estuve, pero me lo contaron. Aquí se dio en la iglesia un reconocimiento a
desobedientes. Reconocieron a todos los hombres. Las hermanas, las hermanas,
monjas, bien gracias, ¿y tú? Jugaron un rol igualmente importante.
PREGUNTA: Una pregunta, cuando hubo digamos estas situaciones de discrepancia o
digamos, de discriminación contra la mujer dentro de la misma lucha, ¿llegó a
denunciarse a los medios? -No... ¿Por qué, no querían que el consenso...?
¿Qué crees del consenso, no crees que...?
RESPUESTA: Yo creo que era que a nosotros en algún momento nos invadió como
que un poco de miedo, sería, no sé, como que mira, para no ser la nota
discordante, para no crear otro issue dentro del issue. Pero sí, hicimos
reclamos. Por ejemplo, yo recuerdo una vez que vino la gobernadora con George
Pataki, eh, se le hizo un reclamo ahí, público y estaba la prensa. En otra
ocasión, eh, dejaron las mujeres fuera en otra vista pública o algo que había
y también se hizo un reclamo y sí hubo algunos momentos, pero así como por
una cosa más grande, no se dio. Algo que nos pareció también interesante en
esta lucha, que en términos del consenso, fíjate, que algunas mujeres estaban
el la Alianza y participaban en las actividades. Sin embargo, a la hora de
algunas decisiones sobre algunas cosas preferían consultarles a los hombres y a
lo que ellos dijeran. Si ellos daban el visto bueno, entonces... -Hombres de
otras organizaciones... -De otras organizaciones. Con algunas compañeras
tuvimos algunos impasses por esas situaciones. Entonces algunas compañeras de
la isla grande, yo las... tú sabes, bien chévere: "Ah, el movimiento de
mujeres", pero al final terminaban coordinando el trabajo con los compañeros.
Entonces para nosotros era como que, como que irónico, porque decíamos: "Si
apoyas tanto el trabajo de las mujeres, nos deberías tener más en
consideración". Y finalmente terminaban consultando con los compañeros... y
haciendo hasta trabajo con los compañeros. -¿Eran mujeres...? -De la isla
grande, de la isla grande, de la isla grande.
Y entonces... a nosotras nos causó algún tipo de problemas porque entonces se
dieron algunas actividades que no necesariamente salieron bien. Entonces, no se
nos consultó, pero cuando salieron mal y había que ponerle un poquito de
"bondo" para resolver: "Mira..." O sea, como la Alianza, cómo nosotros
podríamos como que ayudar a maquillar el asunto y a apoyar lo que no
necesariamente salió bien. Entonces nosotros en algunos casos dijimos: "No,
porque se los dijimos". -¿Qué situaciones...? -Por ejemplo, el primero de
mayo. El primero de mayo nunca hubo consenso entre las organizaciones del
municipio y distintas organizaciones de la isla grande de lo que se iba a dar. A
mí que no me lo pinten de otra forma porque nunca hubo consenso. Hasta dentro
de las mismas organizaciones. De quién iba primero, quién iba después, quién
hablaba, quién rompía el candado, quién salía. Nunca hubo consenso. Quién
entraba por dentro, quién entraba por fuera. Nunca hubo consenso, entonces en
ese nunca haber consenso hubo como que varias llamadas de distintos puntos.
Nosotros estábamos planteando: "No hay consenso. Se va a formar algo feo. Se va
a formar un ple-ple". Pero igualmente... Resultado: lo vimos. Hubo un ple-ple.
