Lo que yo quisiera es poder salvaguardar… mira, este es uno de los murales que se hizo post mortem de David Sanes del San Juan Star. No sé cómo te afecta la luz aquí.
JUAN CARLOS:
Sí, está bien, está bien. O podemos quizás un poquito más para acá, quizás así. Ah, bueno, es que se ve la ventana. La luz de la puerta se mete un poco, pero está bien. Un poquito más ladeadito así. Ajá, ahí. Cuénteme.
ERNESTO:
Este mural empecé a hacerlo inmediatamente que se supo la noticia de David Sanes. Yo me fui a la calle y entre los comerciantes recogí 250 dólares para comprar los materiales necesarios para la construcción del panel. Luego, como a los dos o tres días de estar instalado, recibí una cantidad de publicidad increíble, en televisión, periódicos, y todos, todos los medios, aquí está en el San Juan Star, portada. Esto tiene fecha de abril 25, o sea, seis días después de la muerte de David Sanes.
Un día estoy en el taller, y llegaron todos los familiares de David Sanes, 14 miembros de la familia, para que yo quitara el rótulo… con la policía. Y el dueño, el guardia, el cuidador de la propiedad de Roberto Brambilla. Porque esto estaba en la propiedad de Roberto Brambilla, frente a la tienda verde, en La Esperanza. Pues, ellos fueron con latas de pintura y tiraron las latas de pintura así, encima del mural, y medio mundo. Y… entonces, yo pinté otro, donde invierte la historia bíblica de David y Goliat. Como fue David el nombre de la víctima, pues, yo hice el mural mostrando a Goliat victorioso y David muerto en el piso. Goliat representando las fuerzas navales de los Estados Unidos.
Volvió el guardián de Roberto Brambilla, Feliciano, que trabajaba de seguridad en el aeropuerto, con policía, para que yo quitara el mural. En ese mismo instante yo fui a la (no se entiende), día domingo, estaba lleno de gente, y levanté la voz y pedí si me podían ayudar a bajar el mural y cargarlo hasta el área donde está el busto de… este mártir que murió en la cárcel de…
-Rodríguez Cristóbal…
Rodríguez Cristóbal. En esa área…
-Ángel Rodríguez Cristóbal.
En esa área volví a montar el rótulo que quisieron bajar. Había como 20 hombres cargando el rótulo carretera abajo hasta llegar al área del malecón. Y el huracán Georges se encargó del mural. Y luego empecé a pintar en las paredes de aquí de (no se entiende) los dos murales que ya habíamos hablado.
Entonces aquí te tengo, mira, primera plana, este es Robert Kennedy. ¿Te fijas el daño que está recibiendo el arte? Y no he conseguido quién lo quiera preservar. El Fortín no sirve porque el Fortín tiene demasiada humedad.
PREGUNTA:
¿Me puede describir el proyecto en general, lo que estamos viendo…?
ERNESTO:
Bueno, son dibujos que yo hice durante mi tiempo encarcelado en la prisión estatal por desobediencia civil. La segunda vez que yo fui sentenciado me dieron 90 días. La primera vez me dieron nomás dos horas y media. Pero yo le dije al juez, pues, “yo vuelvo”. Y cuando volví, me dijo “ah, volviste, te voy a dar 90 días”. Pero él se cree que fue una sentencia. Lo que me hicieron fue un favor, porque yo nunca en mi vida había dibujado tanto, continuamente. Y llegué a dibujar 98 rostros. Robert Kennedy Jr. en ese tiempo estaba pasando por un tratamiento de cáncer en la piel. Y él me dijo que gracias a esa sentencia, él podía llevar a cabo su tratamiento. Porque él era un abogado ambiental para el Hudson en Nueva York y él no se detiene en ningún sitio, para arriba para abajo, para arriba para abajo. O sea que con la sentencia de 30 días lo mantuvieron bajo sombra por ese largo periodo de tiempo.
También me dijo: “Ernesto, tú eres el único hombre que me ha podido mantener sentado por dos horas”.
PREGUNTA:
¿Y él estaba con la lucha también ayudando…?
ERNESTO:
Él hizo desobediencia civil. Todo esto, todos estos cuadros son de desobedientes civiles. Aquí hay uno: “Ernesto Peña saca de prisión su arte por la paz de Vieques”. Eso es todo un artículo del periódico, donde se enseña lo que, mira… Aquí tienes a Rubén Berríos. Hay de todos. Rubén Berríos… este es un muchacho estudiante. Él es estudiante. Se llama Jesús Cabrera. Estudiante. Este fue hecho el julio 8 del 2001. Metropolitan Detention Center. Puedes ver en el trasfondo parte de la arquitectura de la cárcel federal. Y así por el estilo. Este muchacho era un contratista. Se llama José Pérez. Le decíamos “El Común”, “El Más Común”, por José y por Pérez. Era de Ponce. Es de Ponce, está vivo todavía, gente joven. He aquí mi retrato, en mi tiempo en la Federal. Sin la máscara. Es que te quiero proteger de la gripe que tengo. Perdonen eso.
-Sí, gracias.
Mira, aquí un cuadro en acción, cuando estábamos tumbando la verja del frente del portón. Yo venía aquí con el sombrero. Y le pedimos a este muchacho, que le decían “El Desobediente”, ya ha fallecido, le pedíamos al periódico que no nos retratara, pero sin embargo, siempre sale. Tengo un cliente…
-Sí, cómo no. Gracias.