Entonces pero cuando la cosa se puso como efervescente allí arriba en tarima,
querían que alguien de la Alianza subiera para hablarle al público. Y
nosotras: "¿Qué? ¿cómo?". No... no, no, no, no... no, no, no, no... Entonces
fue bien... Porque hay gente que se molestó: "Ah, pero ustedes no quieren
ayudar..." Y ese día nosotros como Alianza hicimos un banner, me acuerdo: que
estábamos felices por el primero de mayo y todo, pero dejamos a discreción de
cada miembro de la Alianza cómo quería celebrar el primero de mayo. Así que
nosotras estábamos como que por la libre. Pero en algún momento se nos
reclamó que asumiéramos el liderato. Ah, en ese momento nosotras éramos voces
importantes: "Tienen que asumir el liderato"... ¿Dónde están los héroes de
la batalla de Vieques? Ninguno subió, la que lo hizo fue Nilda, con
consecuencias nefastas para ella después. -¿Por qué? Después la criticaron,
la insultaron, de todo. Una vez porque pidió paz diciendo "coño". Ahí le
cayeron... Entonces, los grupos independentistas le dijeron que era, como que en
palabras finas, como que "tú eres una baja nota, tú no te tenías que parar
ahí a decir nada". Los sectores "paz" la criticaron porque dijo "coño",
quería paz hablando mal. Y finalmente, una semana después aparece ella con un
bastón en la mano frente a una caseta. Fue terrible. La cogieron de todos
lados, le dieron galletas de todos lados.
Fue lo mismo que nosotras no nos poníamos. De hecho, una gran compañera de
nosotras, Miriam Sobá también, que fue la que se atrevió, ¿verdad?, que fue
la que subió, a hablar, ¿verdad?, a pedirle a su pueblo que: "Pues, mira, por
favor, vamos a..." La gente de la Juventud Socialista o el NPI o el MPI, como
qué sé yo, qué organización socialista, la llamó "pseudolíder", la
insultó en un e-mail, ¿eh? Entonces, si no te subes es malo, si subía, para
el sector independentista fue de una "baja nota", una "pseudolíder", "¿qué te
crees?", "¿cómo vas a parar esto?"... Tú sabes, era bien fuerte. Mira, aquí
tú no estabas bien ni con Dios ni con el diablo... era una cosa... este...
Mira, la gente de... socialista, nunca hizo trabajo con nosotros, nunca hizo
trabajo con la Alianza. -Del Frente. -Del Frente Socialista, nunca hizo trabajo
con nosotros. Nunca. Te digo, nunca, y yo me atrevería a decir que hasta los
del PIP. Nosotros tenemos una compañera que ya no está aquí... (mira hacia el
costado y saluda a alguien)... ¿Cómo está?... que ya no está aquí...
este... y ella se esforzó, ella se esforzó y trajo a Rubén a una reunión de
la Alianza y siempre trataba, pero al final era como una cosa para cumplir, para
dar la ilusión de que: "Ah, sí, mira, el PIP vino y trabajó con las mujeres y
trabajó...". Nunca han creído en nuestro trabajo, la mayoría de las veces no
lo toman en consideración.
Mira, el día del primero de mayo, yo planteé que el sello simbólico que puso
el PIP fue un acelerante para que la gente acabara de romper la verja. Y me
dicen que no. Que el problema fue el maestro de ceremonias que teníamos en el
municipio. No, hombre, no, no, no. Ojalá, ojalá ese muchacho tuviera ese poder
que le achacan. Ojalá. -El poder de agitar... -El poder de agitar de esa
manera. No, no. Y así sucesivamente, te digo que... que uno es pseudolíder,
que esto, lo otro. Para resolver el problema, vamos a ver cómo la Alianza puede
ayudar. Mira, yo recuerdo que en una ocasión hubo un evento aquí que se
cerraron... se le puso cadena al portón de la... de Camp García. No entraba,
no salía nadie. Y empezó la gente a venir, la gente loca, tú sabes, bien
contenta, porque "tenemos a los militares ahí encerrados y nos los dejamos
entrar ni salir"... y se formó todo un evento noticioso y todos los periódicos
y "hoy aquí en el portón sigue agitándose la cosa"... y nosotros fue ahí,
tú sabes, no estaba nada violento, pero teníamos el portón cerrado. Y los
nenes jugando, pero para la imagen pública aquello era un desastre. Vino el
obispo: "Hay que abrir esas cadenas, ustedes no pueden seguir promulgando, que
nos vamos, no los vamos a ayudar más...". Por esa acción, ¿verdad? Nos
reunimos, había la coordinadora de... (ruido de un motor). En esa ocasión del
candado había una coordinadora, ¿verdad?, y nos reunimos, y habíamos
determinado, y habíamos determinado que ese día no íbamos a sacar la cadena y
el candado, pero cuando bajamos de esa reunión dijimos que no lo íbamos a
compartir con la prensa, que los vamos a dejar como que ahí y el próximo día
íbamos a hacer una conferencia de prensa para abrir el portón, para hacer toda
una cosa y qué sé yo, pero que en ese momento no le íbamos a dar
declaraciones a la prensa sobre lo que habíamos decidido en cuanto al candado.
Bajamos. José Estévez me cae encima, pues, que cuáles habían sido los
acuerdos de la reunión. Yo le digo: "Mira, mañana nosotros vamos a hacer unas
declaraciones en relación al candado, en relación al portón. Hoy no vamos a
dar declaraciones". Entonces sigo caminando y: "Ah, ¿no vas a compartir la
información con la prensa?". Le digo: "Bueno, en un acuerdo que tomamos todos
los que estábamos allí, dijimos que no íbamos a hacer declaraciones a la
prensa hoy, que vamos a compartir con ustedes mañana la decisión en relación
al candado, al portón". Y el tipo siguió encima de mí y le dije: "No, no
puedo". Pues no compartí la información. Él dijo: "Yo voy a recoger mis
cámaras, ta-ta-ta-ta, no voy a cubrir nada...". Yo le dije: "Pues, recoge las
cámaras, recoge las cámaras". Porque lo que habíamos acordado esto. ¿Me
puedes creer que vinieron los compañeros de Justicia y Paz, le dieron la
información, y encima de eso dijeron que la prensa se iba por culpa mía? Que
Canal 2 se iba... Vinieron, vinieron, pero después... "Pues que la prensa es
jodona, pero tenemos que ser sutiles con ellos...", que esto, que lo otro.
Yo, usualmente soy una persona bien... yo fluyo con lo que hay, yo no le grito a
nadie, yo no le hablo malo a nadie, tengo que estar súper, súper, súper... y
yo de manera, de la forma más... tú sabes, prudente que yo encontré: "Mira,
no vamos a compartir" y todo lo demás. Me dejaron enrollada, me dejaron sola.
Quedé yo como la culpable de que la prensa se iba. Finalmente abrieron el
candado, se formó un ple-ple, la gente se fue, como dice Rubén: "Mira, la
gente se fue porque se acabó la música y se dio la ilusión de que todo se
había acabado y la gente se fue", pero al otro día la gente volvió. Pero
entonces fue como una situación... entonces se le delegó al Padre Nelson para
que él fuera el que abriera el candado. Lo dejaron solo también. Porque ese
día la gente se quería, nos quería comer a todos. Porque la gente estaba
fortalecida con aquel asunto de que por primera vez: "Nosotros tenemos esto bajo
el control de nosotros". Y era comprensible. O sea, "tenemos el control y ahora
ustedes... han cogido miedo y quieren quitar la cadena porque el obispo dijo que
no nos va a apoyar más, si nunca nos habían apoyado", dijo la gente. Y
entonces fue una situación bien, también, bien fuerte. Pero te digo, entonces,
hubo una cosa, que entonces, mira, mira como somos desde las organizaciones. Los
que estaban adentro, desde los campamentos, dijeron, empezaron a dar
declaraciones en la prensa que nosotros teníamos un foco de violencia acá
afuera mientras ellos estaban haciendo un ejercicio de paz adentro y que estaban
quitando la atención del trabajo que se estaba haciendo dentro del área de
resistencia por tener este foco de violencia afuera. Que más que nada también
era un ejercicio que le daba espacio al pueblo, a la comunidad que no podía ir
para allá adentro a sentirse que estaba aportando a la lucha de esa manera.
PREGUNTA: Incluso mucha gente de Vieques iba ahí...
RESPUESTA: Un montón de gente, aquello se llenaba todas las noches, sin temor a
la policía, sin temor a los militares, porque era un montón de gente y la
gente se sentía como se chavaron: "Ahora es que nosotros estamos fuertes"...
Pero, sin embargo, en vez de nosotros como que fortalecernos de eso, los de
adentro dijeron que aquí afuera teníamos un foco de violencia, que aquello
había que quitarlo y la presión funcionó, finalmente se abrió el portón.
Pero, entonces, y así tú ves, tú sabes, y eso de alguna manera también es un
tipo de sabotaje, de no solidarizarse, pero pregunto yo: ¿Qué era? ¿En
realidad era un foco de violencia o que me quitaste la atención de las cámaras
ahí adentro? O sea, ¿qué era? Porque igualmente, yo sé que adentro se daban
un montón de dinámicas, inclusive en algunos momentos hasta violentas. Pero
entonces lo que estaba afuera era malo porque en ese momento se consideraba que
los que estaban ahí afuera en el portón eran los "gallinas", los que no se
atrevían a entrar. Así hicieron declaraciones algunos: "Ese portón, nos
están quitando fuerza, ese portón, se están quedando con los chavos, se
están quedando con los alimentos" y todo lo demás... que de allí se movía
para adentro, cosas, y se hacían gestiones que fortalecía en realidad lo de
afuera, porque el que venía en guagua pública, que no podía llegar adentro
por lo menos estaba allí y se hacía un acto de solidaridad y se informaba, y
traía y se dejaban donativos y todo lo demás. Pero tampoco fue entendido de
esa manera. Y entonces fue más fácil, nuevamente, la fragmentación y la
pelea. Después estuvo la dinámica entre Luisa Guadalupe acá arriba, donde
acá decían que aquellos eran borrachos, a estos les decían que eran unos
violentos, y estos que eran unos chotas. Una locura. Una locura. Locura que
sigue siendo locura, porque vuelvo y te repito, no ha habido espacio para
sentarnos. Esto te lo estoy diciendo yo a ti, pero no ha habido espacio para
sentarnos de tú a tú, de cara a cara y tener un ejercicio donde podamos
sacarlo y trabajarlo. Y todo Puerto Rico: "¿A quién apoyas, al Comité?.. y
aquel apoya a aquella y aquellos lo otro...". Y toda esa dinámica. Entonces,
fue una cosa bien, bien... Y ante esa... esos fueron... luchas, que la comunidad
estuvo viendo y que después de todo se cansó, inclusive, se cansó... bien
brutal. Se cansaron, porque era como que "Bendito sea Dios, ¿adónde vamos a
llegar, adónde vamos a parar?".
Entonces, mira, yo te digo una cosa, yo he sido solidaria con todo el mundo y he
defendido a todo el mundo: "Que fulano..."... "No, no, no, fulano no es nada".
Donde quiera que me paro los defiendo, pero esa no ha sido la política de los
compañeros hacia nosotras. Muy poco el que se han atrevido a decir: "No, ellas
han hecho su trabajo, han hecho esto, han hecho lo otro"... "Ah, yo no sé nada
de ellas... ah, yo no sé... no, ellas están mal... no, yo con esas mujeres no
trabajo... ellas lo que saben es hacer proyectitos y peliculitas"... De Saidy,
por ejemplo, cuando la nombraron al comité de transición: "Ella es una buena
mujer, pero ella no sabe de política... Es una buena mujer... una buena madre,
una buena enfermera, todo eso, pero ella de política, de eso no sabe... ¿cómo
es que la han nombrado ahí?". ¿Ves? Ese tipo de, de dinámica. Cuando se
reunió una de las compañeras, Miriam Sobá con Hillary Clinton: "Eso no es
nada, reunirse con Hillary Clinton, importante es el trabajo que hizo fulana,
doña Isabelita Rosado". Importantísimo, pero no le quites palos a la otra
compañera, que tiene la posibilidad de llevarle información a una mujer que
está en una esfera federal, política, de imagen, de esto, que a lo mejor
podría hablar sobre Vieques.
PREGUNTA: Te quiero preguntar, Judith, en Washington, ¿ocurrió un proceso de
que había posibilidades de sanación y de entrar en un diálogo? ¿Qué ha
sucedido con eso?
RESPUESTA: En realidad, eh... después del trabajo de Washington hubo, se abrió
la posibilidad de que por lo menos entre algunas organizaciones, y eso incluye a
la Alianza, de empezar a conversar, de empezar a ver cuáles eran los puntos de
encuentro, dónde estamos, qué podemos hacer juntos, pero en realidad, nos
logramos reunir como dos o tres veces, pero no vemos, no vemos la, la, la
voluntad de hacerlo. En realidad: "Esto es lo que yo creo, esto es lo que yo
quiero empujar..." y más nada. De verdad que nosotros no vemos el empuje,
inclusive vemos hasta desde algunas organizaciones allá que finalmente
consideraron importantes algunos de los planteamientos de la Alianza. Sin
embargo, es el Comité "que tiene mayor proyección, que tiene aparentemente
mayor, este... está más enraizado en la comunidad, así que, eh... podemos
colaborar, pero obviamente nuestra primera discusión o nuestras primeras
decisiones van a ser consultadas con el Comité y no con la Alianza..."
PREGUNTA: ¿Me ayudas a sacar un momento...?
RESPUESTA: Eso es un poco, eso es un poco, para nosotros en ese momento eso
resultó un poco fuerte, porque cuando tú tienes un montón de cosas, le
dedicas energía, le dedicas tiempo y te abres a la posibilidad de que haya
cosas que ocurran y entonces hay tal vez alguna gente que no debería estar
asumiendo ese rol que ellos lo hacen... desde afuera. Yo entiendo que, que desde
afuera es muy peligroso, tú como organización que estás afuera asumir o
posicionarte de quién lo hace mejor o quién lo hace peor... eh... porque
tendrías que estar aquí con nosotros y ver cómo se dan las dinámicas y cómo
se mueven los trabajos. Y hay algunas cosas que son buenas de la Alianza y hay
algunas cosas que son buenas del Comité y hay algunas cosas que son buenas del
grupo de Tazo y hay algunas cosas que son buenas del grupo de Prieto y hay
algunas cosas que son buenas de Luisa Guadalupe. Así que, posicionarte sobre
decir que aquellos son los mejores y tienen tal o más cual... desde afuera, me
parece que no es la forma apropiada de ayudarnos en la parte que tiene que ver
con el proceso de sanación y de llegar a un consenso para hacer trabajo juntos
para Vieques.
PREGUNTA: Te quería preguntar muy rapidito, ¿qué esperanza ves en los
jóvenes, que has estado trabajando con ellos, las chicas?
RESPUESTA: En relación a los jóvenes... -No ha habido liderato... -He visto,
aquí hay un grupo de jóvenes muy... que yo creo que van a asumir el liderato
de esta comunidad. Yo identificado no solamente de las chicas... Las chicas que
vienen, por ejemplo, a Casa Alianza son todas unas niñitas, son niñas, están
entre 12, 13, 14 años, la mayor llega a 16 años, pero yo conozco otros grupos
de jóvenes que los he visto participando y sé que tienen, o sea, que tienen la
capacidad y que van a asumir el liderato y que tienen, ¿verdad?, una visión,
unas perspectivas de trabajo muy buenas. Y yo en la medida que pueda voy a estar
con ellos también ahí colaborando en lo que yo pueda... yo me considero
joven... este... de las nenas de nosotros, lo, lo más importante para nosotras
es... bueno, una que ellas sí asuman liderato en su comunidad, pero en este
momento, por lo menos, poner la semilla, poner la semilla que pueda ir
germinando sobre la posibilidad de que ellas representan el futuro de Vieques y
que se tienen que ir preparando en esa dirección. Nos toca en realidad...
vuelvo... bueno, un banco, un banco de talentos, o una incubadora de un liderato
futuro para Vieques. Este... Hay algunas de ellas que todavía necesitan mucha
experiencia, trabajo, exponerlas a un montón de actividades, pero sí, pero sí
están ahí. Y lo importante es que todos los que estamos en esta experiencia de
lucha comunitaria debemos ir considerando en crear espacios auténticos de
participación de los jóvenes. No es decir: "Yo tengo un grupo de jóvenes". Es
crear el espacio auténtico de participación para los jóvenes. Y poner, por
más alocadas que podrían parecer algunas de las ideas y propuestas que ellos
traen, darle pensamiento. Por ejemplo... -Ahora se me va a acabar el tape.
-Bueno, ya... -No, no, pero... FIN.-